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Reseñas, información para Casa Rural O Casal de Cris

Casa Rural O Casal de Cris

Historia

La casa de Turismo Rural "O Casal de Cris", es una preciosa típica casa de piedra gallega de más de 200 años de antigüedad, cuidadosamente restaurada.

Es una casa tranquila y acogedora, en plena naturaleza, con un bosque privado rodeado de árboles autóctonos y a la vez muy cerquita de la ciudad de Pontevedra, donde puedes disfrutar de unos paseos agradables por su casco antíguo, degustar nuestra rica gastronomía y refrescarte en cualquiera de sus múltiples playas.

Dirección: Castro nº5, 36120 Pontevedra
Teléfono: 629801438
Ciudad: Pontevedra
Ruta: Castro nº5
Código postal: 36120


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Reseñas
O Casal de Cris és una de las mejores casa rurales en las que he estado y probablemente unas de las más acogedoras de Galicia. Cris, la propietaria, te brinda todas las facilidades para que tú estancia sea perfecta. El trato es inmejorable. La casa es una pasada: espacios interiores y exteriores de descanso, piscina con vistas, pista de tenis e incluso un bosque que pertenece a la propiedad. Coincidimos con huéspedes muy tranquilos y amables, por lo que el ambiente en la casa era maravilloso. De total respeto y privacidad. Los desayunos son completos, saludables y caseros. Además, a 15 minutos de Pontevedra y a unos 35 de Vigo. Sin lugar a dudas, una recomendación enorme.
Experiencia fenomenal. La casa de Cris es espectacular, sin mas. Hemos idos cinco familiares, todos adultos, a cada uno nos ha gustado algo distinto: ubicación, tamaño, limpieza, comodidas y en especial la atención de Cris, de 100 puntos... repetiría sin duda.
Un fin de semana de reunión familiar que llevábamos esperando muchísimo tiempo. Afortunadamente, el lugar elegido, O Casal de Cris, fue perfecto. Una casa preciosa, amplia y confortable, y un jardín enorme lleno de rincones maravillosos en los que sentarte a charlar y simplemente disfrutar de la compañía. Gracias a la anfitriona por su disponibilidad en todo momento. Totalmente recomendable!!!
Lugar increíble para pasar unos días en Galicia. Bien comunicado, ideal para descansar y disfrutar del entorno. Cris es super atenta y te hace sentir como en casa. El desayuno casero estaba espectacular, y la piscina con vistas sin duda un lugar privilegiado. Si vuelvo por la zona repetiré seguro!
Casa rural estupenda. Es una parcela muy grande que cuenta con pista de tenis, piscina y lugares relajantes en el exterior y en el interior. La casa solo tiene 9 habitaciones, por lo que el ambiente es muy acogedor y tranquilo. Cuenta con aparcamiento y con desayuno. La dueña es muy atenta y hace la estancia muy agradable. Muy recomendable.
Hemos pasado 10 días estupendos, magnífica finca cómoda, abierta a la luz del sol en todas sus habitaciones, el espacio exterior es lo mejor hemos cenado , disfrutado de la piscina ,tomado unos gin-tonics servidos por una maravillosa anfitriona llamada Cris, su única misión es hacer que sus clientes/amigos se sientan tan cómodos como si fuera su casa, aconsejando en rutas, playas, pueblos o restaurantes.Nos llevamos el mejor recuerdo de nuestras vacaciones de esta maravillosa casa. !!! VOLVEREMOS!!!
Decepcionante! El edificio de la casa es precioso, las zonas comunes bien cuidadas y la zona exterior jardin, piscina muy agradable. La dueña es muy simpática pero no cumple con las normas de seguridad del Covid, no utiliza mascarilla y eso provoca que casi ningún huésped bajara a la sala común del desayuno con ella. No parece muy profesional. Creo que tuvimos mala suerte porque reservamos la última habitación que quedaba que indicaba que estaba adaptada para personas con discapacidad física, pero no sabíamos que eso implicaba estar en una zona exterior al edificio principal de la casa y dónde esperábamos una habitación luminosa con ventana al jardín y suelo de parqué como se ve en Booking, nos encontramos una habitación oscura cuya única ventana daba a un patio trasero de cemento y con baldosa común. Las camas no eran de calidad para un hospedaje, la televisión, una pieza de colección por desfasada. La ducha muy complicada de usar por salpicar mucho pero eso lo podemos entender por la adaptación. En cuanto al desayuno no merece la pena, muy frugal, con nada de opciones, tres tostadas contadas y cuando se preguntó por algo salado, la única opción fueron lonchas de queso para bocadillo, eso no nos pasó nunca en ninguna otra casa de este tipo. Una pena porque la casa tiene muchos atractivos.
Solemos ir a Galicia cada 5 años aproximadamente, y este año ha tocado en la provincia de Pontevedra, como queríamos zona rural, nos decantamos por O Casal de Cris en Cotobade, con muy buenas combinaciones para ir a Pontevedra y cerca de las rías Baixas. Desde el minuto 1, Cris nos atendió de maravilla, preocupándose por enseñarnos lugares de la zona y sitios tradicionales gallegos y al enseñarnos las áreas comunes ya nos enamoramos de aquel rinconcito gallego que desprende paz y tranquilidad. Las vistas eran espectaculares y el jardín que tiene junto con la piscina hace que se te pare el tiempo y las prisas. La habitación que nos dio limpia y muy acogedora, y lo que vimos fue que con mimo se preocupa por la limpieza y desinfección de todos los lugares. En resumen, gracias Cris por todas las atenciones, el desayuno también con productos naturales que estaba riquísimo, y la calidad humana de Cris y de todos los que trabajan y colaboran en el hotel es de un 10. Seguro que nos volveremos a ver.
Alojamiento con una ubicación ideal para poder disfrutar de todas las Rías Baixas. Las instalaciones y los exteriores de la casa son muy aprovechables, sobre todo cuándo hace buen tiempo. Predisposición de la dueña a darte todo tipo de facilidades para disfrutar de la zona, y ayudarte desde el minuto 1 con lo que necesites, pero ineficaz gestión a la hora de resolver problemas o episodios desagradables. La habitación se nos llenó de una plaga de pequeños escarabajos que campaban a sus anchas por el techo, las paredes e incluso llegaron a la cama y a las maletas. Sólo supo decirnos que fuésemos a buscar a otra parte de la casa un bote de insecticida que por cierto se agotó a los 20 minutos y no tenía más, decirnos que los matásemos nosotros cómo pudiésemos sin echarnos una mano, y que era normal ya que estábamos en el campo. Normal pueden ser 3, 4, 5 bichos al día porque nuestra ventana daba a una zona con mucha más vegetación, pero no echar insecticida y barrer para sacar el recogedor lleno con 150 escarabajos muertos y encontrarte algunos en tu ropa. Decidimos irnos un día antes de lo qué teníamos reservado, porque era una situación insostenible. Espero qué no le vuelva a pasar a nadie más, y que fumigue con más frecuencia para tratar de evitar que aquellas habitaciones o zonas comunes con mayor probabilidad de presencia de este tipo de bichos no se vean tan afectadas. Una cosa más, el uso de la mascarilla en los tiempos que vivimos debería ser obligatorio por toda la casa, y en las zonas comunes para todos los huéspedes. Y por supuesto, también para la propietaria.
Una casa espectacular para disfrutarla desde el minuto uno, solo o en compañía, amabilidad , limpieza, comodidad y múltiple oferta de ocio y descanso : piscina, pista de tenis, zonas de lectura, galería con vistas a la montaña, monte privado, parrilla... El baño y la habitación estaban muy limpios, la cama era cómoda, y el desayuno equilibrado y casero. Parking en la propia casa. Experiencia excepcional
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