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Reseñas, información para Ermita de Nuestra Señora de Tres Fuentes

Dirección: LR-111, 26288 Valgañón, La Rioja, Spain
Ciudad: Valgañón
Ruta: LR-111
Código postal: 26288


Reseñas
La historia de la iglesia se remonta a la época de Fernando III de Castilla, que visitó el lugar y mandó iniciar la construcción, siendo consagrada en el año 1224, así consta en la inscripción de una de sus piedras. Hoy se nos presenta como un lugar atractivo, por la frescura de la Fuente de tres caños y los paseos de sus alrededores. Nuestra visita coincidía en domingo cuando la iglesia estaba abierta. Nos atendió el responsable con la atención de una visita personalizada, que agradecimos.
Precioso lugar dónde parar a refrescarse, comer un bocadillo, o absorber parte de la historia de la zona.
Ermita con un pequeño merendero con mesas y bancos de piedra junto a la fuente.
Un lugar en un bonito entorno con historia.
Mucha, pero que mucha historia. Si tienes suerte y te cuentan los detalles, pues mejor. El entorno maravilloso. Puedes hacer plan del día si lo combinas con una caminata por los alrededores.
Agradecimiento público a ese jubilado voluntario que abre el templo todas las mañanas para que podamos ver el interior a cambio de "un euro y la voluntad"..."para mantener las campanas". Eso está muy bien!
Iglesia románica muy bonita, con una fuente aledaña de agua muy fresca y gran caudal
Según la tradición, los orígenes de este bonito templo tardorrománico separado apenas un kilómetro del núcleo del pueblo de Valgañón, se remontan muchos siglos atrás, cuando la Virgen se apareció a una pastora. Este milagro atrajo al rey Fernando III, quien colocó la primera piedra de la iglesia. Lo cierto es que la referencia más temprana que tenemos de este templo es del año 1223, cuando fue consagrado por el obispo Mauricio, impulsor de la Catedral de Burgos, según reza la inscripción que aparece en el muro sur del presbiterio. El título de Nuestra Señora de Tres Fuentes se debe a los copiosos caños que brotan junto a él. Su construcción ha pasado por varias etapas, conservando del periodo románico tardío la planta, el ábside, la portada, dos pilas bautismales y una talla de Cristo crucificado. Sin embargo, los proyectos para aumentar sus dimensiones en siglos posteriores han desfigurado su exterior y cambiado sus bóvedas de cañón por otras góticas estrelladas en el interior, incluido el anteábside. De hecho su cabecera tuvo que ser recontruido a semejanza de la original debido a que se encontraba oculta por fuera por una sacristia y por dentro por un retablo barroco que ocupaba su altar mayor. Al exterior el ábside esta dividido en tres tramos por dos columnas adosadas, abriéndose en cada paño una ventana trilobulada al estilo de las ermitas de Treviana, que revelan una probable influencia mozárabe. Dos impostas lo recorren, una de dientes de sierra a la altura del arranque de las ventanas y otra de lengüetas a continuación de los cimacios de los capiteles. La puerta de ingreso está formada por tres arquivoltas sobre capiteles y columnas acodilladas. Dos ménsulas con atlantes sostienen un tímpano, en el que se representan escenas marianas: la coronación de la Virgen y una curiosa escena de la Anunciación acompañada por San Miguel Arcangel, que también se encuentra representado en uno de los capiteles. La puerta conserva sus herrajes originales del siglo XIII, con representaciones de animales y motivos arabescos. Al interior el ábside está cubierto con bóveda de horno apuntada y recorren los muros dos impostas, una lisa y otra con dientes de sierra. Las ventanas que al exterior eran trilobuladas, al interior son pentalobuladas, siendo las únicas con esta característica en la región. Las dos pilas románicas son gallonadas, la primera con una franja de hojas, mientras que la otra, procedente de la población de Anguta y de menor tamaño, se apoya sobre capitel y basa románicos. El Cristo románico, llamado de Bañares, presenta cuatro clavos y un rostro lleno de dolor, encontrándose en actitud de descender de la cruz, de la cual el brazo derecho se haya ya separado, por lo que probablemente formaba parte de un Descendimiento, del que se han perdido el resto de las figuras.
Una preciosa y bien conservada Iglesia del patrimonio riojano.
Lugar tranquilo. Sombras de castaños. Fuente de agua natural. El templo románico es visitable pero hay que concretar la visita en Valgañón.
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