Boom Boom Room

Discoteca emblemática de la ciudad de Granada. El sitio es espacioso, buenos equipos de música, buen ambiente, y música actual. A día de hoy, la mejor disco de la ciudad.

Muy mala experiencia en este sitio. El personal, en concreto porteros y seguridad, fueron muy maleducados. Según nos pedimos unas copas, nos echaron de la zona en la que estábamos desde hacía rato tomando la copa anterior. Como dicen en algún comentario de por aquí, son unos "perdonavidas". Cada copa que pedimos la cobraron a un precio distinto. Conclusión, echaron de la discoteca a un montón de gente que consume en barra, para que pudiera entrar otro montón que venía de botellón y no tomarían ni una copa.

Estuvimos en esta discoteca de despedida de soltera cenando y después tomando copas. La atención malísima, camareros maleducados, intentan sacarte dinero por todos lados un euro x guardar chaqueta, otro por pedir un vaso más ancho, tres euros por guardar el bolso..... La comida estaba buena de sabor, pero mal presentada y con prisas para que terminaras . Y ambiente de niñaterio. Discoteca en decadencia.

No nos dejaron entrar pese a tener entrada para esa noche y nos quisieron cobrar 12 euros adicionales por la entrada y 1 consumición. Pero lo peor sin lugar a dudas y lo interminable fue el racismo de los porteros con mi amigo guineano, no entiendo como este negocio se permite tener empleados que insulten imitando ruidos de mono a sus potenciales clientes. No pienso volver.

El trato de los porteros es bastante deplorable en cuanto a educación y respeto hacia el público. Quizás me tocó una mala noche pero el DJ también dejaba bastante que desear, una cosa es que guste más o menos el estilo de música y otra es que no sepa hilar estilos diferentes y parezca un novato poniendo canciones aleatorias con Spotify. Pero vaya, si ya a tus clientes de primeras los tratas como si fueran basura, pues queda todo dicho. En concreto a mi amiga le empezaron a bombardear con comentarios estúpidos y acto seguido se ponían a hablar entre ellos en otro idioma, quedando claro que se estaban refiriendo a ella. En fin.

El volumen de la música es óptimo para enterarte de lo que hablan hasta en la otra punta de la discoteca. Llegamos y no tienen Barcelo, habiendo reservado hace una semana, los cambios de música espectaculares, parece un anuncio de antena 3. Muy bonito el sitio pero nada más. 100% no recomendable.

Era una cena en grupo. Los veganos pagamos lo mismo que el resto. Pero fuimos sentados en las profundidades del local donde no se veía el espectáculo. Cada vez que un camarero pasaba por detrás de mí, empujaba mi silla y a mí con ella. Tras esperar más de una hora, nos sirven un trozo de lasaña tan grasiento y plano que bien podría ser traslúcido. Esperé otra media hora pero el postre nunca llegó y mis oídos corrían el riesgo de ser perforados por la música de dudoso gusto. En mi huida no encontraba la salida y pude comprobar como la de emergencia estaba tapada por cajas apiladas.

Discoteca sin más, las hay mejores, ni el sitio ni la música son nada del otro mundo. Eso sí, además de pagar 14€ por la entrada te cobran 1€ por cada prenda en el guardarropas te enteras una vez dentro por supuesto. Aunque lo pongas todo junto para ocuparles una sola percha te lo separan para contarlas. Eso no es un servicio que te ofrecen, es un sacacuartos: 4€ por el chaquetón, un jersey, una bufanda pequeña y unos guantes. Después de semejante raterío te sirven una copa escasa. Y la terraza tiene calefacción para la zona donde están los porteros estupendo pero no para donde se ponen los clientes a fumar, de nuevo racaneando.

No entrarás si vas con pintas o poco arreglado, que no informal, pero si vas con estética perroflauteo, olvídate de entrar aunque tampoco creo que te interese. Cómo puntos positivos pondría la calidad del equipo de música y la decoración del sitio. Cómo puntos negativos o a mejorar diría que el ambiente es de un postureo muy grande, donde la gente va a lucirse más que a bailar o pasarlo bien. Además la media de edad por las veces que he ido, es muy baja y hay mucho niño, deberían controlar un poco eso. Los camareros muy bien, el personal de taquilla y de control de acceso, no tan bien. La entrada son 12 euros y te da derecho a una consumición, luego dentro las consumiciones son bastante caras. La música es principalmente reggaeton y electrónica comercial, si no es tu estilo, no te perderás nada más que una buena decoración.

La discoteca está emplazada en un antiguo teatro y conserva las estructuras principales aunque se han retirado las butacas y se han puesto barras en su lugar, la decoración es como si fuese un hotel y cada uno de los reservados tiene un número de "habitación". La vez que estuve había apenas 40 personas y fue algo deprimente estar alli, en un espacio tan grande tan poca gente. Tengo entendido que en días de festividades especiales se llena la sala.