Reseñas
Si nos tenemos que quedar con algún bar de Salamanca elegimos el mesón Cervantes sin dudarlo. Situado en la Plaza Mayor subes hacia la zona de bar y a parte de que podrás visualizar la plaza desde otro punto de vista, el ambiente y la calidad de las tapas te atrapará. Fuimos tanto a medio día como por la tarde noche y ni una pega. A las 00:00h apagaron alguna luz y la música se tornó algo más movida algo que nos sorprendió y nos encantó. Los camareros amables y alegres. Se está de lujo. Recomendaré y repetiré.
Un restaurante de toda la vida que mantiene su encanto. Con vistas a la plaza mayor. Lo que más nos atrae es su variedad de pinchos, y que están buenísimos. Para comer tienen menú del día y carta. Las raciones son abundantes y muy bueno también. La atención muy rápida y buena. Muy recomendable si visitas la ciudad.
Fuimos a tapear algo a la barra. Sitio tradicional y con solera, de los clásicos de la ciudad. Recuerdo toda la vida subiendo las escaleras que llevan al bar. Pedimos unas tapas con nuestra bebidas, las clásicas jetas, algún revuelto y una bomba de rabo de toro. Todo muy rico. Especial mención al servicio, que parece que se lo pasan mejor que los comensales. Están todo el rato de broma y de guasa entre ellos.
En plena plaza mayor un mesón tradicional, el acceso es subiendo unas escaleras que te llevarán hasta el primer piso que da acceso al mesón, la barra dispone de una amplia variedad de tapas con su cartelito con lo que es cada cual, y si tienes dudas los camareros te explicaran sin problema. Un mesón que si estas por la ciudad muy recomendable su visita tanto por su ubicación como por su servicio, aunque está claro que el acceso al mismo no es el más cómodo del mundo ni apto para todas las personas
Bar de pinchos en el centro de Salamanca situado en la Plaza Mayor. Tienes gran variedad de pinchos para pedir y un ambiente agradable. No apto para los que no puedan subir escaleras ya que hay que subir alguna que otra para llegae. Tienes la opción de picar algo o también puedes sentarte a cenar. Local recomendable para probar los típicos pinchos en Salamanca.
Hemos disfrutado las recomendaciones del camarero. Nos ha gustado mucho la comida, también el vino de la casa y el postre. Pero las croquetas no estaban ricas. Las he dejado porque no estaban buenas. No las recomiendo.
Sitio genial para tapear con amigos. ¿Lo mejor? El precio, por menos de 3€ tienes la bebida y la tapa. También sorprende la variedad de tapas. Tienen desde tortillas, patatas, hamburguesas, ensaladilla, entre otros. He ido varias ocasiones y mi tapa favorita es la bomba de carrillera. A destacar también el ambiente juvenil y la música moderna y divertida.
Comida casera, buena, raciones grandes y con un precio muy económico. Además puedes encontrar platos típicos como el tostón cuchifrito o los huevos con farinato en el menú diario por 15'90€. Si estás de paso merece la pena comer disfrutando de las vistas de la Plaza Mayor desde uno de sus balcones. Aunque en este caso recomiendo reservar mesa para asegurarte que la tengas frente al balcón.
Justo en la esquina derecha de la plaza, busca las escaleras de madera y sube hasta un pequeño salón con barra y mesas altas. En este espacio las tapas están buenísimas y el precio es asequible 2 cervezas grandes, 3 tapas de tortilla rellena y un pincho fueron 18€. Ojo, solo en esa zona, en salón, como es normal por las vista y el servicio, los precios varían. ¡Muy recomendable!
Fuimos a comer de menú, dado que para tapear no cabía un alma, del tema distancia de seguridad no hablamos mejor. Pido una "paella mixta", y me encuentro qué viene con huevo duro, pimientos de piquillo y aceitunas encima con hueso, me quedé a cuadros, una auténtica aberración a la gastronomía. De segundo "cachopo", sin más, aunque el queso apenas fundido, el rebozado se caía y no estaba bien hecho. El de mi pareja, directamente le pondrían el tranchete en medio, y la carne prácticamente cruda. Muy mejorable. Nos cambia el camarero el plato por un rabo de toro, qué apenas tiene sabor, con lo que es ese guiso... Postres tarta de queso y arroz con leche sin más. El servicio por parte del camarero lo mejor, atento y sin problema resolvió los inconvenientes. No repetiremos en otra ocasión.