Proyecto vital, humano y artístico que nació en 2004 de la iniciativa privada, de la proactividad, del esfuerzo, de la ilusión y del altruismo por el arte
La Galería María Nieves Martín abre oficialmente sus puertas el 23 de abril de 2004, y ante todo se trata de un proyecto –vital, humano y artístico- que nace de la iniciativa privada, de la proactividad; del esfuerzo; de la ilusión y el altruismo de la familia Soler-Martín; del amor por el arte y la cultura; de José Antonio Soler Díaz-Cacho y de María Nieves Martín Castellano.
Situada en el suroeste de la península ibérica, en Villafranca de los Barros, en Extremadura (España), formaba parte de una antigua almazara del Siglo XVIII, función que tuvo hasta el final de la década de los 80. Esta agroindustria tenía en la actual plaza del Concejo, en la actual galería, su patio de operaciones. La superficie construida de la almazara, estructura arquitectónica que aún se conserva, consiste en grandes arcos de ladrillo de medio punto y muros de mampostería. Al fondo del local se pueden ver las tinajas enterradas para almacenar el aceite, parte de la prensa de viga, excepto el contrapeso, y la chimenea. Además, en la segunda crujía, aparece el sistema de evacuación de los residuos de este proceso agroindustrial a través de unas construcciones de ladrillo que vertían a una cloaca, de un metro aproximado de altura y sesenta centímetros de ancho, ubicada en el subsuelo del edificio.
La celebración en Villafranca de las Jornadas de Vivienda y Casco Histórico, días en los que pasaron por la localidad arquitectos de renombre, fue el escenario en el que José Antonio Soler y María Nieves Martín se reencontraron con Vicente López Bernal y Rafael Amigo, autor de un primer proyecto para este mismo espacio que nunca se ejecutó, y a quien le comentaron la nueva idea que habían madurado para este solar: convertirlo en un espacio para el arte. Rafael Amigo aceptó el reto que Jose Antonio y María Nieves le lanzaron, y se puso a trabajar en el proyecto arquitectónico, dando comienzo las obras en el 2002.
La rehabilitación y la restauración que se realizó del espacio estaba pensada para que éste conciliase su uso y funcionalidad en diferentes planos: como "atelier" de María Nieves Martín -antes de galerista pintora- para la realización de sus trabajos y creaciones artísticas; como muestrario de los hallazgos etnográficos y patrimoniales aparecidos durante la obra de rehabilitación y, por último, la más fundamental, como galería para mostrar arte, como espacio expositivo para artistas plásticos.
Sumergiéndonos ahora en la historia del edificio, nuestra galería es parte de una antigua almazara del siglo XVIII que dejó de funcionar, como tal, a comienzos del siglo XX. Se trata de la única almazara en casco urbano, de la veintena que existían en Villafranca de los Barros. Todavía se puede intuir el funcionamiento de la misma a través de algunos elementos que se conservan: el sistema de molino de cilindros troncocónicos y la prensa de viga romana.
En la arquitectura de nuestro espacio abundan los muros de mampostería, y cuatro grandes arcos de medio punto, construidos con ladrillo, y que actualmente se mantienen. Al fondo de la Galería quedan también restos de aquella almazara, en concreto 12 tinajas para almacenamiento de aceite, enterradas en el suelo, así como una parte de los elementos que conformaban la ya comentada prensa de viga, todos excepto el contrapeso y la chimenea. Además, en la segunda crujía, se puede ver el sistema de evacuación de los residuos generados en el proceso de producción de aceite, y unas construcciones de ladrillo que vertían a una cloaca.
Abierta al público, de forma incondicional y gratuita desde ese 23 de abril de 2004, en este tiempo nos han visitado unas 20.000 personas; han expuesto más de 750 artistas de 29 países, entre exposiciones individuales y colectivas y hemos organizado y participado, en y desde la Galería, en más de 50 exposiciones.
Bajo la dirección y el comisariado de María Nieves Martín, el equipo de la Galería diseña y programa una media de seis a ocho exposiciones anuales en nuestro espacio, entre las individuales y las colectivas. A estas hay que sumar otras celebradas fuera -fundamentalmente en Portugal, Francia o en otras Comunidades Autónomas- en las que participamos acompañando y representando a nuestros artistas colaboradores.
Las exposiciones organizadas por la Galería pueden ser, fundamentalmente, de carácter individual, dedicada a un solo artista, y colectivas, donde participan un número más amplio que puede ir desde 20 a 100 artistas.
A través de las exposiciones –individuales y colectivas- se pretende continuar con la apuesta realizada hace años: abrir nuestras puertas a artistas que aporten calidad y heterogeneidad, representando variadas formas y formatos de expresión, a través de técnicas y temáticas distintas, y que se caracterizan, sobre todo, por una enorme calidad técnica y formal, y un profundo desarrollo artístico en sus obras.
Independientemente de la edad, las tendencias o el currículo -aspectos importantes- buscamos artistas y exposiciones que emocionen, que sean concebidas con honestidad, con alma, que sean verdaderas. Por otro lado, debido a la cercanía, no sólo física, con Portugal, desde el año 2006 llevamos apostando por el arte y artistas del país vecino.
En cuanto a las exposiciones colectivas, tres son las que organizamos en la actualidad: la Colectiva de Artistas Nacionales Galería María Nieves Martín, que comenzó en el año 2008, y cuya participación queda reservada a artistas de nacionalidad española; un año después, en 2009, comenzó la aventura de Vive Arte, la Exposición Internacional de Arte Contemporáneo de Extremadura, donde en cinco años han participado artistas de más de 28 países y, por último, la más reciente en el tiempo, desde el 2012, es la Exposición Colectiva de Fotografía José Antonio Soler, una apuesta personal, y exclusiva, por esta disciplina artística.
Con los objetivos de la consolidación e institucionalización temporal ya cumplidos, después de varias ediciones realizadas, estas tres exposiciones colectivas son, para nuestro espacio, un reto permanente, al mismo tiempo que una seña de identidad, ya que nos siguen escoltando como Galería, y nos generan un gran afán de crecimiento y superación, desde la humildad y el dogma, como organización generadora y gestora de arte y cultura y, también, desde un punto de vista más pragmático, como Galería de Arte.
Por otro lado, con un ritmo diferente, continúan los flujos e intercambios, a través de exposiciones de artistas colaboradores representados por nuestra Galería en muestras internacionales, especialmente en el país vecino. Es la manera de sacar a la Galería del espacio, y de llevar el espacio, con la Galería, fuera de Extremadura.
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