Casa Santi

Me encanta comer allí porque todo está buenísimo y el ambiente es muy acogedor agradable y familiar.

Horrible. Abren cuando quieren, un día sí y otro no. A la semana siguiente los días que han cerrado están abiertos y te cierran otros. Los productos del DÍA que tienen enfrente, además ni disimulan al servirlo, cobrando primeras marcas, un disparate. Las tapas de baja calidad, todo congelado y nada que se pueda destacar de toda la carta. Triste presentación y sabor. La atención es escasa, un día te sirven bien y otros ni te miran a la cara. Además no hay ni un solo profesional como camarero, y sé de lo que hablo ya que me dedico a ésto, aún que hacen lo que pueden. No lo recomiendo.

Un lugar agradable donde degustar las tapas de su elaborada carta. Todo riquísimo, buenos precios, personal atento y amable. Siempre que voy a Sevilla lo visito para saborear sus tapas.

Fuimos anoche 5 personas a cenar pedimos un plato de lagartito y venían 5 trocitos, eso sí, muchas papas. Las salsas son compradas en el supermercado Día que nos pusieron los botes en la mesa, pasan las cartas de papel manuseadas de mesa a mesa, sin cambiarlas, la mitad de la carta no hay y la mitad de bebidas tampoco, veo muy caro por un plato, media ración, dos tapas y 3 Cocacola 35€, lo veo caro ya que las tapas eran enanas y el plato parecía una tapa. No sé cómo sobrevive este bar abierto.

No está nada mal. Comida muy buena. Si hay que destacar algo negativo, podrían ser sus precios, que en mi opinión no son acordes a la zona en donde se encuentra mas bien caro pero esto no es motivo para no ir y disfrutar de su carta. Recomendable.

Un buen sitio para comer, variedad y rica, buena atención muy atento al cliente. Volveremos sin duda

Tapas muy elaboradas. Personal muy atento. Relación precio-calidad muy bueno. Recomiendo las croquetas y el solomillo con pasas y piñones. Fácil aparcamiento. Situado en plaza de barrio, donde podrán jugar los niños.

Cierto es un bar austero, lo que hace junto a su ubicación que la cocina te sorprenda aún más. Todo está de diez, tanto la creativa como la tradicional, trato agradable, precios economicos, una plaza tranquila, y una localización en la que es fácil encontrar aparcamiento. Ideal para comer bien y estar agusto

Magníficas croquetas, me quedé con ganas de probar las de fresa. Unos bombones de merluza con salsa de nécora esquisitos y unas albóndigas que no son redondas como las habituales, muy ricas también. El revuelto de algas con gambas, diferente y ligero. Además también probamos un potaje con unos garbanzos chiquititos muy ricos. Hasta el pan es del bueno.

Todos los platos buenísimos. Calidad y elaboración estupenda . El servicio también muy bueno. Sitio muy aconsejable para tapas de siempre y de cocina creativa.