Reseñas
Restaurante con encanto aunque muy pequeño. Se puede ver cómo van cocinando los platos en directo ya que el único sitio para sentarse es la barra en taburetes altos. Las camareras no son muy simpáticas. Las raciones ricas pero pequeñas para el precio, si vas dos personas con hambre tienes que coger al menos cuatro platos. Destacar la hamburguesa de buey hecha a la brasa.
Menú de día de 16,95 euros. Únicamente se sirve en la barra en una sillas un poquito altas y sin mucha gente puede resultar algo incómodo. La comida es de muy buena calidad y muchos de los platos incluyen trufa que es algo que a mí me entusiasma. El postre me pareció espectacular era una torrija caramelizada con helado que recomiendo 100%.
Ninguna de las veces que he ido me ha defraudado. Siempre ha estado todo explendido. El trato de l@s camrer@s, la comida… siempre cuidan todo al mínimo detalle. Su hamburguesa puede ser de las mejores que he probado.
Sitio genial para picar una variedad de raciones muy ricas todas en la barra. Pedimos su biquini de trufa y jamón, croquetas riquísimas, unas bravas ricas, muy ricos los baos y bombones de vaca con foie no hay foto. Súper jugosa la torrija.
Una pasada!!! El trato ideal, correcto, discreto y atento. Toda la comida a un nivel muy alto y a un precio justo. Muy recomenable.
Comida espectacular, bien elaborada y a un buen precio. Ambiente agradable y distendido. El steak tartar mi plato favorito.
Es un concepto menos habitual de comer en la barra, pero estás a gusto, lo que hemos comido estaba bueno todo, el local es bonito y el personal amableComida: 4/5
La comida está muy rica, una pena que el local sea tan pequeño, a veces es difícil encontrar sitio. El menú está actualmente a 15,90 de miércoles a viernes y ofrece la oportunidad de probar algunos de los platos de la carta a muy buen precio. La hamburguesa es espectacular... Casi siempre la pedimos. Ves a todo el personal trastear y cocinar tras la barra y da muy buena sensación, cómo se organizan y lo limpio que está.
Es un sitio muy pequeño, sin mesas se come en barra como en mercado y su gastronomía así lo vende. Realmente todo estuvo increíblemente bueno, lo mejor de todo el taco de atun y el pan cristal con panzeta. Los Postres no fueron los mejores. Adicionalmente una variedad de vinos increible por copa y el precio estuvo genial.
La comida, pidas lo que pidas, siempre esta riquísimo. Lo que echa para atrás a la hora de ir es la camarera, siempre es muy antipática y desagradable, la cara con la que mira a la gente no es normal... te hace sentir muy incómodo.