Bar Rosita, sin duda alguna uno de los grandes barras de tapas de Sevilla.
El Bar Rosita debería ser catalogado como atracción turística para todas quellas personas que vayan buscando buen tapeo sevillano de verdad, de categoría, sin más aditivo que un material de primera y unas manos en la cocina que convierten la tapa en arte. Está medio escondido en unos soportales justo donde Avión Cuatro Vientos se une a Diego Martínez Barrios (hay que fijarse bien para no pasar de largo), en un local chiquitito, familiar, con su Virgen del Rocío y fotos antiguas, una barra abarrotada a cualquier hora y unas pocas mesitas que también están rifadas.
Tienen fama en toda la ciudad (y más allá) los flamenquines y las espinacas con garbanzos (para muchos las mejores de Sevilla). En temporada son famosos sus caracoles, aunque se echan a pelear con sus también magníficas cabrillas. Buen pescado frito, menudo de ternera, riñones al Jerez (una de mis favoritas) y un par de sorpresas diarias que en nuestra última visita fueron la ternera jardinera y el atún encebollado. Todo el que llega va buscando alguna especialidad de la casa, son tantas… Yo busco sentarme un rato (si hay suerte) a disfrutar de la buena cocina tradicional de la tierra y de esa Sevilla con un sabor especial de la que habla la copla.
Agregue este mapa a su sitio web;
Utilizamos cookies y otras tecnologías de seguimiento para mejorar su experiencia de navegación en nuestro sitio web, mostrarle contenido personalizado y anuncios dirigidos, analizar el tráfico de nuestro sitio web y comprender de dónde provienen nuestros visitantes.. Política de privacidad