Humilde y Antigua Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, Purísima Concepción de María Santísima y San Juan Bautista.
ORÍGENES DE LA HERMANDAD
Teniendo en cuenta la fecha de realización de la Sagrada Imagen del Cristo y los datos facilitados por el que fué archivero del Arzobispado de Sevilla, D. Antonio Hernández Parrales, sobre el año 1500,un grupo reducido de hombres religiosos -gente del campo y del río- con fines piadosos y benéficos, siguiendo las orientaciones y las predicaciones de los PP. Franciscanos, se congregó teniendo "su principio en una unión de fieles dedicados a darle culto al Señor y del mismo modo continúan"...Y se reunieron para orar, juntos, en su recoleta Ermita de San Juan Bautista o del Cerro, poniendo ante el pueblo la imagen del Cristo crucificado de la Vera-Cruz, que simbolizaba sus sentimientos religiosos... Y se constituyen en Hermandad, con el noble deseo de manifestar su fe cristiana, de practicar la caridad, de hacer penitencia en tiempo de pasión, de socorrer a los hermanos enfermos y enterrar a los difuntos. Dando, además, culto a la sagrada imagen, que "era la expresión de la espiritualidad y de la vida de la Hermandad y una catequesis sensible del misterio que se representa. El arte estaba al servicio de la fe..."
Numerosos documentos dan fe de su existencia en el siglo XVI, como el que hace referencia a que en dicho siglo la Cofradía solicitó que su ermita estuviese agregada a la Basílica de San Juan de Letran para gozar de las indulgencias que los Papas habían concedido a dicho templo. De ahí que la ermita se denominase de San Juan Bautista.
La Vera-Cruz de Coria del Río siguió los fines marcados por la Hermandad de Sevilla, para su fundación... Sus primitivas Reglas, perdidas o extraviadas desde 1778, encuadernadas en piel, con hierros dorados, escritas en letra gótica sobre pergamino e iluminadas las letras iniciales de los capítulos, eran una copia fiel de las Reglas de la Cofradía matriz, como hicieron todas las Hermandades veracruceras, y por ellas se regulaba "todo el quehacer de la Hermandad" ; su organización interna, sus fines tanto culturales como asistenciales, se ajustaban todos los aspectos propios para el desarrollo de las actividades religiosas.
Y nació la Cofradía humilde y pobre, inmersa en el espíritu franciscano, sobreviviendo de limosnas y de alguna capellanía fundada en su Ermita.
La Cofradía, eminentemente penitencial, de disciplina, en sus orígenes -se hará más devocional en los siglos XVII al XX-, vivía una Semana Santa severa, viviendo la humanidad de Cristo y su pasión.
Otros datos históricos:
Desde el siglo XVI la Hermandad realiza una procesión el Jueves Santo, celebra la festividad de San Juan Bautista en el mes de junio y la Exaltación de la Santa Cruz en septiembre.
En el primer tercio del siglo XVII se agrega al título de la Vera-Cruz, el de la Purísima Concepción de María Santísima, a partir de cuyo momento se le da culto y veneración a la Virgen María en el Misterio de su Concepción Inmaculada.
Durante los siglos XVII y XVIII la Hermandad goza de una buena vitalidad en todos los sentidos, percibiendo ingresos incluso por el ganado que tenía en propiedad.
Ya en el siglo XIX entra en decadencia, tras la desamortización de Mendizabal, decadencia que perdura hasta que en el segundo tercio del siglo XX comienza una recuperación que hoy continua.
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