Reseñas
La bicha no existe. Hoy hemos estado en la calle Arganzuela, 27 y no hay nada. Preguntamos en los locales de antigüedades que hay al lado, y no saben nada
Ramen rico, bien de precio. Mejor para llevar porque el local es pequeño. Servicio amable
es un bar que solo abre los domingos, y donde pasamos una tarde animada pero sin agobios ni masas. Un bar de siempre barra de aluminio, azulejos como de la serie Cuéntame…, pero con algunos toques modernos, como las paredes de pizarra sobre las que leemos las propuestas gastronómicas del día, la pared decorada con vinilos enmarcados, o la música que suena, con lo más granado del indie español. Para comer, cosas sencillas pero riquísimas, de esas que nos gusta compartir: albóndigas, nachos con guacamole, tortilla, migas, croquetas… y un plato del día que cada domingo encontramos diferente. Buenos vermuts, cervecitas tiradas como corresponde y cualquier licor o combinado que te apetezca completan las opciones que ofrece este personal lugar, todo ello con precios muy ajustados. Una opción más que recomendable para culminar un domingo más en el Rastro, en plan informal, y sin reservar mesa ni importar cuántos seáis.
Él camarero de rastas nos dio un trato excelente, es una taberna de 10 y la comida espectacular. Muy recomendable.
Mi sitio favorito para vermutear y tomar el plato del día después del rastro.
Le doy estrellas porque no sé si venden cosas de verano
Taberna excelente. Solo abren los domingos.
La comida es buenisima y el trato inmejorable.
Comida casera, casera y ambiente amigable.
Siempre está cerrado. Una pena.