Reseñas
Un excelente sitio muy tradicional español. Lejos de los espejismos para turistas. El vermouth casero es sensacional así como las tapas. La atención es amable, cálida y genuina por parte de los dueños, padre e hijo. A unas cuadras de la Sagrada Familia.
Local muy recomendable. Si quieres disfrutar de la típica bodega de barrio. Aquellas en las que los de la generación de los 50/60 recordamos que nuestros padres compraban las gaseosas, los sifones, el vino e, incluso, las barras de hielo para la nevera. Este es vuestro local. Tapas bien elaboradas anchoas frescas en adobo, buñuelos de bacalao, ensaladilla rusa, etc, un buen vermut de Reus, entorno bien conservado y un trato cordial de los camareros.
Está bien para tomarse dos cañas e irse. La atención deja mucho que desear puesto que el dueño de bar y quien te atiende es un cliente más que bebe con sus amigos y sale a fumar. Me ha tocado buscarlo fuera del bar para que me sirviera otra copa. Una vez fui con un amigo que estaba de visita en Barcelona porque quería llevarlo a un lugar "autóctono", y al pedirle unas patatas para picar nos trajo unas de bolsa. El lugar podría estar mejor atendido porque está cerca de Sagrada Familia y pasan bastantes turistas. Tiene una TV para ver los partidos. Cierra a eso de las 22:00.
Fuimos a la Bodega del Poblet un jueves, en nuestra ruta de Tapitast. Nos encontramos que a las 22:00 ya estaban cerrando cocina. Dijimos de volver otro día, pero insistieron en que nos quedáramos. Las tapas de huevo poché sobre nido de parmentier y crujiente de jamón estaban buenas 2,50€ x 2. Adicionalmente pedimos algo más para picar, 2 alcachofas 1,30€/un y 4 anchoas 1,80€/un y una caña más 1,50€. Sin embargo la sorpresa vino a la hora de pagar. 19,60€ que no me salen las cuentas por ningún sitio. Y sin ticket. Si esto lo hacen con los locales, ¿qué harán con los turistas?
La gente majisima, la comida excelente. Recomendamos las croquetas de puchero, los buñuelos bugnuelos y el pan con tomate. Nos ha encantado y pensamos volver. Pocos sitios conservan esta aura catalana.
Bodega a la antigua usanza junto a la Sagrada Familia, con un trato familiar y muy muy agradable, precios justos. Impresionantes croquetas de todo tipo, pero una reseña especial a sus croquetas de rejo.
Llevamos 3 días de vacaciones y hasta hoy no había encontrado un bar como este. Tan auténtico, tan puramente catalán. Hemos comido de lujoy el personal muy cercano y amable. Recomiendo ir. 10/10
Siento llevar la contraria. Lo veo para guiris y somos d Sants. El camarero estaba como mal de nervios con temblores de manos y mirada ausente. Pedimos vino rosado y nos trajo blanco ¿pensaba que éramos daltónicos o no discernía colores?, preguntamos por tapas y solo mencionó las frias. Al irnos vimos en pizarra que habia tapas calientes que ni siquiera nos propuso. Hubiéramos estado mas rato y gastado mas si nos hubiera dicho q habia bravas, croquetas.. El público era escaso y guiri a una hora y en un barrio en el q debería estar lleno de barceloneses.
Lugar ideal para el VERMUT en Sagrada Família. VERMUT Izaguirre con aceituna, tapas de latas de anchoas y marisco. Pinchos de atún y pimientos. Guindilla. Cerveza de barril. Puedes estar en la calle. LO RECOMIENDO
Gran bodega muy cerca de la Sagrada familia. Sin lugar a dudas un lugar ideal para tomar un buen vermut y unas exquisitas tapas. Alex y Sergi son excelentes anfitriones. Buena calidad-precio. Muy recomendable .