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LA VUELTA AL COLE EN CENTRO OPTICO OPTIVISTA

Una buena visión es indispensable para el aprendizaje de los niños y su capacidad de lectura. Las anomalías visuales más comunes en la infancia como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, pueden ser una de las causas más importantes de un bajo rendimiento en la primera enseñanza.
A menudo los padres y educadores olvidan que los problemas de visión de los niños pueden ser una de las causas de los problemas escolares.

Según recientes estadísticas, al menos un 25% de los niños en edad escolar tienen problemas visuales que afectan a sus estudios.
Durante la etapa escolar del niño y dado al gran número de horas que el pequeño estudiante dedica al trabajo en visión próxima, los problemas visuales aparecen con mayor facilidad.

Actualmente, todos estamos sensibilizados con la importancia de que nuestros hijos tengan la mejor agudeza visual. Nos preocupa que el niño vea bien lo que tiene alrededor, y en relación con la escuela que vea la pizarra desde el pupitre sin problemas. Pero lo que no tenemos en cuenta es el tiempo que va a dedicar el niño a esa distancia y cuantas horas va a destinar a leer, escribir, dibujar, estudiar, en resumen, a aprender a utilizar su sistema visual en visión próxima. Es más que probable que el 80% del tiempo escolar sea dedicado a trabajos en distancias próximas, lo cual puede crear unas demandas visuales superiores a las capacidades del niño, ya que su sistema visual todavía está en desarrollo, produciendo así un estrés visual.

La carta de Snellen, o de las “E”, usado normalmente en las revisiones de las escuelas, solo detectan entre el 20 y el 30% de los problemas visuales de los niños. Con este examen solo controlamos la agudeza visual de lejos. Un niño puede pasar este test sin problemas y en cambio continuar teniendo alteraciones visuales que le perjudiquen en la escuela.
Una temprana corrección y detección de un problema visual es esencial porque el desarrollo del sistema visual no está completo hasta los nueve años. Muchos trastornos de la vista no se exteriorizan hasta el cuarto o quinto curso, cuando la letra de los libros de texto se hace pequeña.

Los escolares con problemas visuales empiezan el curso siempre con desventaja frente al resto de sus compañeros, aunque tengas la misma capacidad de estudio e interés por las asignaturas. Su problema además se agrava porque un niño nunca dirá que ve mal, por la sencilla razón de que muchas veces ni el mismo lo sabe.
A partir de los cinco o 6 años es cuando se inicia una autentica revolución en los hábitos de los más pequeños. La utilización continua de la visión cercana es fundamental para el aprendizaje. Se empieza a leer y escribir a pocos centímetros de los ojos y actualmente a utilizar el ordenador. Todo un reto para la visión. Es en esta época un momento importantísimo de efectuar una revisión de la vista en profundidad.
Tanto si esta revisión ocular detecta problemas o no, es aconsejable seguir una serie de hábitos de conducta, postura y estudio que eviten la aparición o el agravamiento de los problemas oculares y que permitan desarrollar y mantener una serie de habilidades visuales tales como los movimientos de seguimiento, de fijación, flexibilidad acomodativa o destreza para variar el enfoque según la distancia del objeto observado, visión en relieve o estereopsis o capacidad para ver en tres dimensiones, campo visual, binocularidad o capacidad de sincronización eficiente en el funcionamiento de los dos ojos. Atención para realizar una actividad continuada, agudeza visual de lejos y cerca, memoria visual, visualización o destreza para formar imágenes mentales, etcétera.
Todas estas habilidades visuales son necesarias para el buen rendimiento escolar y deben ser evaluadas mediante tests específicos apropiados para cada edad.

A continuación presentamos una guía sencilla y práctica que permitirá hacer un chequeo a niños por parte de sus padres o educadores, para saber si es conveniente una revisión visual:

_ Desvía un ojo
_ Se frota los ojos
_ Movimientos de cabeza al leer
_ Fatiga visual
_Visión doble
_ Ve mal de lejos
_ Omite palabras
_ Falta de comprensión
_ Cierra un ojo cuando lee
_ Parpadeo frecuente
_ Añade palabras al leer
_ Es aficionado ala lectura?
_ Salta de renglón al leer
_ Le molesta el sol
_ Baja comprensión de la lectura para su edad
_ Tamaño de letra irregular e inconstante
_ Tuerce la cabeza al leer
_ Se acerca a la televisión
_ Se pierde entre líneas
_ Se tuerce al escribir
_ Picor, escozor, lagrimeo
_ Se acerca al libro
_ Mezcla sílabas al leer
_ Se sale al colorear
_ Se distrae fácilmente
_ Se le puede calificar de inteligente pero vago
_ Escasa atención en las tareas visuales
_ Mala relación esfuerzo/resultados
_ Posturas forzadas
_ Dolores de cabeza
_ Invierte letras/sílabas
_ Visión borrosa



Si su hijo o hija presenta alguno de estos síntomas, es posible que tenga problemas de rendimiento visual además de una posible disfunción visual o ametropía, y sea por tanto necesaria una visita al Óptico-Optometrista para que realice un completo y minucioso examen visual.
A parte de las ametropías visuales más comunes como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, existen también otras anomalías visuales quizás más importantes y sobre todo más delicadas como son el estrabismo o la ambliopía (ojo vago), problemas binoculares como la acomodación (enfoque) y/o la convergencia, que de no ser tratadas a tiempo y en edades tempranas pueden ser con los años irreversibles y causarnos graves trastornos visuales.
Actualmente una detección precoz y un tratamiento efectivo puede ahorrarnos graves problemas. Las lentes de contacto y la terapia visual según en que casos puede evitar soluciones tan drásticas como una intervención quirúrgica.
Ante cualquier anomalía visual no debemos dudar en visitar un especialista de la visión y así prevenir cualquier problema futuro.

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