Reseñas
Buen sitio para comer o tomar algo. Al parecer es conocido por las cabrillas pero no las he probado, al menos lo que pedí de carta si que estaba todo rico, las croquetas de chorizo muy buenas. Sirven muy rápido. El precio acorde con la comida. A mejorar los aseos.
Bar de los de toda la vida, con tapas de las de siempre. La cerveza fría y el personal muy atento. Tienen una buena terraza Fuimos a tomar caracoles y no salimos muy contentos, eran pequeños y tenían un poco de tierra, se puede deber a que sean los primeros de la tempora. Volveremos de nuevo para probarlos y esperamos subir la puntuación.
Lugar ideal para probar unas tapas en una terraza, disfrutando de una sangría o de una cervecita. Servicio experimentado, y rápido la verdad. Los pinchos de pollo muy ricos y sabrosos. La ensaladilla rusa casera muy suave. Las empanadillas de langostino muy ricas.
Bar sencillo de grandes guisos. Todo lo que probé recomendable: tapa de Pavía, menudo y carrillada. Si se trabaja por la zona es el sitio ideal para comer como en casa.Comida: 5/5
Nos apetecía probar la tapa de caracoles y no dudamos en acercarnos a éste bar. Pedimos los caracoles, muy bueno el bacalao con tomate bastante bien y el flamenquin estaba muy seco, no nos gustó demasiado Sin duda vale la pena venir a probar los caracoles.
Tiene una terraza amplia que está en una calle de poco tránsito. Calidad - precio es regular. El precio de los está por encima de la media, a unos 9 euros, siendo normalitos. Cerveza carilla también
Otro de los sitios más conocidos de la zona de Nervion por sus caracoles y, sobre todo, por las cabrillas. También tiene una amplia variedad de tapas; en nuestro caso, pedimos también unas croquetas grandes y un flamenquín que estaban buenos. Las tapas son abundantes y de precio barato. Es un bar al que volveré para repetir caracoles.
La atención es buena y rápida, pero la comida deja mucho que desear. Pedimos un serranito de pollo y estaba crudo, lo pasaron por la plancha pero estaba crudo de nuevo. Cambiamos por chipirón plancha y estaban chiclosos y con mal sabor.
Si se trabaja en hostelería, lo mínimo que se pide es al menos ser amable y simpático, si estás amargado con tu trabajo, intenta no transmitirlo a tus clientes. El trato puede mejorar mucho tan solo sonriendo o ser amable.
Buenísimas las tapas, pedimos cabrillas, pastel de cabracho , huevos rellenos, flamenquin , pinchito de pollo, albóndigas de choco, y chipirón plancha. Lo malo que no sirven en mesa