Reseñas
Uno de los lugares más bonitos que he pisado en Barcelona. La cafetería es uno de mis rincones favoritos tiene más encanto que cualquier otro sitio, y encima baratísimo. La terraza un oasis de tranquilidad, ideal para tomar algo tomando el sol en un enclave mágico.
Precioso, una casa que parece de la burguesía catalana, puedes alquilar las salas, tienen clases de inglés, y diferentes idiomas, clases de pintura me a parecido espectacular, y luego su cafetería impresionante, con una terraza enorme, fuerte Preciosa, y un singular pozo. Volveré.
Es la primera vez que accedo a la cafetería del Centre Civic Can Deu. El edificio es una bella obra arquitectónica s caballo entre el neo gótico y el modernismo de la época. Conserva los suelos hidraúlicos y las vidrieras originales. En el interior del café podemos disfrutar de las mesas vintage de mármol. La terraza es preciosa y un remanso de paz. Vale la pena tomar algo alguna vez. Ahora bien, no sirven en las mesas. Mis estrellas son basicamente porque me encanta la arquitectura y los lugares emblemáticos que creo que merecen una visita como este edificio.
Lugar con una terraza maravillosa, donde tomar un café al aire libre en pleno barrio de Les corts, además la arquitectura es sublime, un edificio neogótico y modernista, con unos vitrales maravillosos, y con un suelo hidráulico precioso también, el pozo que hay con formas redondas, es divino...Total: es bonito por el interior y por el exterior, a los que nos gusta ver arquitectura y edificios emblemáticos este sin duda, es uno de ellos. Decir también que el café que sirven esta muy bueno, para los amantes del cafe como yo, es un plus.
ES-PEC-TA-CU-LAR No tiene otro adejetivo. Este palacio neogótico de principios de siglo XX es hoy un centro cívico,de modo que podremos entrar y hasta tomarnos algo en su bar a precios normales, con un jardín y una cristalera que nos robará el corazón. Para nosotros es una visita imprescindible. Si estuviera en el centro saldría en las típicas guías y seria ya solo para turistas, ¡aprovechadlo! Encontraréis grandes atractivos en este barrio.
Ayer por la noche visité Centre Cívic Can Deu, una hermosa finca modernista que durante décadas fue la residencia de la familia Deu. El patio es realmente agradable y dentro hay un bar con comida muy sabrosa y asequible. Pedimos una deliciosa tortilla de patatas, unas tostadas con salsa de tomate, queso y vermú. La atención fue excelente y el ambiente muy acogedor. Definitivamente, es un lugar que recomendaría para disfrutar de una noche agradable con amigos o en pareja.
Un lugar que me enamoró nada más verlo. Una terraza encantadora para tomar alguna cosa en buena compañía . Un espacio muy tranquilo y agradable.
El Centro Cívico Can Deu, en el bello barrio de Les Corts de Barcelona, fue convertido en Centro Cultural en el año 1984, en que la familia Deu lo vendió al Ayuntamiento de Barcelona, a quien pertenece actualmente. Fue sede hasta el año 1929 de la familia Deu. Es Bien de Interés Local. Fue el arquitecto Eduard Mercader I Sacanella 1851 - 1919, creador del bonito edificio de características neogoticas, propias de mediados y finales de siglo XIX, fue construido en 1897. En sus inicios la familia Deu fue conocida por sus destilados y famosos licores de gran calidad, fueron afianzando el negocio e iniciaron exportaciones a varios países de Sudamérica. Prosperó el negocio familiar hasta 1929. Fue inaugurado totalmente reformado en 1986. Cuenta con variadas y diferentes actividades culturales y una acogedora y agradable cafetería, remanso de paz y tranquilidad en Les Corts.
Agradable lugar, buena terraza y comida. Moritz de tirador, bocadillos y un excelente combinado de queso, olivas, embutidos y pan. Totalmente recomendado
Le doy una estrella porque no puedo menos, llegamos a las 18:45 esperamos hasta las 19 en la cola y cuándo nos toca nos dicen que no hacen más bikinis porque tienen que limpiar la máquina cuando al cliente de delante si se lo han hecho, nos dan la carta pero no podemos pedir, el chico ha decidido que se ponía a limpiar después de pedir nosotros y la compañera ha dicho que no hacían más después de hablar con él. En cuanto al café, muy buena marca pero quemado, sabía mal y estaba aguado. También diremos que la limpieza brillaba por su ausencia, tal vez la máquina de los bikinis podría esperar a que las mesas estuvieran limpias y del suelo no hablamos. Seguro no volvemos