Reseñas
Un restaurante de tapas que podría ser innovador, diferente y con muy buen producto queda totalmente eclipsado como TRAMPA PARA TURISTAS, donde los vinos estan un 60-70% por encima de precio de mercado. La comida en si no está mal, esta realmente buena, las raciones son correctas aunque los precios siguen siendo elevados. Terminar pagando 100€ sin vino me parece exagerado teniendo en cuenta la oferta gastronómica que ofrece Barcelona y me da a mi que los autóctonos ya se han dado buena cuenta de ello, solo ocupábamos el 20% del local, el resto extranjeros.
Fuimos a comer por San Esteban, a celebrar mi cumpleaños. La comida fue increíble y las raciones pequeñas pero correctas. Había buen ambiente, quizá la música demasiado alta, aunque era muy buena.
Muy buena experiencia! Los precios son elevados, pero la comida está a la altura. Probamos las pizzas con sardina ahumada, el tatín de berenjena, las gambas fritas y el arroz meloso con gambas. Todo riquísimo, quizás me quedo con las pizzas y el arroz. Y la torrija de postre es un must, está increíble! El servicio fue también excepcional.
Un concepto distinto de restaurante: una cocina esquinada y alrededor las mesas altas y bajas, en un local de reducidas dimensiones en el que todos pueden ver las elaboraciones que se están preparando. Reservamos para 7 personas y nos dieron la gran mesa en un lugar alejado del resto. Perfecto. Estuvimos tan a gusto durante la comida y en la tertulia posterior, que los camareros, con toda su amabilidad, nos tuvieron que invitar a irnos porque cerraban: las 5 de la tarde. Fueron 3 horas inolvidables en las que fueron desfilando distintas exquisiteces, a cual más rica y mejor elaborada: las gustosísimas croquetas de jamón de bellota, la original pizza de sardina ahumada -una pequeña delicatessen que el paladar no olvida-, el tatín de berenjena en sabia combinación con stracciatella, el supremo arroz meloso de gambitas de Palamós... En fin, todo lo que degustamos nos pareció de primera calidad, con una presentación muy original. En un lugar así, el precio que hay que pagar no importa, porque todo lo que te ofrecen merece la pena. Todos los chicos y chicas del personal se mostraron simpáticos y excelentes profesionales. Hoy en día resulta difícil encontrar un restaurante en el que estén atentos a servirte el vino una y otra vez. Se agradece
Una delicia. La atención es muy profesional, atenta a cada detalle y petición. La cocina está a la vista, el extractor consigue que no huela a humo y sin hacer ruido. Los platos, son una sorpresa muy agradable, con verduras de temporada, como guisantes o espárragos, cocinados perfectos, con el punto justo, para que conserven su textura. La lasaña ha sido una delicia, suave, con el queso rallado a mano, ligera. Sin duda repetiré, ya tenéis un nuevo fan.
Donde menos es más. Una grandísima experiencia y servicio. Comida: carta corta pero completa y variada. Realmente se nota la elaboración y el trabajo en cada plato. Nuestro favorito sin ninguna duda el steak tàrtar. Simplemente excelente. No hay que olvidar otros platos como el pez limón o una reinvención de la ostra convencional. Como punto de mejora comentar que al arroz meloso de gamba le falta carácter. Buena textura y cocción pero falta de sabor. Servicio: impecable. Cambio de platos y cubiertos constante y atención al detalle por parte del equipo. Local: buen equilibrio entre retro y moderno, donde la integración de la cocina con el local le da un punto diferente y singular. En resumen, un lugar para repetir, donde el trato y el buen comer son garantía de éxito
Muy bueno. Bien servido. La lasaña de pollo y queso deliciosa y El cochinillo esta de rechupete. Plantean los platos de forma diferente que sorprende. Hay mesa larga para grupo o para compartir y mesas altas. No dejemos que solo los turistas lo saboreen.
Maravilloso recuerdo que conservo de este lugar! Volveré en breve al ver las fotos que tengo guardadas. La comida en su medida. Todo, absolutamente todo estaba buenísimo. Es un muy buen sitio para celebrar y darte un festival de sabores. La calidad se paga, siempre. Merece muchísimo la pena. Repetiré
Todo de 10. Buenísimo. Sitio top para cenar o comer. Probamos la pizza, diferente y buenísima hay que pedirla. El tatín de berenjena, muy rico. El arroz meloso, exquisito y las gambitos fritas. De postre la torrija. Para mi el must es la pizza y la torrija. Salimos a 40€ por persona. Calidad-precio buenísima. Volveremos seguro. El servicio súper amable.
Excelente!!! Buen trato con la clientela y la comida del 10 aparte pedimos tapas del Mont bar y pudimos probar de todo un poco.