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Hostal Aisa

  1. Ansó
  2. Ansó Restaurante

Reseñas, información para Hostal Aisa

Dirección: Plaza Domingo Miral, 2, 22728 Ansó
Teléfono: 974 37 00 09
Ciudad: Ansó
Ruta: Plaza Domingo Miral, 2
Código postal: 22728


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Reseñas
Llegamos y había una mesa libre, nos sentamos, esperamos cinco minutos, entré a preguntar si había servicio de terraza, me dijeron que si. Salió un camarero a los dos minutos, le pedí que si podía recoger nuestra mesa y atendernos, muy seco me respondió que "un momento". Llegaron tres personas a otra mesa, recogió su mesa, les cogió la comanda, sirvió otra mesa que había llegado después de nosotros....Nos levantamos y nos fuimos. Lo de tratar a unos clientes como si fueran de segunda, creo que no es muy profesional...El resto de Ansó, maravilloso. Nos fuimos a comer a la borda de Nadal.... Genial
Éste está situado en uno de los pueblos más bonitos de toda España Está atendido por un Personal que tiene un trato totalmente familiar Y cercano . La cocina es casera y abundante ,en El comedor se respira tranquilidad, muy acogedor . El bar situado en la planta baja es muy amplio y luminoso muy limpio . La terraza de dicho bar está siempre llena bien atendida muy buenas raciones , muy alegre . El hostal está situado en el centro del pueblo en la plaza mayor lo cual hace de los tal un punto importante atractivo de referencia .
Cenamos 4 personas, la camarera una maravilla en trato y atención. El que creo que era el dueño, en mi opinión actuó como un cínico. Tras pedirle la cuenta y ser excesiva en cuanto a calidad precio, le solicitamos el ticket y con cierta arrogancia nos da uno con el importe sin desglosar. Tras pedirle una carta de precios nos explica que está prohibido por COVID, le indicamos que no es correcto, que es obligatorio y que ha de facilitar precios, así desglosa de cabeza los precios nuevamente con actitud altiva, y lo que hizo que no dejáramos propina en perjuicio de una atenta camarera.
Un pueblo con encanto en la que pasear por sus callezuelas te remonta a un tiempo pasado. En la plaza de ayuntamiento y justo a su lado, el hostal Aisa, una terraza acogedora y un trato exquisito por parte de todo el personal. Dejaros llevar por las tapas recomendas.
Fui con mis amigas a pasar un finde. Nos trataron muy bien. Destaco la limpieza del lugar y el trato familiar que nos dieron. La comida estaba muy buena, lo mejor las migas con ese sabor casero. Repetiremos para hacer más actividades de montaña por la zona que nos quedaron pendientes.Habitaciones: 5/5
Tranquilo lugar para cenar y tomar algo en la plaza principal del pueblo. Muy buenos los pimientos rellenos y la cerveza artesanal de la zona. La chica que nos atendió era encantadora y muy atenta. VolveréServicio: 5/5
TENER MUCHO CUIDADO CUANDO PASEIS AL BAÑO!!!!!!!! Me quedé encerrada. Uno de los aseos no tenía picaporte ... estaban abiertas las puertas de los dos ... SIN SEÑALIZAR QUE NO SE PODIA ENTRAR!!!! Total que entré y no pude salir. El que imagino que era el dueño del local UN DESAGRADABLE Y MALEDUCADO, ni siquiera me pidió disculpas, más o menos me dijo que la culpa era mía, por no haberme fijado. Gracias a mi cuñado pude salir, porque este señor era un total INEPTO e INUTIL. EXPERIENCIA PESIMA.
Dejamos hecho, pensando en llegar a ansó y encontrar alguna borda o restaurante tradicional. Cual fue nuestra sorpresa, que tras recorrer el pueblo, muy bonito, sólo encontramos dos restaurantes cerca de la iglesia.no vimos más. Tras preguntar a la gente local nos dijeron que en cualquiera de los dos restaurantes comeríamos bien. Asi, nos decidimos a comer en éste. A pesar de que había varios primeros platos, unos 6, todos basados en vegetales, las 4 personas que íbamos a comer sólo optamos por dos de ellos. Boliches, una especie de judia blanca en puchero, que estaban cojonudos muy buenos y otros dos pidieron espárragos con jamón, los cuales parecian no digo que lo fuesen cosechados en el propio mercadona, con dos chullas de un jamón no muy tierno y una cucharada sopera de mayonesa que no quise probar, pero que parecía tener la misma procedencia que los esparragos. De segundo plato, ternera y cordero. Pedí ternera poco hecha, sin embargo, estaba pasada de punto, mi compañero lo pidió hecho, asi que es imaginable que aquello llegó como un zapato a la mesa. Ambos dos acompañados por un pimiento rojo de los típicos de lata y unas patatas bañadas en aceite. Las otras dos personas pidieron cordero, del que dudamos incluso q fuese ternasco que estamos en aragón!!!!!. La presentación fue muy similar a la de la ternera, y de igual forma a la plancha!!!!! Madre mia qué patada a la gastronomía!!! Sin embargo, lo mejor llegó con el postre. Primero pedí yo: tarta de queso, aunque tuve que cambiarla por tarta al wisky por que sólo había para uno. Otro comensal pidió natillas y el otro, con algunos problemas de alergenos preguntó por las cosas caseras, como el flan, que era casero pero de polvos, puesto que si fuese de huevos, dicho comensal hubiese podido comerlo. La sorpresa llego con los postres, la tarta de queso tenia el tamaño de dos fichas de dominó en paralelo, y un grosor de 1cm. Jajaj. La cara de mi amigo era increible. Eso si, con tres cucharadas de mermelada de fresa por encima. Mi tarta al wisky no podia fallar, era d compra... y de las natillas no puedo decir nada. Tras ello, bajamos a pagar al bar, en distinto sitio que el restaurante. 4 personas a 16 euros de menú,=64 euros. El dueño del local preguntó qué tal habíamos comido. No me corte un pelo y se lo dije: mal y caro!. El dueño puso cara de extrañado y no volvió a dirigirme la palabra. El agua era del grifo. En la mesa de al lado preguntaron por agua embotellada, a lo que la camarera respondió que era una botella pequeña. Para dos comensales? El precio me pareció desorbitado para la comida que nos dieron y el menú que ofrecían. Por todo lo contado, no recomiendo ir a comer a este restaurante, ni a cenar...
Terraza muy animada para beber algo o tomar unas raciones. No hay carta por lo que te dice lo que hay la propia camarera al menos cuando nosotros estuvimos.
Entramos a las nueve de la mañana. El bar vacio. Doy los buenos dias y pido dos cafes con leche "cuando pueda". El camarero no devuelve los buenos dias, sigue limpiando los ceniceros y me dice que no va a poder porque solo sirven a los que se hospedan en el hostal.... En la vida me habia pasado.
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