Reseñas
El local es muy bonito, una estética muy eficiente, dejando algunas partes en bruto. La profesionalidad del personal es dispar. Todos muy amables, pero a la inmensa mayoría les falta oficio. También hay que invertir en personal. Me llamó la atención que al preguntarme para beber al llegar dije que no sabía, que quería ver la carta, y no me dijeron que había un coctelero. Me llamó poderosamente la atención que un camarero estuvo todo el tiempo en la barra con las mascarilla en el cuello no dejando un poco de nariz fuera, no en la boca.... Nada, en el cuello Otros camareros se acercaban de vez en cuando para descansar y se la bajaban un poco, eso lo puedo entender. Respecto a la comida, también claroscuros. Destaca el abuso de la ralladura de lima para todo, que no siempre aporta. Faltaban algunos platos destacados de la carta por "problemas con los proveedores". Los postres fueron lo mejor.
Un lugar muy diferente al típico sevillano pero con una calidad espectacular. Todo lo que pedimos con un sabor increíble y para compartir los patos. Pedimos las no croquetas, el arroz de pato espectacular y varias más de la carta. Lo que más me impresionó es que te explican los platos antes de probarlos y te ponen el pan con aceite. La presentación de cada plato muy currada y bonita. Lo recomiendo si no quieres el típico lugar sevillano.
Me recomendaron martirio y fue un acierto. Local muy bien decorado, cocina abierta que me encanta ver a los cocineros trabajando. Carta original y platos muy bien presentados. La atención lo mejor, especial mención a Ruth que nos trató con mucho cariño. El arroz con Pato y la tarta de queso me parecieron espectaculares.
Muy buena elección en el barrio de Triana, cerca de la Plaza de Cuba. La carta es amplia y la elaboración y presentación de los platos es exquisita. El sabor de los tacos delicioso, el arroz sabroso, la ensaladilla muy rica. El cochinillo me pareció algo menos de lo esperado y comparado con el resto de platos algo insípido pero puede que fuera algo puntual o algo personal. Los postres fe 10. La decoración esta elegida con gusto.para repetir, varias veces.
Sitio espectacular desde el primer momento que llegas. El ambiente y decoración son diferentes y originales. Los camareros son muy agradables y en todo momento están pendientes de que no falte nada. El camarero que nos atendió nos dio recomendaciones magníficas. Los platos tiene un gran sabor y un equilibrio perfecto. Lo que más me gustó es que la cocina fuese abierta y poder ver mientras cocinaban. Sitio al que volveré.
Versión corta: Me ha parecido un sitio bonito y agradable pero en cuanto a comida creo que es “mucha chicha y poca limoná”. Versión extendida: Cena para cuatro un miércoles noche. Poca gente y ambiente tranquilo. Nos atienden rápidamente y bien. Baños: Limpios y con buen equipamiento y decoración. 5 Servicio: Camareras muy solícitas y atentas. Ni una queja. Aunque un miércoles con el restaurante casi vacío no sea la mejor forma de evaluar esto. Aún así 5 Local: Precioso. Muy acogedor, con cocina a la vista. 5 Vinos: Buena selección de vinos. Tomamos un tinto Ca’n Verdura. Muy rico y no estaba mal de precio. Platos: Aquí es donde no estuvimos muy satisfechos. Pedimos: - Ración de ensaladilla Martirio. Buenísima y de tamaño aceptable. 5 - Dos tapas de niguiris de angula. Bien aunque tamaño extremadamente escueto. 3 - Gilda de atún. Presentación muy aparatosa y vistosa siento no tener foto. De sabor muy rica. 5 - No croquetas. Aquí pinchamos. No nos gustaron a ninguno de los cuatro. Era una pasta crujiente rellena de queso líquido. Nada sorprendente y muy poca cantidad para el precio. 1 - Tartar de lubina. Este fue el peor plato con diferencia. No nos entusiasmó de sabor a ninguno y además el tamaño era ridículamente pequeño para los 16€ que costó. 2 - Sobrepan. Una especie de bríoche con champiñones. Aceptable pero tampoco nada del otro mundo. 4 Precio total: 94,5€. Sin postres, solo una botella de tinto y una cerveza. No termino de verlo, la verdad. Aún así creo que el sitio no está mal y con unos ajustes en la carta ganaría mucho.
Buen restaurante en Triana, a solo 5 minutos de la parada de metro “Plaza de Cuba”. Probamos diferentes platos, pero lo que más nos gustó fue el pan brioche con champiñones, taco mexicano, el plato de paté y la carne. El personal fue muy amable. No solo ofrecen comida, son expertos en cócteles. Volveremos!!Platos recomendadosZamburiñas Demasiado Ácidas, Ensaladilla Martirio y Tarta de Queso Thermomix
La cocina muy rica. La ensaladilla muy rica y con un toque ácido que la hace muy peculiar. La pastela muy rica, equilibrada y muy bien presentado. El cordero muy bien montado con el resto de ingredientes. El pan brioche con demasiado champiñón, el saber del huevo muy rico. El detalle del aceite con el Pan de masa madre muy acertado. La tarta de queso muy rica. Lo mejor la pastela. Porque solo 3 estrellas? Por el servicio muy lento. De repente se van unos cuantos cocineros y aparecen a la hora aproximadamente. Lo mismo no es lo normal y hemos tenido mala suerte. Volveremos para darle otra oportunidad.
Fantástico local donde te abren las puertas de su casa desde el primer momento. La calidad de la cocina se merece un 10. La presentación también es de puro sobresaliente. Amabilidad, ambiente y decoración hacen que estes más a gusto todavía. Nosotros hicimos la quedada de navidad para vernos los amigos y compañeros de trabajo que vivimos en distintas ubicaciones, Madrid, Sevilla, El Puerto de Sta María, Fuengirola y Marbella… casi ná! Y donde nos vemos? Pues en Martirio Bar. Probamos de todo… para mi, el mejor plato fue el Arroz con Pato. Y para la parte de mi estómago dulce, la tarta de queso es un manjar de Dioses. Como detalle principal, la explicación del plato que eliges o te aconsejan … eso da juego a paladear antes de que llegue. Y en la bienvenida, pan con aceite masa madre hecha allí por ellos y aceite de olivas especiales…oro puro Los cócteles también son especiales… insisto que el ambiente hace que todo eleve su calidad y sabor! También me gusto que la cocina esta “desnuda” al público. Eso es seguridad en lo que tienes. Chapó! Luz muchas gracias, brindas energía y buen hacer. Muchos éxitos presentes y venideros. Cuidaros
Creo que esta es mi primera reseña negativa y en parte quizás esté motivada porque era jueves santo, aunque el local no estaba tan lleno y era el primer servicio. La comida de Martirio es muy buena, todos los platos que probé estaban bastante buenos excepto el lomo bajo que nos costó en torno a los 36 euros. Recomiendo encarecidamente el arroz. Primer punto negativo, las proporciones. Pedí entorno a dos platos por cabeza y salí con un hambre terrible y tocamos a 100 euros entre 3 comensales. El segundo y el que más me dolió fue el servicio, tuve una malísima experiencia porque tenía unas expectativas muy buenas de este sitio. La cocina sacaba los platos a tiempo, pero el servicio no tenía ni idea de nada. Todo empezó bien y poco a poco se fue torciendo y ya por compadecerme intenté ayudar a los camarer@s para que fueran sacando platos y acertando, pero imposible... En la barra estaba el coctelero ordenando cosas sin tener en cuenta algunas comandas que los camareros le estaban cantando. Había algunos camareros que estaban perdidos y daban vueltas recogiendo lo que podían. Una pena, porque todo esto derivó en un lomo bajo que pedimos y salió helado. Pedimos que lo vuelvan a calentar, y vuelve al rato un poco más hecho pero frío de nuevo. Es algo que como cliente te frustra un poco, porque es el plato más caro que había e hizo de mi estancia en Martirio una experiencia muy desagradable a pesar de entender que parte del servicio quizás era de refuerzo para ese día y aunque yo intentaba recordarlo con educación porque me encanta la cocina y la hostelería fue imposible. Ojalá pueda volver a repetir y tener otra experiencia distinta porque sé que la cocina es buena y la carta me gustó bastante.