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Reseñas, información para Casa Rural do Ouro

Casa Rural do Ouro

Sobre Nosotros

Casa do Ouro es una empresa de turismo rural situada en Aldán, una vieja villa en torno a un bello puerto marinero en las Rías Baixas.

Historia

Casa do Ouro es una empresa de turismo rural situada en Aldán, una vieja villa en torno a un bello puerto marinero en las Rías Baixas.Valles, ríos y playas de gran belleza conforman el entorno de esta casa de turismo rural que abre sus puertas a los viajeros más exigentes.

Dirección: Rúa Outeiro. Herbello. Aldán . Cangas do Morrazo.Pontevedra, 36941 Cangas, Galicia, Spain
Teléfono: 986328451
Ciudad: Cangas
Ruta: Rúa Outeiro. Herbello. Aldán . Cangas do Morrazo.Pontevedra
Código postal: 36941


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Reseñas
Lugar muy tranquilo y acogedor.Los detalles y la atención con los que regentan el hospedaje son perfectos. Da gusto relajarse en un lugar tan acogedor y pintoresco
Hemos estado muy a gusto, la habitación es muy cómoda y acogedora y la casa es preciosa, está todo muy cuidado. Además, Aurea nos ha ayudado mucho a disfrutar más de las preciosas Rías Baixas con recomendaciones geniales de lugares y restaurantes. Un placer.Habitaciones: 5/5
La casa de los horrores. Recreación de la peli de psicosis. Cátedra de todo lo que no hay que hacer para gestionar un establecimiento. Repleto de enseres inútiles de dudoso gusto. Cerraduras y cerraduras que uno tarda media hora en entrar y salir. Trato dictatorial y falto de educación de la señora, que parece que salió de la gestapo. Ya era raro que fuera el único establecimiento libre de toda la zona.
Fatal, te sientes perseguido y constantemente observado por la dueña que no parece una persona normal, No deja tocar nada, no puedes usar la cocina, te cancela el desayuno porque dice que tiene mucho trabajo, te abronca a la minima. Tuvimos que salir pitando tras la primera noche. La casa es bonita pero la estancia insoportableHabitaciones: 3/5
La habitación súper pequeña , no tiene ventana si no que es una puerta al jardín que no puedes abrir para dormir lógicamente si hace calor como me paso a mi . Con ese calor tuve en la cama un edredón muy gordo y sin posibilidad de quitarlo pues tampoco pone sabana para estar más fresco . La dueña insiste MUCHO en cerrar con llaves las dos puertas y también en dejar el cerrojo en tal posición , no se sabe porque . El tono no es agradable para nada . No nos dio desayuno porque no tenía ayuda hasta las 9.30 h yo tenía que salir antes de viaje , pero al ir a pagar a las 8:30 ella no estaba no había nadie por lo qje llame por teléfono, así se presentó ella regañándome por haber llamado . En fin , no lo recomiendo porque además de incomoda la habitación , no es muy amable la propietaria .
Casa lindísima y acogedora, con una anfitriona simpática y esmerada en ayudarnos a descubrir los mejores spots en la región. Muy recomendado a personas que buscan un alojamiento encantador con trato personal. Parece que alguna gente que deja reseñas negativas no comprende el concepto “Bed & Breakfast” - conforme al cual uno se hospeda en una casa particular, en la que normalmente viven los anfitriones a tiempo completo, lo que requiere el respeto adecuado.
Acabo de volver de pasar un fin de semana maravilloso en este remanso de paz. El entorno, la casa, el amor por los detalles, todo, absolutamente todo ha sido inmejorable y para mayor satisfacción, hemos tenido la fortuna de compartir una velada maravillosa con Aurea, la dueña, que además de ser una mujer súper especial, nos ha regalado inolvidables anécdotas y una noche para el recuerdo. Gracias de corazón, volveré muy pronto con mis niñas!
La casa es bonita y el entorno es fantástico, acogedora sería si su propietaria fuera un poco cortes, leyendo opiniones de otras personas, coincido plenamente con ellos en la gran mayoría de los casos, parecía que nos estaban vigilando, la puerta como si no supiésemos cerrar una puerta, el perro no molestarlo, y por supuesto no se podía tocar nada. El desayuno, 5€ por persona, no está mal, pero ojo! si quieres otro café, te lo cobra.... en fin, un sitio bonito, con un entorno genial, pero que dista mucho de ser confortable por el trato recibido por su dueña.
Excelente atención de la dueña. La casa está muy cuidada, limpia y bien bonita, en un entorno excelente. Una pena que no ofrecen comidas, pero no es problema, varias buenas opciones a pocos minutos. Se descansa como bebe!!
Casa preciosa. Lástima que la propietaria sea tan antipática y soberbia. Ella vive en la misma casa e impone normas absurdas: cerrar con llave el acceso principal cada vez que entras o sales; dejar la llave de la habitación sobre la mesa de recepción cuando sales, al alcanse de cualquiera; cuidado al aparcar, no mover el empedrado... No estuvimos cómodos. Parecia que nos hacía un favor por alojarnos en SU casa. No la recomiendo en absoluto. Deberian exigirse un mínimo de cualidades personales para dedicarse a la hostelería. No es sufuciente una casa bonita. Se precisa vocación, don de gentes, empatía, cordialidad.
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