Asador Manolo

El local está recién reformado, lo que le ha dado un lavado de cara que le queda genial. La comida, como siempre, en gran cantidad, buen sabor y a buen precio. El jamón al horno está espectacular. El servicio a la mesa es rápido y el personal es muy amable con los clientes.

Fui a comer en este restaurante ya que me lo recomendaron dos personas que viven allí y están encantados con este establecimiento. El restaurante es grande, tiene dos salones y una terraza exterior y decoración bonita. En cuanto a la atención muy buena. De comer pedimos; patatas bravas 6€ ración a compartir, suuuuper ricas y patatas caseras, croquetas 11,50€ ración a compartir, muy ricas y caseras también, de principales; chuletillas de cordero lechal 16€ estaban ricas, solomillo de ternera 18€ también estaba rico y lubina 15€ muy rica. Entiendo las buenas críticas y recomendaciones de este restaurante. Todo en total nos costó 77,40€.

Buen sitio para comer, amplio en terraza e interior. Buenos precios, calidad y cantidad. Para repetir. Lucena y su centro histórico muy bonico.

Buenísima comida y grandes cantidades, nosotros no somos de mucho comer y lo que nos sobró te lo ponen en un tupper gran opción para no desperdiciar comida, todos los sitios tenían que tenerla . Pedimos una ensalada mixta se me olvidó fotografiarla muy buena y de gran tamaño. Luego lo que se ve en las fotos es revuelto de espárragos, solomillo de cerdo y jamón asado, todo buenísimo pero sin duda el jamón el mejor, super recomendado. De postre pudding y tarta de chocolate blanco esta última también la mejor . Trato amable por parte del personal. Los precios son como en cualquier lado pero platos mucho más grandes . Volveremos a ir.

La comida deliciosa, y gran cantidad. Toda va acompañada de si guarnición. Los platos de ibéricos bien servidos y cortados a cuchillo por lo que si eres de los que te gusta que se vea a través del embutido este plato no es para ti. El queso un manjar de los dioses, al igual que sus postres. Destacar la presentación de la cerveza, en sus tanques fríos. El servicio del camarero inmejorable, muy atento en todo momento. Nosotros íbamos de cumpleaños y le pusieron al cumpleañero un trozo de tarta con velas para soplar. Entre semana tiene menú, donde degustar su gastronomía. La presa, el solomillo al ajillo, el churrasco, la ternera a la piedra. Todo muy buen precio, y delicioso. Lo único es que debes ir con hambre, porque aunque pidas las medias raciones es un tamaño considerable.

Llegamos el día de navidad sin reserva antes del mediodía, al momento se llenó... y no me extraña!!! Estaba todo súper bueno, y los camareros super amables y atentos, íbamos con un bebe y nos pusieron una sombrilla para el sol..Repetiremos seguro me encantó el sitio!! Además si te gustan los postres...Tienen una super vitrina con postres tremendos! Yo me pedí tarta de la abuela ..y estaba.....INSUPERABLE!

La comida muy buena, el servicio lento y un poco olvidadizo, le pedías algo y veías se iban a otra cosa y tenias que levantarte ,como pasó pidiendo un tenedor o para pagar.Comida: 4/5

Fuimos la primera mesa en tomarnos nota en todo el salón, y sirvieron a todos las mesas antes que a nosotros. Se lo decimos al camarero y su justificación fue que como habíamos pedido para picar antes por eso no nos servían aún los platos; es decir, encima de que consumimos más nos hacen esperar más. Todo esto tiene su explicación en tiempos, sentados a la mesa a las 14:30 con reserva y nos traen los platos a las 16:30; servicio y explicación pésimos

La comida está buena y las raciones abundantes, pero siempre tienen el mismo menú,deberían cambiar la carta porque yo llevo muchos años conociendo la misma carta de comida. El servicio,muy lento, una de las personas que vino con nosotros se tuvo k ir casi sin terminar de comer porque estuvimos dos horas allí y solo se pudo comer el primer plato.

Estuvimos allí con la familia y previamente habíamos reservado. Para sentarnos ya empezó la cosa a ir mal, no sé qué pasaba con la reserva que no nos sentaban, preguntábamos a un camarero y a otro y nada... Media hora esperando. Cuando por fin nos sientan.... otra pelea para tomar nota de la bebida, tenías que intentar llamar la atención de los camareros y no te hacían ni caso. Cada vez que querías pedir algo era una tortura. 1 hora después llegó la bebida y la comida ni hablar de lo que tardó. pedimos unas bravas que hasta el camarero dijo que ni nos la cobraría pero para que fuésemos picando algo eran patatas congeladas de las finas con salsa… que luego por cierto las cobraron. Un jamón al horno que estaba bueno. Fritura de pescado aceptable y una presa malísima, era carne de baja calidad. Terminamos de comer a las 18.00h. No lo recomiendo por la tardanza y el mal servicio. Si bien es verdad que estaba el bar a tope y el personal saturado, pero no es excusa para dar un mal servicio, o más personal o no coger tanta mesas.