A Campa da Braña

Estuvimos 10 amigos haciendo la ruta de 7 horas de 3 obispos y peña rubia. Pedro es un tipo muy atento y cariñoso. Nos trato fenomenal. Cenamos los dos días y cocina súper casera. Coincidimos con gente montañera, súper sanota. Muy buena onda el sitio. Repetiremos seguro.

Paramos a tomar el café de la mañana y acabamos comiendo sábado y domingo. Caldo gallego, potaje, jarrete a la pimienta , ternera con higos… y los huevos con chorizo …Los propietarios tienen un trato muy cercano, a los niños les encantaba sentarse frente a la chimenea, la comida casera 100% , buena música , parchís…

Comida casera con producto autóctono y de primera calidad. El servicio prestado y la atención de 10, tanto en el momento de comer, como en las llamadas previas para informarnos y reservar En cuanto a la ubicación, sobran las palabras, uno de los epicentros de rutas por las cumbres de los Ancares

Muy buen sitio de montaña, fuimos a ver la nieve y comimos aquí súper agradable y familiar con su chimenea y comida casera estupenda para entrar en calor,Platos recomendadosPastel de Grelos

La comida casera muy rica tanto las lentejas, la ternera con salsa de higos y huevos con chorizo, jarete en salsa y de postre pastel de la abuela todo de 10/10. El trato de los dueños muy agradables y cercanos, nos dejaron entrar con el perrito cosa muy importante para nosotros así que muy recomendable si estáis cerca visitando los Ancares

Es un lugar acogedor, muy agradable,la comida es casera y está muy buena y tanto la camera como el jefe son muy buena gente. Comida y bebida: Muy buena y además es casera. Admisión de niños: No tienen problema y además el jefe se porta muy bien con ellos. Aparcamiento: Esta al lado del restaurante. Acceso para sillas de ruedas: Tiene una entrada de un sólo peldaño.

Si estás mirando para comer o pasas por aquí, no busques más. Primero porque está delicioso y el dueño es encantador. Segundo porque en los alrededores no hay más cosas. Nos atendió y sirvió un caldo gallego espectacular. Entraba sola. De segundo una bandeja de ternera en salsa de higos increíble. El postre fue una tarta casera de cuajada y miel estupenda. El decorado del sitio es Montañés con objetos antiguos. Sin duda, recomendadísimo.

Lugar que invita a quedarse: buena música, una buena chimenea, dueño con muy buen rollo que te aconsejará sobre lugares de la zona y una comida casera fantástica. Pastel de grelos increíble, carne de ternera con salsa de higos espectacular y los postres caseros una delicia. Menú 13 euros, que más se puede pedir? Recomendable al 100%

Llegamos tarde después de subir al Tres Bispos y comimos estupendamente acompañados de buena música. El sitio es muy acogedor y el trato agradable. Un rico potaje de garbanzos y ternera con salsa de higos que estaba tierna y deliciosa. Muy recomendable. También tienen habitaciones en un enclave ideal en medio de los Ancares lucenses.

Fantástica comida unos garbanzos y una carne asada espectacular. Recomendable