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Reseñas, información para El Chato - San Mamés

El Chato - San Mamés

Sobre Nosotros

Tapas y Raciones



"Taberna El Chato San Mamés, punto de encuentro para adultos en el Valle del Lozoya, para comer o cenar de raciones o picoteo con un buen ambiente.Pantalla gigante para ver eventos deportivos, musicales y tomar copas en las noches de la sierra madrileña.Ven a conocernos¡Te sorprenderemos!BarraPunto de encuentro en el Valle del LozoyaPara disfrutar en compañíaEl Chato es un acogedor rincón en el pequeño pueblo de San Mamés."
Dirección: carretera de pinilla n2, 28739 San Mamés, Madrid, Spain
Teléfono: +34918695275
moc.kooltuo@otahcle
Ciudad: San Mamés
Ruta: carretera de pinilla n2
Código postal: 28739


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Reseñas
Lugar bastante agradable con buena decoración al estilo rural típico de la zona. Tienen dentro al fondo una terraza cerrada. Camareros simpáticos. Alguno quizás demasiado. Al pedir la bebida nos pusieron un caldito que estaba muy bueno y un poquito de pan con salchichón, cosa que se agradece. Probé la hamburguesa de buey y me gustó, aunque me esperaba algo más con las expectativas que me había despertado el sitio. Buena carta de vinos y cervezas bien tiradas. La tarta de queso no merece la pena, siendo sincero. Admisión de niños: Todas las edades Acceso para sillas de ruedas: Accesible.
Una muy buena experiencia. Es un local pequeñito y familiar. La comida estupenda, quiero destacar las berenjenas y las gambas a la plancha. El precio ronda los 20 o 25 euros por persona lo cual me parece más que correcto acorde con la calidad que ofrecen. Sobre todo en fin de semana es obligatorio reservar. Desconozco si tienen menú del día. Un sitio recomendable.
Bar-restaurante con barra para tomar algo que cuenta con una comida deliciosa y un trato del personal hacia el cliente maravilloso. Imperdible. De 10. Aparcamiento: Aparcamiento al aire libre junto al restaurante. Acceso para sillas de ruedas: Acceso para sillas de ruedas.
Estupendo sitio para comer, todo riquísimo, el chuletón, bacalao, croquetas.... Recomendable 100%. Ole la simpatía del personal.
Un sitio perfecto. El personal es muy amable, la calidad de la comida excelente y el tamaño de las raciones muy generoso. Además tampoco es caro. De la hamburguesa de buey no he podido hacer foto. Si bien es cierto que la presentación es “normal” la carne es realmente buena y eso es lo que más vale en una hamburguesa. Estoy seguro de que volveré con más amigos.
Lo conociamos desde hace unos años, hemos venido en varias ocasiones por que la verdad que es un sitio que merece mucho la pena. Nada mas llegar de hacer la ruta de la chorrera un botellin de mahou helado! sensacional. Habiamos reservado y nos ubicaron en la terraza, la verdad que super bien gracias a que el tiempo nos acompañó. El servicio muy atento y simpatico, nos trataron fenomenal. Nos ofrecieron unos torreznos fuera de carta que estan para repetir!, las croquetas y las hamburguesas super buenas y el chuleton de primer nivel. Sitio al que hay que ir estando por la zona, valor seguro!
Es un espacio muy agradable, con una decoración interesante formada por piezas antiguas. La comida rica, sobre todo, las croquetas de boletus y las de puerro y los callos. Los postres, también ricos, como el arroz con leche y el flan de queso. Lo mejor de todo, el trato que nos ha dado la persona que nos ha atendido. Gracias Ana.
Buen bar para coger fuerzas y hacer rutas por la zona, o para recuperar fuerzas tras una ruta. No comí allí pero tenía buena pinta. Tienen pinchos variados y un local muy bien decorado. El pueblo donde se encuentra es pequeñito y merece la pena dar una vuelta por sus calles.Servicio: 5/5
Fuimos de excursión por la zona y buscando un sitio donde comer reservamos en este restaurante: todo un acierto. Destaco los canelones, muy originales, las gambas y unos callos mucho más que correctos. La carne chuletones estaba perfecta. Y todo esto acompañado de un servicio excelente.
No dejan entrar con perros, tampoco tienen cartel que indique eso, pero es el único restaurante de un pueblo que tiene una ruta y donde mucha gente viene con perro. Tampoco quieren montar terraza, teniendo mesas, sillas y espacio para eso. Un dueño tan poco flexible que parece que no quiere currar. Pedimos bocadillos y parece que también les molesta. En fin, una mala experiencia, menos mal que un camarero jovencito que hay en barra sabe tratar con el público y hemos podido comer algo.
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