DulceChacon's

Historia

DULCECHACON’S
En un lugar maravilloso de un país muy lejano existía un pequeño paraíso: el paraíso de los dulces.
Su colorido, su dulce olor y su maravilloso sabor lo hacían un lugar inigualable.
Sus flores eran piruletas, sus pequeños habitantes ositos de gominolas, sus ríos de chocolate, sus montañas eran bizcochos, sus nubes algodón de azúcar que llovían fideítos de colores,…
Un día en aquel lugar se encontraron dos niñas muy golosas, Jesica y Joana, que pronto se dieron cuenta que no solo su apellido, Chacón, les unía sino también su loco amor por los dulces.
Las dos niñas fueron a pasear por aquel lugar mientras cogían flores de muchos colores.
De repente a lo lejos, encima de una montaña vieron algo brillar. No duraron un segundo en subirla para ver de qué se trataba.
Al llegar a la cima pudieron ver como un nuevo dulce había llegado a ese lugar.
Era pequeño, pero su apariencia hacía que fuese enorme. Sus colores y su agradable olor invitaba a probar aquella pequeña delicia.
Al darle el primer mordisco las niñas sintieron una enorme explosión en sus paladares, que nunca antes habían sentido.
La curiosidad por ese pequeño manjar las envolvió locamente. Saltaban de alegría, desprendían una felicidad jamás vista en ese lugar. Y de repente se dieron cuenta que al otro lado de la montaña, estaba todo el valle lleno de estos pastelitos, cada uno con un hermoso vestido, y diferente uno de otro (de chocolate, de vainilla, de frutos rojos,..) a cada cual mejor.
Las niñas después de haberse encontrado con ese pequeño gran tesoro no dudaron en buscar cuál era el secreto de su receta.
Estos pequeños manjares, CUPCAKES, contenían ingredientes muy especiales: 25% de amor, 25% de ternura, 25% de paciencia y 25% de bondad.
Y así, estas dos pequeñas grandes niñas empezaron a crear estos pequeños manjares para que todas las personas cercanas a ellas, y todo aquel que quisiese pudiera probarlo.
DULCE FINAL
‘’Aquellas personas que quieran entrar en nuestro dulce mundo solo deben dar un pequeño y suave bocado, cerrar los ojos, dejar volar su imaginación y dejar hablar a su paladar. Pero tengan en cuenta, que una vez dentro, no desearan salir.’’