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Hostal de los Reyes Católicos

  1. Cambados
  2. Cambados Complejo Hotelero

Reseñas, información para Hostal de los Reyes Católicos

Dirección: Cambados
Ciudad: Cambados


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Reseñas
Solo he utilizado el servicio del restaurante en dos ocasiones. La atención es realmente buena desde que entras por la recepción hasta que sales te hacen sentir como a los Reyes católicos. Tal vez por las escasas cantidades de comida de los platos te puedes sentir un peregrino para luego,al pagar la cuenta, volverte a sentir un Rey católico. La comida está muy bien preparada, productos buenos, bien elaborados y sabrosos. Respecto al lugar, nada que objetar, entiendo que de alguna manera estás pagando el sitio, he tenido la oportunidad de hacer una visita por los patios del parador y es todo sencillamente maravilloso, un lugar con mucha historia, muy cuidado, limpio y acogedor.
El edificio es espectacular. Asistí a un congreso y el entorno para celebrar un evento es único. Las pausas café algo justitas y con falta de correspondencia con la categoría del establecimiento. El almuerzo muy adecuado, consistente en salpicón de marisco, lubina y postre bien elaborado. El personal atento siempre. Si visitas Santiago, hay que conocerlo por dentro, si o si.
Cruzar las cadenas que lo delimitan es adentrarse en la historia. Tomar conciencia de su evolución desde lugar de asistencia sanitaria a los más necesitados que culminaban el camino a Santiago, hasta convertirse en un hotel de gran lujo donde el trasiego de clientes es constante, sin que ello haga que se pierda la esencia de Paradores porque esta se encuentra en sus empleados que, a pesar de estar cada vez menos cuidados por la empresa, siguen manteniendo el espíritu familiar y acogedor que caracteriza a Paradores a pesar de tratarse de un establecimiento tan enorme y exclusivo como el Hostal de los Reyes Católicos. Es una maravilla perderse por sus patios y pasillos, disfrutar de una copa en su bar o de su exquisita gastronomía en cualquiera de sus dos restaurantes y, sobre todo, impone dormir en un lugar con tanta Historia y tantas historias. Hay que alojarse al menos una vez en la vida aquí, yo ya lo he hecho tres y espero volver a hacerlo.
En realidad aquí solo fuimos a tomar un café, en el gran patio público que tiene el hotel. Son cuatro patios dentro de la gran construcción que otrora fue un hospital para atender a los peregrinos, ya que muchos llegaban moribundos después de tanto viaje. Hoy es un hotel cinco estrellas en el que uno bien puede sentirse un rey. Todo lo poco que vimos era excelente.
Atención excepcional. Al llegar nos dieron un planito para no perdernos por el hotel, pero igualmente nos perdimos. Lugar de gran belleza, que no puede ser del todo cómodo precisamente por los años que tiene. Las llaves son enormes y solo hay una por habitación, por lo que si subís en momentos distintos uno tendrá que ser acompañado desde recepción. La madera del suelo cruje y las camas no son muy cómodas. No obstante, todo esto se ve comoensado por un baño fabuloso y un entorno que hay que disfrutar al menos una vez en la vida.
La mayoría de las veces, tenemos tanta información cuando vamos a un Hotel, que es difícil que supere las expectativas, pero en este caso, las ha superado y con creces. Hotel Monumento en plena plaza del Obradoiro en uno de los lugares con más magia que conozco. El hotel, pues, un gustazo, cómodo, bonito, elegante. La habitación comodísima y el trato del personal EXCEPCIONAL, de 10. El desayuno muy muy bueno y de calidad todos los productos servidos. Muy recomendable.
Espectacular el Parador de Santiago. Un edificio precioso por dentro con unas vistas increíbles a la Plaza del Obradoiro y la Catedral de Santiago. Un lugar imprescindible para tomar algo en la terraza, desde donde se siente el trajín de peregrinos y visitantes, mientras se saborea las fabulosas vistas de Santiago de Compostela. Imprescindible.
No se puede permitir engañar a la gente diciendo que tiene cinco estrellas cuando no se merece ni tres… Es verdad que el sitio es único. Pero…repito!! NO SE PUEDE PERMITIR!! Hoy me encuentro en el parador Reyes Católicos con cinco estrellas superior.. Hemos pagado mucho dinero por una habitación doble superior con vistas a la catedral.. Para empezar la habitación que nos han dado no tiene nada que ver con la elegida, Y menos un parador 5 estrellas gran lujo, donde tienen que cuidar hasta el último detalle, como la limpieza, productos caducados del minibar, colchones viejos Etc.. Un desastre!! Después de decirnos que hay que reservar hora para poder desayunar, estaba completo, así que me he marchado sin desayunar, pero lo más sorprendente de todo, es que había gente desayunando con pijama de rayas y babuchas. Vamos, como en casa de mi abuela!! Hace más de 15 años que vine por primera vez a este parador y siento decir que no han cambiado ni los colchones.. No cuidan los detalles que deberían tener en cuenta un parador de 5 estrellas GRAN LUJO.. vamos que como dicen los Gallegos. NUNCA MAIS!!!
De 5 estrellas gran lujo, podríamos calificarlo de 4 estrellas, siendo bastante benevolentes Nos alojamos dos noches en bar suite con colchón de resortes. Ponen horarios de desayuno como si fuera un internado y, encima, las mesas del comedor están muy pegadas y no para de pasar gente entre ellas. Muy poco recomendable
Hemos estado dos noches en media pensión y ha sido espectacular. El hotel de por sí ya es un monumento histórico. Tiene mucha magia dormir en un lugar en el que pasaron tantísimas cosas y que, además, es una joya arquitectónica. El servicio impecable, desde el check-in hasta el check-out. Recepción, Conserjería, servicio de habitaciones, personal de restaurante de cena y desayuno... Las habitaciones amplías, tranquilas y con todas las comodidades de ahora. Baño reformado y grande. La oferta de la cena es exquisita. Todo delicioso y en raciones muy abundantes. El buffet del desayuno es impresionante. Calidad y variedad en todos los productos. Y la ubicación es insuperable!! Salir y ver la fachada oeste de la Catedral es maravilloso! Y, como decía al principio, el interior del hotel es un tesoro. La visita puede durar 2 horas tranquilamente. Pero merece la pena. Repetiremos en cuanto podamos. Lo recomendamos encarecidamente. Gracias por esta experiencia inolvidable.
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