Reseñas
Lugar curioso donde los haya, me encanta la parte en que las bebidas que tienen de grifo son producida por ellos mismos, cosa que las hace únicas. El local es pequeño pero tiene una bonita decoración y parte de los productos expuestos como si fuera tienda, no volvería todas las semanas pero si que es verdad que me gusto mucho la experiencia
Bar de experimentos de los dueños de Estrella Galicia. Tiene bebidas y tapas muy gallegas como el Mojiño Mojito con licor de hierbas, la mermelada de pimientos de padrón o el paté de marisco. Las opciones de maridaje están muy bien y la presentación es curiosa. Muy bien si quieres probar cócteles.
Es un bar de ambiente químico muy chulo. Los vasos son vasos de precipitados, probetas o pipetas. Toda la decoración está relacionada con la química. Además también tienen algo de comida para picar. Su mayor inconveniente es el precio de las cosas, ya que es bastante caro una caña 4€ por ejemplo
ORIGINAL, ÚNICO EN MADRID. Son bebidas que inventan los propietarios del bar. En una de las fotografías tenéis los distintos nombres de las bebidas y los distintos tamaños que tienen para probar. RECOMIENDO pedir la probeta de 4 para que vayáis probando y después si queréis una copa. LOS MEJORES EL MOJIÑO Y PINKY MOON
Interesante. Bar Laboratorio de la Tita Rivera. La peculiaridad es que tienen 10 o 12 tipos de bebida distinta servida a través de grifos. Muy original. Es un local pequeñito pero muy acogedor.
Precios abusivos para el producto que ofrecen. Ni el vino ni la cerveza son buenas. Y por 175 ml de vino te cobran 4'30€. Además el servicio es poco útil. Un único baño para ambos sexos y la puerta está estropeada, no cierra bien, se queda entre abierta. Por otra parte el camarero es simpático y tiene don de gentes. No lo recomiendo.
Ofrece bebidas y aperitivos gallegos. Las bebidas servidas en recipientes de laboratorio da el ambiente de mezcla e innovación por las bebidas creadas mezclando sabores, como sidra con mojito. Curioso como experiencia.
A diario hay menos gente y merece la pena. Es muy pequeño pero las bebidas son sorprendentes. La comida son platos de picoteo frío.
Un pequeño local al lado de la calle Fuencarral donde poder experimentar y saborear nuevas bebidas de creación propia. Nosotros tomamos un Pinky Moon Vino blanco propio macerado con frutos rojos y un Mojiño En vez de ron lleva licor de hierbas y ambas bebidas están buenísimas y sin duda repetiremos más veces. Los precios son asequibles, el formato es original, la calidad es buena y el lugar está muy bien. Si queréis nuevas experiencias por Madrid es un sitio recomendable y lleno de sorpresas. Además, el camarero que nos atendió fue muy amable y nos explico todo con detalle y en todo momento nos trato genial. En resumen, increíble.
Lugar pequeño pero muy acogedor Me encanta el estilo que le han dado Pero hay que aprender a pipetear !