Reseñas
Peculiar el restaurante, la verdad es que los camareros son un caso, por lo menos el que nos tocó a nosotros. Pedimos menús, pero no se sabía que platos tenían los menús, curioso. Éramos cuatro y llegaron los platos cada uno a tiempo diferente, algunas papas eran guisadas de hace unos cuantos días, me esperaba mejor comida para ser Santiago. La chuleta le faltaba sabor y la ensaladilla ya ni cuento. El menú a 15'50€, me esperaba otra cosa.
Es un restaurante que me sorprendió gratamente. Queríamos tomar unas tapas y por mala suerte no les quedaban, así que elegimos unas croquetas de chipirones por recomendación de Miriam la camarera que nos atendió más una hamburguesa también recomendada y un plato combinado. Que bueno estaba todo... Raciones abundantes, comida casera en un lugar bonito y un trato espectacular. Sin duda cuando volvamos ya sabemos dónde comer bien.
La decoración del local es un poco "diferente". Había cosas que no estaban mal, pero las bravas, por ejemplo, no nos las pudimos comer. La hamburguesa sí que estaba buena. El pulpo tampoco muy allá. Eso sí raciones abundantes. Y el camarero que nos tocó, nos agrió la cena, malhumorado, nos hizo cambiarnos de mesa, cuando el salón estaba vacío y nos puso en un lugar incómodo, "por si venía gente", cosa que no ocurrió porque ya era tarde. Si saben contar que no cuenten conmigo de nuevo.
Buena opción en Santiago de Compostela para tomar un menú del día económico y de buena calidad, dentro del centro histórico muy cerca de la catedral y de todas las calles importantes. Buen servicio rápido y atentos
Estuvimos una hora para que nos trajeran la comida al principio las camareras ni se habían dado cuenta de que estábamos allí. La tortilla "para compartir" no nutre ni a un niño de dos años de lo pequeña que es y la croca nos la sirvieron fría. Las croquetas eran de las congeladas que se fríen en 2 minutos, y me reitero, tardaron una hora en servírnoslas. Inaceptable servicio!!
Buen sitio para adentrarse y ver el Paises bajos- Argentina. Buen ambiente, camareros agradables y precios decentes para estar en pleno centro de Santiago. Probamos las cervezas y el vino blanco de la casa, muy recomendable. Tornarem!!
Pedimos chipirones fritos y estaban recalientes, sabían fatal!! Los huevos fritos, unos tenían la yema cocida, y el postre podía pasar. La atención d la camarera buena. Sin ganas d volver!!
Son rápidos y antes tenían muy buena relación calidad-precio. No es una comida muy elaborada pero allí se va a salir del paso y a buscar relación cantidad-precio. El señor mayor que atiende es un encanto. Pero la experiencia a domicilio ha sido bastante mala, con albóndigas y tortilla de patatas crudas por dentro, hechas demasiado rápido y de 5a gama. Las albóndigas, particularmente asquerosas.
Restaurante situado en pleno corazón del casco antiguo plaza do Toural . Local amplio que dispone de dos plantas . La comida es típica de local de menús aunque también tiene variedad de platos típicos gallegos caldo gallego , pulpo , zamburiñas , pimientos de padrón . Los precios son un poco inferiores con respecto a otros restaurantes de la zona . El personal es muy agradable y cercano . En resumen , merece la pena pasarse por ahí y tomarse algo y comer .
En pleno centro de Santiago, vamos siempre allí cuando vamos a Santiago, unas dos veces al año. Vamos sobre todo porque tenemos niños pequeños y la carta es amplia y con cosas que a ellos les gustan. Las mesas con bancos corridos es otro punto a nuestro favor porque así es más fácil atender a los niños. La comida está bien, obviamente no es comida de lujo, pero está rica y muy abundante.