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Reseñas, información para El Corralón del Embalse

Sobre Nosotros

Restaurante de comida tradicional, especialidad en carnes a la brasa. Situado en el excepcional paraje del valle de Lozoya junto al embalse de Pinilla



"Es un antiguo pajar con un entorno privilegiado, al borde del Embalse de Pinilla del Valle y en pleno corazón del Parque Nacional del Guadarrama, rehabilitado y convertido hoy en un original y acogedor restaurante. Con unas vistas espectaculares ideal para comidas y eventos, además podrás celebrar una boda encantadora al atardecer con las montañas y el embalse de fondo."
Dirección: 28749 Pinilla del Valle
Teléfono: 918 69 34 38
Ciudad: Pinilla del Valle
Código postal: 28749


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Reseñas
Buena relación calidad precio pero el día que estuvimos estaban escasos de personal y la atención fue desesperadamente lenta. A pesar de que solo había 4 parejas comiendo dentro, como las mesas libres eran grandes nos ofrecieron la posibilidad de comer en la terraza un día de mucho calor, nos recibieron muy bien pero tardaron mucho en coger la comanda y tardaron mucho entre plato y plato. Y cada vez con más calor. La comida esta rica, pero debería mejorar los tiempos.
Un sitio de comida tradicional donde comer muy rico. La casona donde está es restaurante es espectacular por dentro y la tienen muy cuidada, tiene una gran chimenea, creo que en invierno tiene que ser una gozada. La comida muy bien, todo muy correcto y el servicio muy atento. Volveremos muy pronto.
Una atención buenísima, calidad, todo muy rico, muy recomendable, con una decoración y entorno muy agradable, comimos al lado de la chimenea unas croquetas de boletus con un bechamel espectacular; el chuletón en su punto, tierno,de buen sabor, la morcilla también están buenísima. Desde luego ideal para comer y disfrutar de un buen día.
Antiguo pajar reconvertido en un acogedor restaurante junto al embalse de pinilla, probamos sopa de cebolla, chuletón de la sierra y de postre brownie y natillas con frutos rojos. Todo buenisimo, si vives o estás por la zona no te lo puedes perder
Gran restaurante con un espacio acogedor que te invita a disfrutar de una buena comida. Disponen de chimenea que aporta un toque extra a ese ambiente cálido. Servicio atento y amable, genero correcto! Gracias
Sitio muy recomendable si vas a comer por la sierra. La atención fue maravillosa y el local es bonito/acogedor. Tomamos las croquetas de jamón y puchero las de jamón nos gustaron más, las berenjenas en tempura y después tomamos chuletón y cachopo para compartir. De postre las natillas algo liquidas, pero muy sabrosas y la tarta de queso
Sitio encantador, con un ambiente muy cuidado. No está masificado, lo que se agradece bastante. Las croquetas de boletus buenísimas y el coulant de chocolate espectacular.Comida: 5/5
Buen sitio para comer. Atención muy buena, los camareros atentos y simpáticos. La comida muy buena, nos han dicho que hemos tienen un hueco proveedor de carne y estaba muy buena. Mejor el entrecote que el chuletón.
Llevábamos tiempo queriendo conocer este restaurante del que nos habían hablado muy bien. La casa por dentro recuerda a las del Valle de Aran, cuidada y con la decoración perfecta para no desentonar. Punto favorable es que dejaban pasar perros, la nuestra estuvo dormida a los pies de nuestra mesa con un cuenco de agua para perros que amablemente le trajeron las camareras. Las setas de temporada, con senderuelas, setas de cardo y boletus estaban rehogadas de forma exquisita. El chuletón de vaca de la sierra trajo el punto de la carne ideal, como la pedimos, poco hecha, jugosa, tierna excepto donde encuentras los pocos nervios que tiene. Como pedimos también el panaché de verduras pedimos que nos pasarán un poco más la carne y para grata sorpresa nos trajeron el plato con refill volvieron a llenar la guarnición, patatas a lo pobre y pimientos de piquillo La tarta de manzana que compartimos estaba ok. Volveremos, sin duda! Comimos muy cómodos
El local está muy bien ubicado. El interior es bonito, cuidado y con toques originales. La carta es corta pero cumple con las expectativas. Me gustaron las croquetas aunque las de boletus estaban algo frias, el pollo en pepitoria y los judiones. La bodega también es corta pero correcta. No me gustó el café de puchero. Es imprescindible reservar, sobre todo para el turno de 15:30
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