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Reseñas, información para Ardea Purpurea

"Doñana ... Sevilla... En pleno parque Natural de Doñana, y a solo 35 km de Sevilla, se encuentra nuestro Lodge, alojamiento rural, con una construcción típica de las marismas, que conjuga perfectamente tradición y recursos naturales, simbiosis de forja y madera, techos de castañuela , una decoración elegante ... en definitiva una arquitectura y diseño que hacen singular nuestro hotel. Las habitaciones del Ardea Purpurea disponen de terraza con vistas al lago y al bosque, aire acondicionado, calefacción, TV y WiFi gratuita. Todos los bungalows están equipados con cocina de planta abierta y sala de estar, y una amplia terraza. Nuestra piscina de arena de agua salada se sitúa en el centro del complejo ."
Dirección: Callejón de las Rumanas, 41850 Villamanrique de la Condesa
Ciudad: Villamanrique de la Condesa
Ruta: Callejón de las Rumanas
Código postal: 41850



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Reseñas
Un lugar encantador en el que hemos disfrutado de una comida inmejorable. El lugar y la decoración increíbles y el servicio exquisito, muy destacable la profesionalidad del personal, que estuvo en todo momento atento a nuestras necesidades y llevando a la perfección los tiempos. Los arroces no podían tener mejor sabor y los postres muy recomendables. Volveremos para seguir disfrutando y probar más cosas que se quedaron pendientes.
Entorno tranquilo, pacifico, donde el ruido es un lujo para quien lo necesite. Carta amplia y bien equilibrada. Manjares de todo tipo y de buena calidad. Precios muy acordes, servicio amable y eficaz. Aconsejo arroz con cola de toro: formidable.
Desilusionadas.Decidimos hacer allí la comida de amigas porque nos habían hablado muy bien del sitio. Primero nos mintieron al decirnos que el salón en el que nos ubicaban estaba a 100 metros de Ardea cuando estaba a más de un km.Después, el menú nos costó 48€, muuuuy excesivo para que nos pongan la lubina y los solomillos recalentados y fríos, sin contar que a varias no nos gustaron las croquetas,porque ante gustos, colores.El servicio, nefasto. Nos tocó un camarero, que le pedimos hielo para la bebida y lo cogió del que tenía en la cubierta de enfriar las botellas de vino, con las botellas dentropor supuesto, pedimos otro refresco, nos preguntaba que donde estaba el vino dulce yo no estaba trabajando, metió la nariz en mi vaso para comprobar que no le mentía y que era vino y no Coca-Cola lo que tenía en mi copa,porque aseguraba que vino dulce no tenían la cual luego no me bebí, pedimos cerveza y para servirla, cogió la copa con la palma de la mano por encima pedimos otra copa limpia, y un sinfín de cosas más. Pienso que si en estos días están desbordados, no deben de acoger a más comensales de los que pueden dar el servicio correcto. Nos desplazamos a 45 minutos de donde residimos y dejando atrás muchos restaurantes pensando que valdría la pena. Nos equivocamos en la elección.
La verdad que estuvimos muy a gusto y disfrutamos de la comida y la estancia. La atención de Cosmina fue excelente nos hizo sentir muy cuidados y generaba muy buena armonía en nuestra mesa. Todo lo que comimos de 10. Sin duda un lugar para repetir. Enhorabuena al restaurante y su personal por el excelente servicio.Comida: 5/5
Fuimos a comer, mi familia ya lo conocía que por cierto, me hablaron muy bien de los postres, porque soy muy golosa, y sin embargo para mi gusto no fue muy agradable. La comida excelente y aún mejor el servicio pero lamentablemente todo se enturbió porque había una mesa con más de 25 comensales y el ruido era insoportable. Comimos con prisas para irnos pronto. Creo que en casos así, deberían poner aparte a grupos tan grandes para que el resto de los comensales podamos disfrutar tranquilamente de la comida.
Totalmente recomendable. La estancia muy acogedora, ideal para una escapada tranquila en plena naturaleza. El restaurante maravilloso tanto por la comida como por el servicio, en especial agradecer el trato a la camarera Charo que atiende con muchísimo cariño y hablando maravillas del sitio donde trabaja, da gusto encontrar personas así. Sin duda volveremos.
Desde el Rocío nos desplazamos a este restaurante. Decoración muy original, abunda la madera. El entorno merece destacarse, idóneo para digerir la comida en un entorno campestre. Muy buen servicio, raciones adecuadas, bien elaboradas y presentadas. Tanto la ensalada, como las coquinas. Arroces sabrososun poco salados y ricos postres a base de helados. Precio razonable.
Fantástica estancia en este lugar tan especial. A destacar el restaurante con una comida absolutamente deliciosa. El desayuno fabuloso. 100% recomendable.Habitaciones: 5/5
Lugar con mucho gusto dentro de Doñana. El acceso es por un carril que lleva al interior de Doñana. Muy buena comida y bien servida. Puedes comer dentro, en el porche o en el césped. También tiene alojamientos muy atractivos. Aparcamiento: Incluso tiene para buses
Almorzamos, calidad precio razonable, muy buena calidad en todos los productos, la carne espectacular y la ensalada de aguacate riquisima y abundante. El servicio de 10 en atención y amabilidad. El lugar espectacular nos gusto mucho, cofreteaban patos por el exterior cerca de las mesas y eso nos encanto, golondrinas y pajarillos revoloteando. Repetiremos
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