Reseñas
El otro dia no pude almorzar a tiempo y pense en tomar algo que fuera natural,ligero y sano. Opte por tomar un yogurt de platano de la granja Armengol,me informe y me di cuuenta que venian de una gran familia de agricultores y ganaderos que vendian a sus vecinos la leche cruda recien ordeñada aun caliente,pero cambiaron los tiempo y tuvieron que pasteurizarla directamente del productor,hecha del día,fresca,sana,digerible y manteniendo la esencia de lo artesanal. Lo que mas me gusta es saber que provienen de vacas felices,que son menos productivas a cambio de una excelente calidad,y de su caducidad es corta no como otras marcas que son de meses incluso de años. También hable con un dependiente muy atento y cordial de una granja Armengol que se llamaba xavi y me dijo que se sentia muy orgulloso y contento de trabajar aqui y que les cuidaban muy bien y que habian obtenido muchos premios por su trayectoria profesional. Sin duda son los mejores yogures que he probado nunca. Siempre que pase cerca comprare lo mejor para mi familia. Una experiencia
Muy buen calidad, con cuajadas que saben a cuajada , y con yogures que saben a yogur...no como en los supermercados que no saben a nada. Los ENVASES DE CRISTAL te los RECOMPRAN para reutilizarlos, como se hacía hace años necesidad de fundir y volver a fabricar. El personal muy amable
Los productos son muy buenos pero la chica que sirve podría ser más amable , es un tanto antipática.
La mejor nata y la mejor leche fresca de Barcelona. Buena variedad de quesos y otros lácteos pero un poco caros. Algunos productos valen muchísimo la pena y otros no tanto. Lo único malo es que a menudo se quedan sin existencias.
En una calle de tanta tradición comercial como es Mandri, parece evidente que las personas que tratan con el público en sus estableciminentos dispongan de una formación adecuada respecto a la atención al cliente. No sucede así en la Granja Armengol de Mandri. Se supone que los productos son de primera calidad y hechos con cariño. Al menos los precios de venta lo atestiguan. Pero la atención al cliente es lamentable. Es muy triste que a una persona mayor que busca un producto se la atienda con desgana, sin ánimo de ayudar y no sólo se le de la impresión de que sobra en el local sino que además se le diga que es antipática cuando protesta educadamente por el trato recibido. Eso ocurrió en la granja de Mandri. La juventud de la persona que atiende no es excusa para que trate así a los clientes. Se supone que alguien la debería haber formado. Porque su trabajo es atender al cliente y obviamente vender productos. Nosotros no los compramos. No volveremos por ahí .
Los productos pueden ser de muy buena calidad, pero la empresa esta fundada alrededor de unos valores éticos que utilizan solo como imagen de marketing. Mucho producto de proximidad pero despues tienen contratados a sus trabajadores a partir de contratos fraudulentos de obra y servicio, con condiciones altamente denunciables.
No se encuentra en el barrio donde vivo, una pena, pero ofrece unos productos lácteos insuperables. Los conocí hace unos 4 años. Me encantan sus yogures de cabra, y sus especiales con coco o mango preferentemente. También me gustan mucho sus Kefires.
El pote de yogurt de 500 gramos pesa 500 gramos incluyendo el pote de plástico. Una buena trampa para los consumidores!
Maravilla de sitio, pequeño pero muy recomendable lugar para encontrar todo tipo de yogures, quesos, leche, etc vaya lácteos en general y todo más que bueno para los que aprecian la singularidad y la calidad,
Lácteos buenísimos