Corral de la Morería, flamenco en Madrid

La atención de primera y la comida deliciosa. El gazpacho era refrescante. Tenía buena perspectiva para ver bien. Mucho sentimiento y pasión. Me fascinó sus bailes. Pero, es muy recomendable comer rápido. Cuando el show comenzó, la luz no era suficiente para la comida.

5 estrellas para el espectáculo y 2 para el restaurante. Nos tocó en una mesa al final del local, por lo que la visibilidad era muy reducida tampoco veíamos las piernas de los bailaores de la rodilla para abajo, solo veíamos cabezas de gente. El aforo es excesivo para el tamaño del local, no hay ningún tipo de intimidad para cenar, pues las pequeñas mesas están colocadas a 20 cm unas de otras. Coincidimos con varias cenas de grupos de extranjeros bastante ruidosos, apenas nos oíamos al hablar entre nosotros. La comida está muy buena y el servicio de los camareros es impecable, pero no es nada barato 5'80 € una botella de 1 litro de agua. El espectáculo de flamenco es alucinante, la calidad del los artistas es 10/10. Una pena no haber podido disfrutarlo al 100%.

Es una alegría para la Cultura tanto del Flamenco como para la cultura Gastronómica la reapertura del CORRAL DE LA MORERIA . Hay opción de cenar viendo espectáculo de altísima calidad ,parece un espectáculo solo para turistas pero recomiendo encarecidamente a cualquier madrileño que lo visite y lo disfrute , es nuestra cultura elevada a la excelencia. En cuanto al restaurante que ganó una estrella michelín justo antes de la pandemia no me cabe duda que es merecedor de dos. El chef David Garcia realiza unos platos extraordinarios, deliciosos, sorprendentes y el sabor de cada uno estalla en la boca. Sus caldos son sencillamente magistrales soy habitual de restaurantes con estrellas michelín muchos y muy buenos en toda España y nunca en ninguno , he encontrado la delicadeza y concentración de sabor que David consigue. El Sommelier Santiago es un erudito de los vinos, aunque su amor al Vino de Jerez y de Montilla Moriles destaca sobre los demás. El maridaje absolutamente recomendable saca recuerdos del interior del Alma. La familia del Rey , La madre Blanca directora artística, Juan Manuel y Armando y el padre fundador fallecido hace décadas deberían estar en el altar de los Madrileños ilustres. No debería haber madrileño que no haya probado el Corral, volverán los tiempos en el que no se podrá entrar por turistas europeos y americanos y entonces os arrepentiréis de no haberlo probado ahora.

En nuestras vacaciones por Europa nos recomendaron en el hotel que alojamos Westin Palace el restaurante y espectáculo de Flamenco Corral de la Moreria, se reservo en el mismo hotel y concurrimos. Siendo el ingreso a las 21.00 hrs. Previo al espectáculo cenamos con una carta excelente de vinos, sangrías y otros bebestibles, al ser un restaurante de la guía Michellin nos entregó unos sabores increíbles desde entradas, plato principal y postre, realmente muy buenos carnes, pescados, mixtura de vegetales, etc pero lo que nos dejó con la boca abierta su excepcional pieza de flamenco presentada, sus integrantes adjunto foto del elenco nos presentaron un espectáculo magistral, cantaores, bailaores, guitarras y percusión en un todo, la complicidad de sus movimientos, sus miradas y entrega total en el escenario hicieron de la noche algo que difícilmente podré olvidar, los recomiendo y me quedo mezquino con cinco estrellas en este caso, bien por la cultura española y su flamenco. Restaurante con decoración típica de Madrid con recuerdos de personas famosas que han pasado por el lugar. Los felicito.

El espectáculo vale la pena, los bailaores son increíbles y sin ninguna duda hacen valer el título de mejor tablao flamenco! Sin embargo, la cena me defraudó. Nada que ver con lo que se espera de un restaurante con estrella Michelin. Sí, la calidad de la comida y ejecución era perfecta, pero el menú era muy básico y no hubo nada sorprendente. Lo sorprendente fue la cantidad de mesas, es excesivo y muy incómodo no tener una mínima intimidad. Además los camareros aunque eran muy correctos no tenían concomiendo alguno sobre vinos, lo cual también es poco habitual. Si no fuera por el espectáculo, la experiencia habría sido decepcionante. Tal vez tenía expectativas demasiado altas. :

La experiencia es inolvidable. Fuimos a cenar al ultimo turno, sobre las 21:25. Hubo un par de detalles que nos dejaron un poco descolocados. En primer lugar, llegamos unos 15 minutos antes y no nos dejaron pasar. Después de dar una vuelta, hubo un camarero que nos vio fuera y cerró la puerta porque entraba el frío. Entendimos que aún no podíamos pasar, y al rato cuando vino un grupo y entraron directamente, nos dimos cuenta que mucha gente ya había entrado. El otro tema era que no nos avisaron de cuándo iba a ser el espectáculo, así que estuvimos toda la cena pensando que comenzaría en breves. Finalmente, empezó a las 23:15. Volviendo a la cena, pedimos el menú Soleá para los cuatro. Es el menú más corto, y permiten que cada persona de la mesa pida uno. Los otros menús son el de degustación, sin gluten, vegetariano o el alegrías. El menú se compone de un entrante, un principal y postre, con dos opciones por cada plato. Las bebidas y el pan no están incluidas. Pudimos probar todas las opciones: -Sopa de castaña glaseada. Fue lo mejor de la cena, con muchos matices y distintas texturas: parmentier de coliflor, verdura crujiente y mollejas de pato. La ración nos pareció bastante corta de cantidad, llegando a creer que nos íbamos a ir con hambre. -Tarta de quesos ahumada con tomates y salazón. Es el otro entrante del menú. Tiene una crema de queso en el fondo y encima están los tomates y encurtidos. Y llegando a los principales: -Presa ibérica asada. Al inicio de la cena preguntan el punto de la carne. Esta ración es muy abundante. Tiene una base de parmentier de patata y un raviloli de setas. Tuve la mala suerte de ser la única de la mesa que se encontró tierra en esta elaboración. La carne es de primera calidad. -Salmón a la brasa. Servido con crema de puerro y col. La ración también es abundante y con buenas materias primas. Por último, los postres: -Chocolate en 5 texturas. -Torrija caramelizada. Para mi gusto la torrija es demasiado grande, pero está muy rica junto al helado. Preferiría redimensionar las cantidades, poniendo la mitad de tamaño de la torrija y aumentando el tamaño del entrante. Por último comentar que solo hay un tipo de pan, tipo hogaza. Me gustaría algo más de variedad, con opciones de masa madre. En general, la comida está muy rica y el espectáculo es el gran protagonista de la cena.

Antes de hablar de comida, lugar y espectáculo, quiero dedicar un agradecimiento a Alejandro, que entre bromas nos reímos "El Heredero del Corral" que hizo de la noche un gran recuerdo. La comida en tres de sus distintas degustaciones, fenomenal. Lleve a mi madre de visita que llego de México unos días antes con la intención de mostrarle el mejor tablao de Madrid. Los artistas desempeñaron al canto guitarra y baile un show que se nos quedara grabado y recordaremos al escuchar flamenco. De hecho se fue la luz hecho histórico según dijeron durante la cena, pero todo fue manejado excelentemente.

Mismo lugar para el restaurante y espectáculo. En función de donde se sitúe la mesa puedes ver mejor, o peor, el espectáculo. Referente a la comida, muy rica, buena cantidad y calidad. Nosotros cogimos el menú Soleá, el más económico, 48€ por persona más bebida. El espectáculo se nos hizo corto, una hora de duración. A pesar de la duración, un buen espectáculo. Precio del espectáculo 48€ por persona. Como mala reseña la cercanía entre las mesas. No se podía tener una conversación tranquila sin escuchar a los comensales de al lado. Menos de 50 centímetros y no exagero. Camareros muy serviciales y agradables. Bajo mi punto de vista, en cómputo, quizá demasiado caro para lo que es.

Accedí a ir a este espectáculo porque una amiga extranjera quería ir, pero esperaba encontrarme una atracción de guiris y para nada. Fue un espectáculo increíble y la comida estaba buenísima. Muy auténtico y la verdad es que merece la pena a pesar de ser bastante caro.

El espacio gastronómico del corral de la moreria es una experiencia increíble. Se trata de un acogedor espacio con mucho encanto para un máximo de 8 comensales por servicio. El chef David García propone un menú degustacion lleno de sabor, buen gusto y bonitos emplatados. Tanto el servicio como la atención en sala son inmejorables. Disponen de una amplia carta de vinos con productos muy originales. Después de la cena, pasas a ver el espectáculo de flamenco. Que te guste este arte o no, saldrás fascinado. Sin duda la experiencia que vas a vivir en este lugar va a ser algo que recordarás siempre. Es algo que no se puede describir en una reseña. Hay que vivirlo y disfrutarlo in situ. ABSOLUTA parada obligada para todo amante del arte y la gastronomía de nuestro país. Enhorabuena al chef, equipo, artistas y a la propiedad. INMEJORABLE!!