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Reseñas, información para La Posada de Rus

La Posada de Rus

Historia

Queremos compartir contigo un lugar maravilloso, con un paisaje espectacular y donde se respira auténtica paz. Nuestro hotel construido en 2016 se ha convertido en este corto espacio de tiempo en un referente en cuanto a calidad y ubicación.

Situado en un precioso valle de la montaña Asturiana, en el pueblo de Millara a 35 km de Oviedo, nuestro hotel ha sido construido con todo detalle para ofrecerte todas las comodidades del siglo XXI en un ambiente rural y familiiar.
Amplio jardín con piscina, zona chill-out, terraza, habitaciones con cama King Size y con una decoración muy cuidada. Cocina casera con los mejores productos de la zona en un amplio comedor que fomenta la especialización y el sentirse como en casa.
Esperamos que disfrutes de tu estancia con nosotros y te relajes y disfrutes como te mereces.

Dirección: Millara nº2, 33836 Míllara, Asturias, Spain
Teléfono: 609 62 33 72
se.suredadasopal@ofni
Ciudad: Míllara
Ruta: Millara nº2
Código postal: 33836


Reseñas
Habitaciones de lujo con wc con mando y camas comodísimas. Está aislado de todo con bonitas vistas al monte y con piscina, perfecto para desconectar. Se come muy bien y con productos de la zona. Como contra y ajeno al hotel: la carretera para llegar hasta ahí es pésima, estrecha que hay tramos que no cogen dos coches y llena de baches. El hotel supera las expectativas después de pasar la carretera y merece la pena.
Una experiencia excelente. Vacaciones para disfrutar en pura naturaleza, el hotel está en un paraje incomparable para disfrutar de tranquilidad y bellas vistas. Las habitaciones perfectamente equipadas y los baños excepcionales sobre todo duchas y sanitarios de última generación. El trato de Rosa y Patri maravilloso y su comida deliciosa sobre todo resaltar la tortilla de patatas de rosa y el cordero a la estaca de Jesús. Seguro que repetiremos.
Elegimos este alojamiento porque íbamos en busca de tranquilidad. La carretera para acceder de 10 km es escarpada, con muchas curvas y el firme en mal estado. Al ir a dormir comprobamos que no hay aislamiento acústico en la primera planta. Ventanas completamente estancas con persianas motorizadas, pero forjado de madera con cero aislamiento al ruido, con el añadido de que por alguna razón el pavimento de madera se les levantó y lo "arreglaron" con clavos en las lamas, así que cada paso que dan los de arriba se escucha. Además tuvimos la mala suerte de que el huésped de la habitación superior roncaba muy fuerte, por lo que la experiencia fue como la de compartir habitación con muchas personas en un albergue. Pero el colmo vino cuando una tarde estaba el dueño en el porche con unos amigos suyos y no tuvo ningún reparo en mostrar su animadversión al colectivo lgtbiq+ en reiteradas ocasiones sabiendo que le estábamos escuchando. No transcribo sus palabras porque me dan vergüenza y asco a partes iguales. Por lo único que vale la pena visitar este lugar es por el excelente trato que recibes por parte de las dos mujeres a cargo de la comida y limpieza del hotel: amables, cuidadosas y atentas en todo momento a tus necesidades, te hacen sentir como en casa. La calidad del desayuno es increíble y las habitaciones están impolutas, con limpieza y cambio de toallas diarias. Como consejo, una de las noches había muchísima niebla en la carretera cosa que complicó más la subida porque no había visibilidad a más de 3m. Sólo recomendable si quieres pasar mucho tiempo allí, en familia y en la planta segunda. Pero si quieres visitar diferentes puntos de la provincia, perderás demasiado tiempo yendo y viniendo de allí 30-50 min a las autovías
La posada es estilo rural por fuera, pero las habitaciones son modernas, decoradas con muy buen gusto, e imposible olvidar ese wc al que se le calienta la taza al sentarte, dió tanto para hablar! Jesús, el dueño con un trato muy cercano, y que decir de Rosa, la ayudante de cocina una mujer realmente entrañable, todo un amor. Entre el personal de la posada y los huéspedes con los que coincidimos pasamos unos días realmente fantásticos. Situado en un entorno idílico, vistas impresionantes, la piscina genial, la comida también. Tienen un perrito, Rex, i dos gatitos Hamilton y Lili, también adorables. La cocina es abierta, junto al comedor. Después de cenar es muy agradable pasar un ratito en el porche. Por carretera hasta la posada puedes ir admirando los paisajes y animales que pastan por los verdes prados. Superó nuestras expectativas con creces, sin duda repetiriamos! Un abrazo para todos!!
Genial. Vistas y paisaje estupendos, las habitaciones tienen una decoración muy moderna. La comida fantástica, todo natural y recién sacado de la huerta. Personal muy agradable. La única pega que se puede poner es la incomodidad del sofá-cama y el trayecto hasta llegar al hotel, pero por lo demás un 10.
Precioso entorno. Habitaciones totalmente nuevas con gran cantidad de comodidades, si bien es cierto que es muy molesto el ruido de cada paso en las habitaciones superiores ya que el suelo es de madera. Por eso no se descansa bien. El trato por parte de la dueña es muy agradable, preocupándose en cada momento de lo que necesita el cliente. Pero en cambio por parte del dueño se podría mejorar bastante, ya que tiene una forma de relacionarse un poco "especial".
Jesús y Lorena son unos anfitriones inmejorables. Dadas las calificaciones de la Posada de Rus, nuestras expectativas eran altas, pero la realidad las ha superado con creces. Localizada en un valle precioso, hemos disfrutado de unas vistas y estancia que quedan para el recuerdo. La casa es espectacular, decorada con mimo y muy cómoda. La comida, casera y con productos de la casa. Volveremos seguro!!
Precio razonable, excelente trato familiar, dan de comer de maravilla y el paisaje es precioso. No pongo cinco estrellas porque el camino de acceso al pueblo no es nada bueno aunque no hace falta un 4x4, es estrecho y está lleno de baches y agujeros y son más de 10 km y porque si te toca una habitación en la primera planta, las pisadas de los que están en la segunda planta son muy molestas por los crujidos del piso de madera. Nosotros tuvimos encima a unos que se tiraban más de una hora para arriba y para abajo trajinando cuando ya estábamos intentando dormir, varias noches. Definitivamente volvería, pero a la segunda planta.
Han cambiado la carta del restaurante y la comida estaba muy buena. Tiene unas carpas fuera al lado de la piscina que estan genial. Las vistas son increíbles.Habitaciones: 5/5
Un citio espetacular con buenas vistas . Para perderte y desconectar. Con picina mucho verde. Habitaciones enormes y modernas con camas que te abrazan al acostarse. Un entorno familiar . Tendrías que probar . Es perfecto.
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