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Reseñas, información para Excalibur

Excalibur
Dirección: Calle Sanz Raso, 19-21 , Madrid 28038, ES
Teléfono: 914 39 93 64
Ciudad: Madrid
Ruta: Calle Sanz Raso, 19-21
Código postal: 28038


Horas laborales

jueves: 19:00-08:00
viernes: 19:00-08:00
sábado: 19:00-08:00
domingo: 19:00-08:00

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Reseñas
Muy buen restaurante para disfrutar de un ambiente medieval. Sorprenden los cuchillos que empleas para cortar la carne. Los vasos son espectaculares, y el tenedor, de otro mundo. Buena recepción, las camareras fueron muy amables. La comida fue exquisita, aunque me para el sitio que es, deberían ser un poco más contundentes. Finalmente, te invitan a un delicioso digestivo
Sin duda una gran experiencia comer aquí. Recomiendo mucho las croquetas. El plato de embutido muuy escaso para el precio que tiene. Éramos 12 personas y pedimos la tabla de carne más grande ante la gran insistencia de la camarera de que sería poco pedir la otra la de 5 personas. Finalmente sobró bastante carne, así que recomiendo mirar muy bien la que pedir. Sitio al que ir al menos una vez por la temática y la comida. Atención muy amable.
Ni muy bueno ni muy malo sino todo lo contrario. Lo mejor de todo el personal, muy amable y diligente . Las instalaciones bien si te toca en el comedor principal, si te dejan en la entrada pierde bastante el encanto. La comida con muchos altibajos.De los entrantes lo mejor las croquetas de chipirón y rabo de toro. Algo grasientos los saquitos de setas. Los principales un Goulash del que cualquier parecido con lo que se come en Centroeuropa es mera coincidencia pero que estaba bueno y un pecho a baja temperatura y pasado por plancha que se quemó un poco de más la piel. Los postres una tarta de queso americana que cumple y un tiramisú que directamente no se puede presentar: tres campurrianas empapadísimas de café con un pegote de mascarpone encima. En definitiva una experiencia que no es barata, aunque yo fui con un precio cerrado de 35 euros todo incluido. Ni muy bueno ni muy malo, ni muy bonito ni muy feo...nada a destacar y eso en una ciudad como Madrid con tanta oferta es un pecado mortal.
Hicimos la reserva y llamamos con día de antelación para decir que nos retrasaríamos, nos dijeron que sin problema. Cuando llegamos una camarera no nos quería sentar en la mesa, al final el metre, que era quien nos había atendido el día anterior, nos sentó. Nos hizo una breve introducción al local y nos dijo que su compañera nos contaría con más detalle. La compañera ni se dirigió a nosotros, hasta que al final le pedí que nos explicará algo más, muy forzada y muy escueta, nos contó que allí se comía con las manos. La comida bien, aunque la calidad precio no es buena. Pedimos una hamburguesa y un entrecot. De postre un coulant con helado de violeta. Nos dijo el metre que llevaban una semana de cambio de dueños e iban a cambiar la carta. Hay música de fondo medieval, el local está bien ambientado. Para las sillas de ruedas, en la entrada hay un escalón pronunciado y los baños no están adaptados a silla de ruedas. Admisión de niños: Sin problemas Aparcamiento: Mala zona de aparcamiento, hay en el templo de Debod unos sitios de estancia media que puede que estén libres. Acceso para sillas de ruedas: Para las sillas de ruedas, en la entrada hay un escalón pronunciado y los baños no están adaptados a silla de ruedas
Muy buen sitio, muy original y un trato inmejorable por parte de los camareros. La carne espectacular en su punto Justo y de una calidad suprema. Muy recomendable para ir con niños y con amigos .
GENTE MAJA, MEJORES CUCHILLOS 2022. Posiblemente los cuchillos más grandes de Madrid. Ambientación muy original, incluso hay que comer con las manos tacañam. La camarera que nos atendió fue muy amable y tuvo mucha paciencia mientras jugaba con los cuchillos . LO MEJOR: ambiente y servicio. Un saludo a la camarera, muy maja. LO PEOR: por el precio de los platos, podrían ser más abundantes. Aún así, son de buena calidad. Los puntos de Danieldo: - Calidad/precio: - Servicio: - Ambientación/experiencia: ---------------- TOTAL: 7/10
Fuimos a cenar un grupo numeroso, nos llevo un amigo que había estado en otras ocasiones. Es cierto que el local está bien ambientado en la época medieval y sorprende que no haya tenedores y tenga que comer con las manos como era típico en esa época, las copas también son originales al igual que ponerse una especie de babero para no mancharse, e incluso disponen de una fuente cerca para lavarse las manos las veces que sea necesarias. Respecto a la comida en general es de calidad y la carne está buena, preguntando en todo momento el punto al que quieres que se te haga. Quizás ese día falló que les faltaba género y varios platos no disponían de ellos y algo que me chocó es que pedimos una hamburguesa XXL y cuando llegó era un tamaño bastante estándar tirando a pequeña, me choca que la anuncien en la carta así y luego no sea la realidad. Por el resto, la camarera que nos atendió bastante amable y atenta en todo momento. Imagino que de a ver sido otro día hubiera sido mejor. La calidad-precio buena. La comida estuvo rica, sin ser espectacular. Croquetas de rabo de toro, saquitos de boletus y hamburguesa XXL. Seguramente volveremos
Nos gustó muchísimo el ambiente medieval en el que te metías desde que entrabas al comedor, además la comida era sabrosísima. La carne en su punto, las verduras espectaculares y el trato desde el principio fue muy bueno. Por poner una pega, la cantidad de carne no era mucha para el precio que tenía la tabla, pero en cuanto a calidad, excelente!
Todo un descubrimiento. Cenamos tres platos compartidos. Las verduras asadas con salsa de romescu, excelentes, el bacalao también muy rico, pero los saquitos de boletus son realmente deliciosos. El postre un coulant de chocolate con un helado de violeta, estupendo. El trato muy amable y profesional. Tenemos que volver un día a comer y probar las carnes que tenían muy buena pinta. Muy recomendable.
El ambiente del restaurante muy bonito simulando el medievo, para las pocas mesas ocupadas tardaron cerca de 1 hora en servirnos decepcionante, las revolconas con torreznos muy ricas, las croquetas de rabo de toro excepcionales, los arroces de rabo de toro y risotto muy malos con muchísimo sabor a pimientos no maridaban en absoluto en ninguno de los platos y muy salados, el cordero asado muy tierno y jugoso. Los camareros muy atentos pero la tardanza en servir fue inaceptable.
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