Reseñas
Fuimos recomendados por una amiga y la verdad es que salimos encantados!! La atención de diez!!! La ambientación es maravillosa, de cuento!! Los niños adorarán este lugar, muy espacioso y con todo lo necesario para que los peques se distraigan mientras los padres toman/comen algo. La comida también muy rica y nutritiva. Os recomiendo mucho este lugar, no os arrepentiréis!! Estoy agradecido de ver que todavía existen lugares especiales.
Un lugar increíble en el que poder disfrutar de su gastronomía , tranquilidad y mucha paz. Y al finalizar animarte a descubrir que hay detrás de cada objeto decorativo. Y como visita inexcusable es subir y disfrutar de la magia de la casa del árbol y un altillo a tamaños reales. Mi valoración es de matrícula de honor porque es un lugar que sale de la norma y lo percibes nada más entrar. Es mágico e irrepetible Comida vegetariana: Dieta pensada que muchas veces no se confunda Admisión de niños: Se aceptan en el Restaurante a niños y perros que es otro más de la familia. En el restaurante existe una casa a tamaño real fabricada en madera recreando que se encuentra encima de un árbol. Sirve para que los niños estén entretenido y así sus padres poder desconectar y comer sin preocupaciones. Menú a la carta con calidad/precio muy asequible, con comida riquísima y presentación acurada. Personal muy amable y atento. En resumen un lugar con encanto, un toque de misterio y una pizca de magia. Y lo que más me impactó es que su decoración permanece en el tiempo, del pasado al presente y hacia un futuro maravilloso. Aparcamiento: Tema aparcamiento tenemos 2 obciones: 1- aparcar en la estación es gratuito según me comentaron en el restaurante. 2- El domingo y los festivos la zona azul es totalmente gratuita . Acceso para sillas de ruedas: La entrada está a pie de calle y si vas en silla de ruedas hay meses que se adapten. Además personal amable,que te aconseja e informa de los planes que queréis realizar Restricciones alimentarias: No te pueden asegurar que se puede producir contaminación cruzada,
Se trata de un lugar fuera de lo común. Para mí parecía una casa mágica, tiene una decoración súper peculiar donde predomina el reciclaje y lo hace auténtico. Mires donde mires es sorprendente. La comida está realmente buena, producto natural y bien elaborado, una variedad para todos los gustos. Escogimos este lugar por los comentarios y no defraudó, sin duda será una parada cada vez que me acerque por Vic. Para los niños tienen una casa preciosa con juegos y creo que es un sitio donde deben pasárselo genial. El personal es muy amable y atento.
Bueno por dónde empiezo yo, la verdad que este sitio tiene un encanto terrible por la decoración y como han hecho de una nave creo un sitio increíble.. la verdad que, que sea todo reciclado le da un punto extra. Cuando fuimos había música en vivo, y un ambientazo y eso me animo mucho la verdad. Luego la atención es muy muy buena. Las chicas que te atienden tienen una amabilidad terrible y te dan ganas de volver solo por l gente que te está sirviendo. TMbien la cocina está abierta por lo que tú vez como cocinan lo que haz pedido. La comida es toda vegana, yo que no lo soy la verdad que me quede un poco au, y la carta la verdad que se me quedo un poco chica… me gusto mucho el wok.. pero todo lo que pedimos luego no, luego me pareció bastNte caro par lo que comimos, nosotros éramos 4 y pedimos para picar y gastamos unos 80€ y no cenamos. Creo que es un sitio muy guay para ir verlo, tomarte algo..Nose quizá a mi me paso que como tenía muchas ganas de ir tenia muchas expectativa y luego era todo muy perfecto le encantaba y me falló en la comida.. que no era por el hecho de que fuera vegana sino porque al parecer de los que estábamos en la mesa no tenía sabor.
Original y vegano son las dos mejores palabras que describen este restaurante. La comida está riquísima, los platos muy bien presentados y la decoración despierta los sentidos, me encanta. Además los niños son bienvenidos y pueden explorar todos los rincones. La cabaña para que jueguen es muy bonita y le da a los padres algo de espacio.
Espectacular!! Comida riquísima, con opciones vegetarianas y veganas! El sitio es súper agradable y muy bonito y la atención de 10! Además dejan entrar a nuestros peludos, y nos dieron aguita para ellos. La verdad, genial!! Perfecto! Tema covid , nos dio confianza que es un sitio amplio y no hay muchísimas mesas. Cuando volvamos a Vic, repetiremos segurísimo!!
Hemos ido dos parejas y nos ha encantado tanto el local, la comida buenísima y el trato. Volveremos seguro
Fuimos tres adultos y dos niños. Llamamos con una antelación para reservar. Llegamos y nos tenían la mesa preparada. Los machos están buenísimos. Los finguer de pollo para del menú de niños están muy buenos. La pasta estaba hecha del momento. Yo pedí un salmón que estaba buenísimo. Todo muy correcto. El lugar es súper bonito y curioso. Toda la decoración muy bien encontrada con todas las cositas recicladas. Al llegar entregan una bandera para que la levantes para llamar a la camarer@. Los niños querían levantar a cada momentos la bandera. Hay una casa en un árbol que a los niños les encantó para jugar. Hay libros también para leer... en definitiva es un lugar recomendable
El pasado Domingo paramos en este restaurante a comer después de pasar el puente fuera. El local con mucho encanto, está decorado en madera y utiliza mesas, sillas... reciclados, una decoración post vintage. Es un lugar eco friendly con una zona para los que tengan niños de cierta edad 6-8 años que simula una casa en un árbol para jugar. Está genial aunque desde nuestra perspectiva no parecían seguros los escalones para subir y bajar frecuentemente, como bien observó Ernest Ernesto, uno de los miembros de esta nuestra comunidad. El tipo de comida que sirven va desde tapas tipo nachos, fingers de pollo, hamburguesas y fideos al estilo japonés cocinados en Wok con opciones vegetarianas/veganas. La verdad es que muy bueno todo, solo un "pero" tardaron demasiado en servir los platos, nosotros entramos a las 14 un grupo de 6 personas y salimos del lugar casi a las 17 de la tarde. Puede parecer exagerado, pero entre que nos trajeron los nachos y los "fingers" de pollo hasta que nos trajeron el plato que habíamos pedido pasó 1 hora. Posteriormente nos quedamos con las ganas de pedir postre pero al indicarle a la camarera que queríamos postre desapareció si, literalmente y, ya un poco cansados de esperar, nos levantamos y nos fuimos no, no hicimos un "simpa", pero lo podríamos haber hecho perfectamente. Supongo que no debe ser lo habitual el servicio lento o, almenos, esperamos que no, ya que tanto el lugar como la comida no se lo merecen.
Nos ha encantado!!!! Comida, servicio y el espacio. Tiene varias zonas para niños y se lo pasan pipa!!!! Un lugar para estar de lujo a buen precio