El Privé

No suelo ser exigente con la comida, y tiendo a tolerar muchas cosas en un servicio, pero aquí me he sentido muy ofendido y mal atendido, y robado, porque caro, es caro. Si te gustan los sitios de moda, con pinta discotequera e ir de "guay" con tus amigos o amigas a un sitio con nombre "chic", Privé es tu restaurante. Llegamos, nos pusieron en el centro de la primera sala la entrada. Nos sentamos y nos dimos cuenta de que las sillas y la mesa eran muy bajitas tanto, que a mi pareja que mide 1.60cm las rodillas le salían por encima de dicha mesa. No teníamos dónde colocar las chaquetas. Vemos que la "carta" es una selección de 3 entrantes, 3 platos fríos, 3 calientes y 3 postres. En lugar de "a la carta" tendría que poner "Selección de la carta". Pedimos, y el entrante estuvo bien, una ensalada de rúcula con queso de cabra. Llega el segundo, nos llegan unos uramakis de foie que no habíamos pedido, y nos los cambiaron por los que sí habíamos pedido. Como tardaron muchísimo más de la cuenta, nos regalaron una copa de vino rosado. Más adelante, llegó el segundo caliente, entrecot con verduras, que creo que ha sido el peor que he probado en mi vida. Las verduras estaban duras. Acabamos el plato y estuvimos 20 minutos o más sin que nos ofrecieran los postres, por lo que al final mi chica optó por llamar a una de las camareras y pedimos la cuenta. La cuenta tardó unos 25 minutos en llegar, y otra de las camareras vino mientras esperábamos a ofrecernos los postres muy mala comunicación interna. Volvimos a pedir la cuenta, que llego 10 minutos después. En resumen, quería pasar una velada romántica y agradable con mi pareja, y acabé en un sitio incómodo, 3-4 camareras que estaban ausentes y que hacían las cosas muy lentas en la barra, hablando y, por consiguiente, un mal servicio. Comida que bueno, no está para tirar cohetes, pero es excesivamente cara. Lentitud que casi nos hace perder el tren casi 2 horas para comer y más de media hora para pedir una cuenta. Creo que nunca había hablado tan mal de un restaurante. Mira que había otros sitios de camino, me arrepiento.

Una sala perfecta para bailar bachata los viernes por la noche. En algunos momentos bastante llena pero la musica es perfecta