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Reseñas, información para Balneario Leana

Dirección: Abanilla
Ciudad: Abanilla


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Reseñas
El balneario en sí está genial. Tiene unas piscinas calientes con unas vistas preciosas y si te quedas en el hotel puedes entrar a las termas que tiene que además también son una maravilla. Ahora el hotel en sí... Nuestra habitación tenía la mitad de las luces fundidas, la cena que nos dieron porque cogimos el paquete de parejas estaba bien, pero sin más y el desayuno era una verdadera vergüenza; un cafe, una magdalena y una barra pequeña de pan para tostarte y ponerte mantequilla... muy triste. La gente según entraba miraba alrededor con cara de sorpresa por la pobreza de la comida. En fin. Al balneario puede que vuelva, pero al hotel nunca más.
La verdad q iba con cierta incertidumbre después de leer las reseñas negativas, pero me ha parecido un lugar con encanto. Personal muy amable, habitaciones cómodas y limpias, me han encantado las piscinas y las vistas desde ellas. Buena calidad/precio. Repetiré seguro.Habitaciones: 4/5
Un lugar para desconectar, la gente habla según le va, nosotros nos venimos encantados, un hotel con sus años pero con su encanto, el trato del personal inmejorable. La comida bastante bien, el personal del restaurante muy atentos y super encantadores. Las piscinas termales una pasada. El spa un poco pequeño . Sin duda nos encantó, lo recomiendo y volveremos.
Aceptable nada más. Las instalaciones de agua son buenas, pero la habitación sinceramente fue terrible. La única ventana de la habitación daba a un patio de luces sucio, descuidado y con tubos y basura por todas partes. Un cordón roído para colgar la ropa mojada, las paredes de la habitación con manchas de humedad y pintura desconchada, el WC ridículamente estrecho; casi imposible de usar y el mobiliario en general muy viejo no antiguo, es diferente. Viejo. El hotel es de época y los espacios comunes son bonitos, pero la habitación ha sido terrible.
Cada uno habla de la fiesta según le fue en ella y yo, aunque he leído muchos comentarios negativos de este hotel, mi experiencia fue totalmente positiva. Mi visita fue un día de semana, en Diciembre y no estaba muy concurrido, por lo que no tuve que esperar nada en recepción e incluso entré en la habitación antes de la hora 13 horas, en teoría. Habitación normal no muy grande aunque cuarto de aseo, eso sí, pequeño pero bien equipado, todo limpio y sin olores a humedad ni nada parecido. Camas con colchón y almohada viscoelásticos, cómodos. Lo único mal, las vistas, a un patio interior, pero también hay habitaciones con terraza y vistas exteriores, más caras. Desayuno y comida aceptablemente buenos. Lo mejor, M. Carmen, la que atiende a los comensales, mujer llena de simpatía y amabilidad. Lo negativo, no es buena la relación calidad/precio y sí, en el desayuno hay un solo tostador para usarlo todo el mundo, pero yo fui a primera hora y sin gente y no tuve ningún problema de espera. Y luego, las termas de agua caliente y el masaje también me gustaron mucho. En resumen, mi estancia aquí fue muy satisfactoria y yo sí lo recomiendo ¿mejor en invierno y en mitad de semana?? puede ser por eso.
Llevo años viniendo al balneario. Estoy enamorada del lugar. Cuando vengo suelo comer en la cafetería de la piscina. Pedí una hamburguesa de pollo. No pude reconocer en lo que me pusieron el pollo. Estaba pésima. Seguro que se puede cuidar un poco más la calidad.
Hotel Victoria, cama y almohadas muy bien, el resto muebles viejos , persianas, ducha, techos y paredes decrépitos y en mal estado, lo arreglan con pintura, parece que les da igual y no renuevan prácticamente nada. Mesas y sillas del comedor antediluvianos, techos con humedades y agujeros de buen tamaño, eso si parecen recién pintado de colores pastel. Resulta muy caro cuando vés lo que has contratado.
El restaurante del “Hotel Balneario” es pésimo. El servicio horrible, nos ha atendido una señora rubia creo que se llamaba Mari Carmen que, cuando todavía no habíamos terminado todos de comer el segundo plato, empezaba a quitar los platos de las personas que habían terminado y a servirte el postre para seguidamente terminar su turno e irse del restaurante, una auténtica falta de respeto y un pésimo servicio al cliente. En el menú de 19 euros no entra refresco sólo agua o vino ni café, el segundo plato “jamón” estaba frío y el postre era una natilla caldosa. Lo único que valía era el arroz.
Al cliente que venga la primera vez es un poco complicado orientarse porque no hay muchas flechas y tal. Nos tocaba ir dando vueltas buscando la entrada al spa y otros lugares. Por cierto spa es pequeño: solo tiene tres cosas. Pero bueno, calidad - precio no está mal
Experiencia inolvidable el tomar un baño termal a la luz de la luna y contemplando las estrellas en silencio. Es la apoteosis del relax sentir que la piel absorbe las propiedades curativas y antiestrés de un agua caliente que brota del manantial y es aprovechada desde la época romana, cristalina y limpísima. Mejor se aprecia en invierno el poder curativo de la naturaleza.
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