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Hotel Las Casas del Cònsul

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Reseñas, información para Hotel Las Casas del Cònsul

Hotel Las Casas del Cònsul

Historia

Hotel situado en la Ciudad de Ùbeda, en la zona medieval del casco històrico. Ocupa el conocido palacio de Las Bolas, del siglo XVI, sobre la muralla de San Millàn y asomado al alto valle del Guadalquivir.

Totalmente restaurado, se ha dotado de todos los servicios que el viajero màs exigente pueda desear para pasar una estancia inolvidable en esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Dirección: Plaza del Carmen, 1, 23400 Úbeda
Teléfono: 953795430
Ciudad: Úbeda
Ruta: Plaza del Carmen, 1
Código postal: 23400


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Reseñas
Reseña del restaurante del hotel: el restaurante “El ábside” nos decepcionó. Pedimos el menú de Semana Santa por 44€. Aperitivos bien pero nada excepcional. Primer plato un guiso de garbanzos y bacalao que estaba muy bien. Los segundos platos los devolvimos dos veces a la cocina… peor que mediocre. El postre “casero” y no lo digo como un elogio. Los platos los servían fríos y cada uno de los tres comensales comimos “solos”. Tal era el décalage entre platos de cada comensal. En resumen, un restaurante que no está a la altura de un hotel de 5 estrellas en absoluto. Le doy 2 Estrellas porque el servicio fue muy correcto y amable. Iban a destajo y corriendo. Claramente falta personal para atender las mesas.
Instalaciones excelentes. Habitaciones similares a un loft, comodidad y cuidando cada detalle. El personal excelente, muy agradable y atento. Los desayunos variados y de calidad. Y el restaurante con una buena carta de vinos y productos de calidad. Una estancia maravillosa.Habitaciones: 5/5
Hotel impresionante!! Contratamos un pack para parejas con circuito termal incluido y fue una experiencia inolvidable. Gracias a un sorteo interno del hotel nos tocó la mejor habitación del hotel Suite del Conde con torre incluida. Unas vistas inigualables y todo decorado precioso. El restaurante exquisito y el trato del personal muy amable por parte de todos. Sin ninguna duda un lugar para volver a repetir.
La estancia, no sé cómo será. Sólo he estado en una cena, sobre unos 200 comensales y la mayoría decepcionados. Cómo hotel de 5 estrellas en cuanto a esta cena, le sobran estrellas. Lo mínimo que deben poner en las mesas, es lo que se contrató, que es por lo que se ha pagado, los cafés e infusiones brillaron por su ausencia. La comida bien, pero super corta, creo que se podían soltar un poquito más.
Tras reservar y pagar íntegramente la reserva hace varios meses para nuestra noche de bodas en el hotel, nos avisan de que ha habido un error y que no tenemos la suite que habíamos reservado para la noche de bodas, porque según ellos ya la habían cogido antes otras personas, nos proponen arreglarlo ocupando otra habitación del hotel… la atención al cliente dista mucho de las 5 estrellas… Tras la decepción y reclamación nos han devuelto el dinero y nos hemos largado a otro sitio. Pagar la reserva no garantiza nada…
Tanto las zonas comunes del hotel como la habitación son fuera de lo común. La atención del personal, muy especialmente de Lidia, es exquisita. Habitaciones muy silenciosas y con todas las comodidades, camas y almohadas de látex.Habitaciones: 5/5
Habíamos contratado dos habitaciones dobles superiores Deluxe más la promoción Invierno que incluye la habitación + desayuno + copa de bienvenida + copa en la taberna Guadiana + Circuito termal de 55 minutos y una entrada al Palacio Vela de los Cobos o una entrada al tren turístico. Llegamos al hotel, nos reciben con la copa de bienvenida, nos asignan la habitación 311 nos acompaña el chico de recepción hasta la puerta, en la habitación hay maletas, ropa colgada en las sillas, cargadores en la mesa y varios enseres más. El chico nos dice que debe tratarse de un error, nos dice que sube a nuestros acompañantes a su habitación y nos soluciona nuestro problema. A los 5 minutos de espera sube, vuelve a abrir la habitación 311 y vuelve a comprobar que está ocupada, es imposible, dice, en el ordenador consta como libre, esperen que bajo a solucionarlo. A los 5 minutos sube y nos da la tarjeta de la habitación 312. La habitación es amplia, el mantenimiento deja que desear para un hotel de esta categoría, la bañera presenta un desconchón en la zona del desagüe y se nota que esta repintada. La entrada al circuito termal es a las 18:00, en recepción nos dicen que a las 17:50 llegará la chica a buscarnos, son las 18:10 y no ha aparecido nadie, llaman a la puerta, la chica lleva 20 minutos buscándonos, no le habían comunicado que estábamos en la 312. Bajamos al spa, en el mostrador sigue apareciendo que estamos alojados en la 311, todo apuntado en un block de papel a mano los ordenadores brillan en este hotel por su ausencia El circuito con barandas oxidadas ha visto tiempos mejores, al igual que el resto de las instalaciones, bueno, va incluido en el pack, pero no se corresponde con un “5 estrellas G. L.” que se supone que es. Subimos, nos duchamos, salimos a cenar, llegamos sobre las 23:30, nos acostamos y hasta la mañana del domingo 5. Abrimos las ventanas para que ventile la habitación y destapamos la cama para lo mismo, al destaparla vemos que hay algunas manchas amarillas en la sabana bajera, nuestras no son, eso seguro. Bueno, a las 12:00 hay que dejar la habitación, a las 13:00 tenemos la visita al Palacio Vela de los Cobos, le preguntamos en recepción si nos tiene que dar una entrada o un ticket o algo para presentar en la entrada del palacio, “no, solo se presentan allí, que ya están avisados” nos vamos a donde nos indicaron en recepción y OHH sorpresa, no estamos incluidos en la visita guiada por que nadie los ha avisado y aunque quisieran ya no pueden admitirnos por que el grupo está lleno y cerrado. Llamamos a recepción nos dicen que es un error y que lo sienten, lo sienten, pero es un servicio por el que he pagado y del que no he disfrutado, nada, ninguna solución. Bueno vamos a la copa que nos ofrecían en la taberna Guadiana, hablamos con los camareros son los mismos señores majos que nos atendieron en el desayuno les contamos lo sucedido con la entrada, a los 5 minutos aparece la jefa de personal para preguntar por lo sucedido, le explico todos los inconvenientes y errores que hemos sufrido desde el sábado. Explicaciones explicitas: -Lo de la habitación había sido un error en el ordenador. Lo de las sábanas lo deberíamos haber comunicado el mismo día de la llegada como si en un hotel de 5 estrellas tuviese que estar mirando la limpieza de las sábanas como si fuese una pensión. Lo de las entradas es un error otro más y que va a informarse de lo que ha pasado. Nos ofrece una consumición y algo de comer que se lo va a pedir a no sé quien, por que todavía estoy esperando las consumiciones y la comida. En definitiva, poca profesionalidad, poco o nulo mantenimiento del hotel en general, la tecnología es lápiz y papel, el spa la cueva del terror y en definitiva un hotel con una designación de estrellas muy superior a lo que debería de tener. ¡¡¡¡¡Aléjense todo lo posible!!!!!
Realmente maravilloso. Para repetir. Nos quedamos encantados. Lo visitamos en febrero, época de frío y no hay una sensación mejor que entrar a tu habitación y está calentita y agradable. Las duchas una maravilla, agua directamente sale caliente y una bañera espaciosa que pienso usar la próxima vez si o si. El con su tapa súper moderna y con temperatura que se puede regularizar. El desayuno está bien. Hay aparcacoches… no he notado iniciativa con subirte maleta pese que disponen del carro de vestíbulo de portaequipajes. En conclusión, lo recomiendo y volveré encantada
Decepcionada Estuvimos alojados en un viaje familiar, éramos 6 personas. Nos preocupaba mucho la comida ya que uno de nosotros es celiaco y queríamos que disfrutara al igual que el resto. Por lo que antes de hacer la reserva llamamos para informar. Nos dijeron que no había problema, que en cocina lo controlaban, que lo dejaban anotado. Efectivamente lo anotaron, pero nuestra sorpresa fue al llegar la hora de la cena, no hubo un trato correcto con respecto a la contaminación cruzada. Por lo que ese familiar a pesar de que comió poco, terminó pasando una noche mala. Obviamente anulamos las cenas siguientes y no nos pusieron pega alguna, incluso nos ofrecieron otras opciones, pero después de la primera experiencia nos negamos cómo es evidente. Control en cocina no hubo, vimos en nuestra propia cara que tostaba el pan sin gluten en la misma tostadora que el resto de pan que contiene gluten. Comentar que el servicio de atención telefónica y correo, fue muy escaso en todo momento. Incluso nos encontramos un día nuestra habitación abierta, después de haber limpiado. Por otro lado, nos mandaron la oferta en donde venía que estaba incluidas las bebidas. Después me dijeron que solo era una bebida incluida, pero al final nos cobraron todo el importe en bebidas. Espero que mi comentario haga que en cocina se formen acerca de contaminación cruzada, alergias e intolerancias. Y no le pase esta experiencia a nadie, porque puede llevar a un disgusto bastante desagradable o incluso problemas más graves, ya que estamos jugando con la salud. Jamás he escrito un comentario negativo en ningún hotel en los que me he alojado pero en este caso no lo quería dejar pasar. Sobretodo porque aquí jugamos con la salud. Habitaciones: Muy amplias
¿Cómo hacer una reseña a la excelencia? Es imposible. Pero voy a intentar explicar nuestra experiencia. Llegamos al Palacio de Úbeda después de ver las fotos en su web, e imaginando cómo sería poder disfrutar en una de esas magníficas habitaciones que nos mostraban. Con la suerte que tenemos normalmente, nos tocaría la habitación que no sale en las fotos nunca… Después de algunos inconvenientes con las ofertas y lo que definitivamente contratamos, tuvieron el detalle de obsequiarnos con un masaje en pareja que a la postre resultaría altamente gratificante. Cuando llegamos al hotel, el ver un palacio tan antiguo en el que íbamos a pasar dos noches, nos resultó una visión muy ilusionante. Nos acompañaron a la puerta de la habitación… y entonces llegó la magia. Sólo se me ocurrió decir: “Virgen Santa”. El conserje nos dijo algo nosotros ya no estábamos para oír nada y nos dejó allí, alucinando, y mi pareja y yo nos quedamos algunos segundos anonadados con lo que estábamos viendo. Una habitación de más de 5 metros por más de 17 metros en el que había una cama de 2x2 metros, una bañera grande y dos duchas. Ocupaba una ventana y tres balcones que daban precisamente a la fachada principal del palacio. La decoración: exquisita, en tonos cálidos que invitaban al relax. Temperatura ideal. Luces indirectas muy íntimas, todo diáfano, todo bonito. Y nos tocó bajar al spa. Nos recogen en la habitación y nos acompañan a la planta baja. Entramos al spa, y vemos una bóveda con dos piscinas, con luces bajo el nivel del agua, que es la única luz que había en este espacio, absolutamente relajante. Y para no desvelar nada más, sólo decir que lo mejor estaba por llegar, pero eso mejor que lo descubra el visitante cuando llegue: no creíamos lo que nuestros ojos estaban viendo. En cuanto a las cenas, decir que estaban exquisitas es quedarnos muy cortos. Esas ostras especiadas, ese lomo de salmón, ese secreto ibérico con un crujiente maravilloso… o la segunda cena, en la que destacar el bacalao confitado que seguro que es la envidia de cualquier estrella Michelin. No desmerecen en absoluto los desayunos, sin faltar ni un detalle tanto de productos como de atención. Pero lo mejor que nos llevamos es el trato humano. Agradecer a todo el personal, pero muy especialmente a Eli, por acompañarnos con una sonrisa sincera a descubrir un poco más el palacio. Gracias por el trato afable, por preocuparte en querer agradar más aún nuestra visita. Y gracias a todo el personal de cocina y restaurante. Gracias a Bartolo, a Ángel, por hacer honor a tu nombre, gracias por la cercanía, gracias por hacernos sentir que estábamos en casa de unos amigos degustando platos exquisitos. La reseña es larga, pero la experiencia vivida es aún mayor y queríamos reflejarlo. Hotel de 10, Palacio de 10, personal de 10.
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