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Reseñas, información para Benito Menni Valladolid

Benito Menni Valladolid

Sobre Nosotros

Centro Sociosanitario renovado en 2013. Premio al Mejor Hospital de Castilla y León en 2015. 280 plazas y extensas zonas verdes.

Dirección: Paseo Juan Carlos I, 10, 47008 Valladolid
Teléfono: 983272 600
Ciudad: Valladolid
Ruta: Paseo Juan Carlos I, 10
Código postal: 47008


Reseñas
En Noviembre pasado estuve residiendo en el ese Centro para la recuperación de una intervención cardiaca y solo tengo palabras de agradecimiento. Tuve una atención perfecta y el personal de la planta me trató de forma exquisita, las comidas eran muy buenas. Por todo lo anterior solo puedo dales las gracias.
Una soledad terrible, pasillos sin luz. Los enfermos mal atendidos si no tienen un familiar que les acompañe. Los dejan sucios durante horas, sin cambiar pañal o ropa que han manchado. La comida de mala calidad. La botella de oxígeno sin agua durante horas. Dejadez y falta de cuidado es lo que resume a este hospital.
Pésima atención por parte del personal y la gerencia a sus enfermos independientemente del alto precio que se paga por su servicio. Solo digo que a un familiar muy cercano le tuvimos que llevar de nuevo al hospital con úlceras de presión deshidratado etc.
Enhorabuena a todos los profesionales por eL gran trabajo que realizáis. Especialmente a la dirección y equipo de enfermería por el reciente premio que os han otorgado. Muchas gracias de corazón, nuestra experiencia ha sido buenísima sobretodo por la humanidad y el trato, sois muy grandes.
Después de pasar mi madre tres meses allí, lo considero una gran suerte. El trato ha sido excelente tanto de enfermeras como auxiliares contando con un cariño y atención que facilitan mucho la recuperación. Y que decir de todos los especialistas de rehabilitación, cariñosos, cercanos y unos grandes profesionales. Si tengo que poner alguna pega es que las comidas no son muy buenas, pero por todo lo demás un diez. Tanto que mi madre sigue alli con rehabilitación ambulatoria.
Mi madre ha estado 7 semanas en la unidad de Cuidados Paliativos por una enfermedad crónica pulmonar. Llegó allí derivada desde Sacyl, al principio estábamos un poco alerta por las reseñas no demasiado buenas que habíamos leído. He de decir que al poco tiempo todos esos temores fueron desapareciendo, mi madre siempre ha estado perfectamente atendida tanto por auxiliares como por enfermeras y por su médica. Siempre limpísima e intentando que mantuviera su autonomía en la medida de sus posibilidades. La comida muy decente, mi madre como persona mayor y enferma tenía el apetito bastante disminuido pero siempre nos decía que le daban buen gusto a las comidas. Algunas veces tuvimos algún momento de tensión por el tema de las visitas en tiempo COVID, aunque siempre se resolvió con buena actitud tanto por los profesionales del centro como por nosotros. Creemos que es de justicia resaltar la buena labor que realizan, al menos, con los pacientes paliativos, el personal sanitario se convierte en prácticamente amigos de los pacientes, en personas de su máxima confianza e intentan que sientan realmente al centro como su casa. Muchas gracias a todos, auxiliares, supervisores, enfermeras, médicos, pastoral, con mención especial a Silvia, Isabel, Andrea Stephany y Marisa. Familia Tabera Herrera.
Todos tenemos un momento de dolor en nuestras vidas en las que necesitamos información , empatia profesionalidad y cariño. Todo eso lo tuvimos en el proceso doloroso de los últimos días de vida de mi madre. A ella la trataron con dignidad, respeto y un cariño enorme, además de cuidar de ella, desde su aseo hasta los especificos sanitarios. Todo el personal fue atento y muy humano. No somos creyentes pero en la planta de paliativos, tanto l@s doctores como l@s enfermeras supieron entender que un enfermo además de tener un sufrimiento físico se tiene un sufrimiento en los pensamientos y deseos ante la cercana muerte y ahí nos cuidaron aún más. Gracias a todos y muy especial a la doctora Giselle y a la enfermera Andrea que fueron dos angeles para nosotros.
Fantástico comportamiento y humanidad por el equipo de paleativos. Gran agradecimiento al cariño y la sensibilidad demostrada en momentos durísimos con enfermo y familiares. Felicitaciones especiales a Gisselle y Andrea, auxiliares, limpieza y resto de actores en los momentos finales de una vida.Gracias!! Gracias !! no perdáis y seguir cuidando la calidad como personas, la profesionalidad se da por sobre entendida.La humanidad os hace grandes.
Buenos días, Agradecer, a todo el equipo médico, l@s enfermer@s, Tcae, y resto de profesionales de paliativos, su gran profesionalidad y trabajo, su trato y cariño , hacen y consiguen que los pacientes se sientan en familia, sin duda una labor que no está al alcance de todos. Nuestro mayor agradecimiento de toda la familia Tabera Herrera.
Mi madre sufrió un ictus el pasado 29 de agosto. Tras operarla y recuperarse en el Clínico decidimos continuar con la rehabilitación en este centro. El trato recibido desde el primer momento ha sido lamentable, empezando por el doctor Blanco y siendo la principal causa de la mala gestión de su rehabilitación, aunque el resto de profesionales dejan que desear, salvo muchas auxiliares, pese a que bastantes están explotadas en prácticas, y el neuropsicólogo, Isaac, que es el único que ha demostrado ser un buen profesional. Tardaron 2 semanas en darnos un plan de rehabilitación para mi madre teniendo en cuenta lo importante que son los primeros meses para la adecuada recuperación de un paciente de ictus y nos lo dieron tras reclamarlo más de 5 veces durante 4 días. A los 10 días, tras la ausencia de información, solicité personalmente que me informase el doctor Blanco de la situación, el horario de rehabilitación que estaba realizando y el avance de mi madre y se negó a llamarme para informarme, pese a que en el contrato viene detallado específicamente que el médico tiene que informar a los familiares, como es lo más lógico. La empatía con los familiares es nula, en estas situaciones la información y la transparencia es vital para que todo vaya adecuadamente, pero en este centro ni informan ni tienen en cuenta la situación que estas viviendo. Lo peor de todo es que mi madre no estaba ni medio bien atendida. Las distintas sesiones de rehabilitación que se supone estaban realizando a mi madre, siendo estas ya escasas a priori, en bastantes ocasiones no se llevaban a cabo. El logopeda no pasó por allí a ver si mi madre podía comer sólido comió purés que no se comen ni las ratas durante las 3 semanas que tardamos en encontrar otro centro para cambiar a mi madre. La prueba es que el primer día que la cambiamos de centro le dieron sólido de comer directamente. Como colofón mi madre se cayó de la cama, pese a que supuestamente la ataban con el cinturón de seguridad por las noches y le ponían las barreras de la cama mi madre tenía el lado izquierdo del cuerpo inmovilizado, no creo que saltase vallas. Por último, el doctor Blanco, pasaba a ver a mi madre 2 veces por semana como mucho. No tuvo ni idea del avance de mi madre en toda su estancia entiendo que por esto no llama a los familiares y encima es maleducado, aparte del tono con el que habla a todo el mundo, dejó de atender mis llamadas al tercer día. Me decían que me devolvería la llamada y nunca lo hizo. Me he dejado en el tintero muchos detalles más del trato que los profesionales de este centro dan a sus pacientes y familiares, pero no quiero alargarme para que la gente no se canse antes y lea esta reseña con el objeto de que no lleven allí a sus familiares si quieren que sean bien tratados y se recuperen.
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