Reseñas
Las raciones son como mini tapas que puedes encontrar en cualquier sitio sin que haya una que logre destacar. Te lo venden como un picnic, y cada caja, con ocho tapitas/persona, cuesta más o menos 15€ por persona, un porrón de sangría bastante pequeño 9€ y el litro de agua 4.5€, muy caro para lo que ofrece. Los camareros te sueltan un guión muy estudiado, pero son correctos. Para ir una vez, probar y no volver.
Me voy con una sensación agridulce. El sitio tiene encanto es "diferente". Hemos ido en una fecha en la que tienen un menú cerrado porque zaragoza ahora en agosto es un desierto; bien este menú no aparece en la puerta ni en ningún papel son los camareros quien te lo explica pero hablan tanto, tan rápido y tan de memoria que cuando se van has olvidado todo. El hecho de comer con las manos es una experiencia pero nos han puesto cubiertos sin pedirlos y lis vasos los hemos pedido nosotras por que con el porrón somos algo torpes. El menú 25€ hasta el tercer plato hemos ido muy bien, el japi mil nos ha defraudado muchísimo. La playa de Salou esta en todas partes mesas y sillas están llenas de arena. Creo que no repetiremos.
Muy buen lugar. El concepto de picnic para comer esta muy logrado. Los camareros muy atentos y muy profesionales. Los japi mil están muy bien. Si quieres comer ligero solo uno si quieres s primero y segundo mejor dos. Los postres buenisimos. Recomendable el de toblerone
Excelente y original como pocos, un sitio para una comida o cena especial con opción de tomar una copa en la planta de abajo.
Vermú, restaurante y a lo loco!! Mejor no desvelar sorpresas pero mi recomendación es probarlo con tu grupo de amiguetes! Muy divertido y original
Si te apetece comer algo diferente y de una manera original, pásate por el mandanga. Un menu de 25€ completo con un poco de todo.
El bar más bonito de esta ciudad,, me encanta su originalidad
Excelente trato, bebidas premium, nada de "garrafones" precios ajustados a su calidad, buenos profesionales en barra y con la musica que es de la buena, nada repetitiva y bien seleccionada abarcando desde los '70 hasta la actualidad, con especial trato a lo conocido de los '80. Hay seguridad en la puerta para conseguir que el ambiente del interior sea de lo mas agradable y de verdad, como consejo especial, dedicad un momento a mirar con atencion la cuidada ambientacion con una decoracion realmente excepcional, no perderse el mural de libros entrando a la izquierda frente a la barra, gran artista el autor .
El sitio es genial y los camareros muy atentos. La planta sótano muy original. Pero el restaurante... decepcionante, todo muy regular, fritos, el arroz no sabe a nada! no hace justicia al lugar. Además, el precio es el de un restaurante de mucha más calidad. Hay muchas opciones mucho mejores por la zona.
Local realmente espectacular en cuanto decoracion, hasta ahi bien, despues el concepto a mi desde luego no me convencio, lo de plantear una comida sin cubiertos ni vasos no me parece correcto, aunque si nos pusieron, la comida la verdad no nos dijo nada, muy plana, para lo que te esperas tras ese envolvente local y el soporifero rollo que te sueltan previo comida, y desde luego el precio desmesurado por lo que sirve no lo vae ni la cantidad ni la calidad del producto. La plantilla todos muy profesionales y bien la verdad, pero gastronomicamente no recomendable