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Reseñas, información para Hotel-restaurante Orillamar

Hotel-restaurante Orillamar

Sobre Nosotros

Hotel de primera linea de playa.
Restaurante con viveros propios de marisco con agua directa del mar

Dirección: Plaza San Antonio, S/N, 15339 Espasante, Galicia, Spain
Teléfono: 981 40 80 50
Ciudad: Espasante
Ruta: Plaza San Antonio, S/N
Código postal: 15339


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Reseñas
Está muy bien si no tienes hambre. Raciones escasas y desabridas. Y el servicio va al revés, atienden primero al último. Si podéis, evitadlo. Han conseguido algo muy difícil: comer mal en Galicia.Servicio: 2/5
Marisco escaso y caro. Camareros simpáticos, el responsable no tanto en el momento que ya te has sentado. Vino cosecharo a 13€€€€
Fui hace unos años y ya no me pareció bien, por eso solo reservamos una noche ya que íbamos por la zona. Es una lástima de hotel, esta en un sitio inmejorable la preciosa playa del puerto de Espasante cerca de Ortigueira, peto ya nada más entrar ves la recepción sin nadie todo viejo y sucio. Las habitaciones con muchas humedades y todo muy antiguo y sin mantenimiento. Lo único que ha cambiado es el colchón que son mejores q los que había x lo menos en la habitación que nos tocó. La cafetería para desayunar más de lo mismo muy destartalada y le falta limpieza. El desayuno normal. Es un hotel con unas vistas preciosas pero muy desaprovechado.
Si tienes suerte y te toca una habitación con vistas al mar, vas a poder disfrutar de lo único bueno que ofrece este hotel: las vistas. Al entrar ya te das cuenta en seguida de donde estás, puesto que todo el hotel huele a rancio. La limpieza:es aceptable, las instalaciones caducas y descuidadas. El desayuno es aceptable y el personal, algunos incluso muy bien, otros poco agradables.
HOTEL DEJADO DE LA MANO DE DIOS Y DEL HOMBRE. No pueden pedir 79€ por una habitación en lamentables condiciones olor a humedad, colchón fino como el papel de fumar, mobiliario antiquísimo... En los pasillos no hay luz, tuve que alumbrarme con la linterna del mv. Poco personal y con imagen muy descuidada, amables si, y desorganizados también. Una misma persona para recepción y para el bar. En el salón una persona para atender a todas las mesas.... Es una verdadera pena que esté tan mal cuidado porque las vistas y la ubicación del hotel son magníficas. En cuanto a la comida, casera y rica, aunque nos cobraron 1€ por dos picos de pan chicloso. Les hace falta un buen lavado de cara y cambio de imagen. El sillón rojo lo tienen en recepción, el baño sin pomo.... Estos detalles son los que echan para atrás.
Tanto la comida como la atención fueron excelentes. Por parte de los dueños y de los camareros un trato muy amable. La segunda vez que comimos allí no había luz en todo el pueblo y aún así nos hicieron una tortilla riquísima y nos trataron genial.Servicio: 5/5
Me acerco con mi marido a la terraza de este restaurante en torno a las once de la mañana. Pedimos dos cafés y le pregunto al camarero que le debo. Me contesta que 4,80€ y alucino. Pensando que he podido entender mal, le vuelvo a preguntar, y recibo la misma respuesta. Le pago y me entrega el cambio... Pasados unos minutos le pido a otra camarera el ticket, y me mira con extrañeza. Después de un rato me entrega un ticket en el que consta un total de 2,80€ 1,40 por café. Le pregunto al camarero por el motivo de que me haya cobrado casi el doble y me contesta únicamente que ahora me devuelve el dinero. El propietario está en el interior del bar observándolo todo. Ni que decir tiene que por nuestro acento es fácil saber que no somos gallegos. Cuando leo algunas opiniones de este lugar, compruebo que no soy ni la única ni la última a la que le ha ocurrido lo mismo. UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA DE LOCAL
Personal agradable en especial los dueños. Precio razonable. Con desayuno incluido, abundante pero mejorable. Mantas y muebles viejos aunque buena limpieza. . Recome dable, buenas vistas. Algunas habitaciones con hidromasaje. VolveremosHabitaciones: 4/5
Parece que la intención es buena, pero el lugar es viejo, la calefacción no servía. Huele a viejo, es para remodelar. El dueño nos invito a unas croquetas y una cerveza pero no nos convenció. Al final queríamos dormir ahí nada más y la habitación era húmeda y fría, también sucia.
Hemos comido bien y eran más de las 3.30. Zamburiñas de la zona no asiáticas y pulpo a la planchacongrelos. Los postres exquisitos ,buena atención de la camarera.
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