Crudo Bar

La comida estaba muy buena y los camareros fueron amables. Sin embargo, no puedo poner más de 3 estrellas porque la cena se nos hizo eterna y terminamos bastante aburridos por la situación. Empezando por las cantidades y el precio. Pedimos un menú degustación de 6 platos y tardaban mucho en retirar un plato y poner el siguiente, mucho tiempo, de verdad. Se nos pasaba el hambre, y eso que las cantidades son muy muy escasas. Porque a excepción de los mejillones, eran platos con cantidades muy pequeñas. Siendo que eran platos para compartir, opino que deberían aumentar las cantidades. Y en este sentido, por el precio no nos mereció la pena, y eso que hemos probado bastantes menús degustación en restaurantes buenos, pero aquí no vimos que acertaran en la relación cantidad-precio. Pero si encima de que las cantidades son muy justas la comida tarda tanto en salir entre plato y plato... Se hace eterno y aburrido, no apetece volver así. Debo decir que al pedir la cuenta uno de los camareros se disculpó por la espera de uno de los platos, afirmando que había habido un problema con uno de los camareros porque era nuevo. Pero la verdad es que esto ocurrió prácticamente con todos los platos.

Comimos croquetas, la de langostinos con ajetes estaba muy rica. Después pulpo, estaba tierno y bueno, aunque un poco soso. El arroz sabroso y abundante. Por último los postres, brownie y torrija, diferentes y muy buenos. Con el descuento de el tenedor se queda genial de precio. Para repetir.

Conocía Crudo de su anterior localización y ahora tiene un local mucho más grande, aunque creo que la relación calidad-precio ya no es tan buena como antes. Son precios elevados y raciones escasas aunque la comida está en general rica. Me gustó especialmente el tataki de presa ibérica y las ostras. La salsa picante que había en diferentes platos como el tataki de atún o la crema de naranja con caballa plato que no me gustó nada, el sabor de la crema me resultó desagradable no fue tampoco de mi agrado y te forzaba a comer picante aunque no se mencionaba en la descripción de los platos. La tarta de queso es en realidad una mousse y está rica.

Un restaurante chiquitín y muy mono en pleno centro de Valencia. El servicio excepcional, el camarero muy atento en todo momento y súper pendiente. Comimos muy bien y todo muy rico. Adaptan los platos a las intolerancias o alergias alimentarias que tengas y la verdad es que se agradece. Estoy contenta de haber descubierto este local.

Si te gusta el crudo, la oferta es muy variada y bien presentada. El local tiene su encanto y está muy bien ubicado. A destacar la tiradilla de caballa sobre salsa de naranja y el tartar de atún...

Local muy diferente a lo típico que se encuentra por la zona. Muy buena gastronomía con productos crudos, Piscos peruanos excelentes y el arroz de gambón espectacular. Totalmente recomendado!

Un menú sencillamente excelente, conciso y muy bien seleccionado. Con productos absolutamente frescos y de temporada. Color y fusión de sabores sobresaliente. Decoración y detalles que invitan a entrar y llaman la atención de su público. Un secreto fantástico en el corazón de la Valencia histórica y mágica. Personal competente y profesional. Sigan así

Muy buen lugar y muy acogedor!!! La comida espectacular todos los platos y el postre con la torrija bestial!! Sin duda volveremos a probar más cosas. Les doy un 8

50/50.El restaurante pequeño y espectáculo. nos gustó mucho ostres creo que mejores que hemos probado. También postres y wok. Algo imprescindible te es tatami de atún. Personal es muy atenta y amable. El lugar es muy especial, tengo dudas...

Está todo riquísimo. Lo mejor: Causa de atún escabechado que está calentito y realmente no me podía creer que es atún y no carne. Pero todos los platos estaban buenísimos. Las recomendaciones del camarero acertaron.