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Reseñas, información para LA CASA DE MAX

LA CASA DE MAX

Sobre Nosotros

Cine, conciertos, jam sesion, Yoga, teatro, Poesia, Danza



"Esta es la taberna oficial de La Peste.Este es un espacio para los incómodos, los librepensadores, para quienes son cuestionados, acallados, temidos, perseguidos, y, aún así, contagian, desde hace siglos, su dorada libertad en la esencia de las calles de Sevilla.La Peste, una de las series más ambiciosas e icónicas de la historia.Creada por Alberto Rodríguez y Rafael Cobos.Original de Movistar+."
Dirección: Calle Alvaro de Bazán 6 Local, 41002 Sevilla
Teléfono: 678266484
Ciudad: Seville
Ruta: Calle Alvaro de Bazán 6 Local
Código postal: 41002


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Reseñas
La comida no está mal, si consigues q te la sirvan, pq el servicio es, de lejos, el peor q he visto en mucho tiempo!!! De entrada al llegar nos indicaron "apenas con un gesto" cuál era nuestra mesa y allí nos quedamos sentados como pasmarotes durante más de 20 minutos sin q nadie se dignase a preguntarnos siquiera si queríamos beber algo, cosa insólita pq normalmente te sirven rápidamente una bebida "para atraparte" y q no puedas levantarte e irte, q es lo q deberíamos haber hecho en ese momento de hecho hubo varias mesas q lo hicieron pero decidimos "abordar" a un camarero q pasó junto a nuestra mesa sin mirarnos siquiera para pedir q alguien nos atendiese, cosa q sucedió un rato después de nuestra queja no inmediatamente... Tras recibir la bebida y pedir la comanda inicial, nos tocó esperar otro buen rato hasta q los platos empezaron a salir, eso sí, de 1 en 1 a pesar de q los habíamos pedido de 2 en 2 para ir comiendo una cosa cada uno al mismo tiempo, y no "por turnos" Para ser honestos alguna cosa estuvo buena como el ravioli de cola de toro pero otras no estaban muy bien, como la carrillada ibérica "a la naranja" q no tenía el más mínimo sabor a naranja pero venía "acompañada" de un "parmentier" de patata más bien "nadaba" en él q sabía básicamente a mantequilla pura, sin considerar el hecho de q estoy seguro de q nos pusieron media ración y nos la cobraron entera juzguen si no en la foto si esos 3 pedazitos de carrillada se pueden consideran una ración entera q costó 12€. Para mayor despropósito, cuando fuimos a pedir algo más, pq evidentemente nos habíamos quedado con hambre ante lo exiguo de los platos, nos dijeron q la cocina había cerrado y q ya no podíamos pedir nada más, a pesar de q nadie nos había avisado de q la cocina fuese a cerrar, como es la norma en cualquier sitio q funcione de forma medianamente razonable, y de q aún quedaban platos por salir, q evidentemente rechazamos para irnos a otro sitio q estaba enfrente entrecarceles a comer de forma decente pq la experiencia "gastronómica" fue tan nefasta q no se la recomiendo a nadie!!! Lo único destacable del sitio es la decoración de una esquina del local, q resulta francamente curiosa a base de calaveras en la pared y de un cartel q anuncia q se trata de "la taberna de la peste", apelativo muy acertado puesto q desde ese día huiremos de ella como de la mismísima peste negra!!!
El lugar es curioso...tiene una decoración peculiar. Entramos porque era el único lugar con mesa libre. La carta tenía buena pinta y decidimos cenar. Pedimos los raviolis de rabo de toro que estaban buenos pero nada del otro mundo. El pan bao de calamares nos decepcionó mucho, los calamares estaban duros y era muy seco, la pringa muy normalita, bastante seca y pequeña. De postre la torrija que, aunque estaba buena no sabía a torrija y la tarta de queso muy normal y un trozo enano...con respecto a la bebida pedimos un vino semi dulce que de semidulce tenía poco, era bastante seco...en fin...un sitio muy normal. El trato del personal bueno, eso sí, lo mejor del lugar
Taberna oficial de la famosa serie "La peste". El ambiente creado por los decoradores es espectacular. Subid a la primera planta. Respecto a la cocina, probamos los platos que nos recomendó su chef, Antonio, con mucho acierto. Destacar el original tartar de tomate, hecho solo con la carne del mismo y con una vinagreta, acompañado de tostas. Espectacular el ravioli de rabo de toro, cuya carne se ha guisado durante 8 horas. Recomendable el Pan Bao de calamares, una oda al típico bocadillo. Probamos también el sam de langostino y el de corvina, junto con unas cremositas croquetas. Impresionante el montadito de carrillada y foie. Los cócoteles de autor estan bastante ricos. Para mi gusto, el mejor, el Capricho, que lleva leche de tigre. Finalizamos con una torrija con helado y dulce de leche. Por último, agradecer a Marialys y a Máximo su atención .
Los camareros muy amables y simpáticos. MUY buen trato. La comida exquisita y excelente. 100% recomendado. Los platos están muy bien elaborados.
Un lugar original y diferente sin duda. Fuimos por recomendación mía porque vi la serie de La Peste y me apetecía descubrir esta taberna ambientada en aquella época. El decorado está muy conseguido, aunque cenamos en la terraza pero si subes al aseo lo ves todo. Sobre la experiencia gastronómica, tengo que decir que es de esos bares también originales. Tapas y platos muy singulares, con un nivel superior de cocina: emplatados atractivos y sabores entremezclados que ofrecen ricos bocados. Cantidad escasa, eso sí. Si no tienes mucha hambre ni te quieres rascar demasiado el bolsillo, está bien. A mis amigos no les gustó mucho la relación cantidad-precio pero estos sitios son así, están acostumbrados a ir a lo muy barato. Hicieron la broma de que las calaveras de la pared son de todos los que se han muerto de hambre aquí... PD: servicio algo lento y recomiendo el Sam y el pan bao con calamares. Otro punto positivo es que te preguntan si quieres pan y picos. En otros bares te los ponen directamente... ¿Y si no quieres qué? ¡Seguro que en invierno vuelvo!
Como su personal dicen, no te ofrecen una carta, te ofrecen un viaje sensorial a través de los alimentos que preparan magistralmente. El chef, Antonio, tiene una mano mágica para convertir cada plato que sale de su cocina en una experiencia memorable. Especial mención a Máximo, uno de sus camareros, atentísimo, profesional y entusiasta de su trabajo. Algo muy de agradecer. Toda la carta merece la pena. Sin excepciones. Ubicación inmejorable.
Calidad y Elaboración de los productos media, la cocina pretende más de lo que logra. La atención a las mesas, sin ser profesional, es agradable. En nuestro caso no hemos tenido que esperar más de lo normal la llegada de los platos. Dónde quizás se produzca la mayor discordancia es en la relación calidad precio, pues resulta algo elevado de precio teniendo en cuenta el conjunto de lo ofrecido. Pero en general, y no pretendiendo ser muy exigente, se puede ir a comer y pasar un buen rato pues la localización es muy buena y el local tiene su encanto.
Un sitio peculiar,en el que se come genial,le han dado una vuelta a las tapas típicas andaluzas haciéndolas más vistosas y originales,y además tienen un trato con el cliente espectacular, gracias a Maximo e Isabel, que nos atendieron muy bien, si vais por sevilla pasaros por ahi no os arrepentireis
Una mala experiencia para no repetir. Todo lo que hemos pedido deja mucho que desear. El servicio poco profesional. Resumo el pedido: Pan bao de calamares, un pan negro con cuatro calamares retotostados. Pan bao de pato, lo único aceptable, pero poco. Arroz mixto incomible, trozos de carne sin identificar, un sabor a pastilla de caldo y cuatro langostinos por encima nada frescos. Hemos pagado 57 euros y nos hemos ido sin comer.
La cantidad precio es desmesurada, platos excesivos de precio “a mi parecer” y escasos de comida, luego de pedir y decirle a la trabajadora eso de momento sin ningún tipo de comentario por su parte de si es poco o no aún habiendo preguntado como lo ves…. Terminamos de comer lo que hemos ordenado y la llamamos viendo que lo que hemos pedido no nos ha dado ni para empezar, una vez llamada nos informa que cocina está cerrada… dato que no nos da ni al ordenar ni al sentarnos, obviamente no volvemos a repetir, la comida es buena pero de resto les queda mucho por mejorar.
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