Carnicería artesanal
Carnicería Fermín Marco, sita en Plaza Aragón 62 de Ayerbe (Huesca), desciende de una extinta genealogía de carniceros al tiempo que ganaderos y que el 1 de octubre del año 1940, abrían por primera vez las puertas de su carnicería en el domicilio familiar, ubicado en calle Centro 2 de Biscarrués (Huesca). El negocio, plenamente artesano y tradicional, estuvo regentado, primeramente, por doña Teresa Sanz Banzo (abuela) y, a partir de 1958, por don Santiago Marco Sanz hijo de la misma y padre de Fermín Marco.
Bajo la llevanza del negocio familiar por Santiago Marco Sanz y su esposa Felisa Marcuello Torralba (excelente carnicera), quienes la regentaron hasta su misma jubilación, al sentido tradicional y artesano del negocio se le va sumando verdadera impronta familiar y vocacional por la carne.
Así, en el año 1994, Fermín Marco Marcuello, pasa a regentar el negocio familiar tras varios años de formación entre Salamanca y Huesca, y desde el 5 de diciembre de 2003 traslada el mismo a la cercana localidad de Ayerbe, donde desarrollará su negocio de carnes frescas y elaborados cárnicos junto a su hermana Blanca —que, como es natural, había trabajado con anterioridad en el negocio familiar—.
En los comienzos de este negocio los productos que se trabajan eran en especial el cordero, cabrito, ovejas y algún que otro embutido. Algunos años mas tarde empezó a incorporarse el cerdo, que como es señalado por los expertos en la materia, no pasó a ser un verdadero producto industrial hasta finales de la década de los 60, como a su vez el pollo que también sucedió lo mismo en las mismas fechas.
En la actualidad la carnicería trabaja carnes de alta calidad en ovino, vacuno, porcino y aves, así como elaborados curados, ahumados, cocidos, asados y pre cocinados, dando rienda suelta a la innovación constante de los mismos.
Los conocimientos cárnicos de los que nos sentimos orgullosos de hacer partícipes a nuestros clientes, parten de la base que nuestros antecesores, que eran a la vez ganaderos de ovino y vacuno al tiempo que debían de sacrificar los animales para la posterior venta en el negocio familiar. La destreza y conocimiento de estos últimos trabajos, que hoy en día ya no se realizan de modo doméstico por ser preceptiva la utilización de los mataderos municipales e industriales, sin embargo nos han servido para seleccionar con el máximo acierto las carnes que hemos de manipular en nuestras instalaciones. Una vez más, el ayer y el hoy, la tradición familiar, la atención y el servicio personalizado y atendiendo a las necesidades particulares, permanecen como emblema de la Carnicería Fermín Marco.
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