Monteagudo

Un clásico del barrio de Salamanca. Fui en el contexto de un encuentro foodie y probamos los boquerones adobados, calamares fritos, el tartar de aguacate y salmón con cebolla crujiente y salsa teriyaki coronado con alga wakame, milhojas de merluza, berenjena y calabacín y unos tostones venezolanos. Me encantaron sobre todo los boquerones y las milhojas. El servicio fue atento en todo momento y el local no era muy grande pero me pareció acogedor. Si quieres ver más fotos, información o reseñas de éste u otros restaurantes puedes encontrarlas en mi cuenta de instagram @mistermorefood

Actualizo mi comentario porque lo han renovado, han cambiado a todo del personal, y ya no sirven las huevas aliñadas que solían tener. De hecho las camareras de ahora uta no saben ni lo que es eso. Pedí media de ensaladilla, penosa, un picadillo de patata, huevo, zanahoria y atún, con mayonesa. Ni pimiento rojo, ni aceitunas, ni anchoa, no guisantes. Los chipirones a la plancha, pasables, buena media ración, pero el aliño muy soso. El servicio normal, las chicas le ponen empeño. Típico bar de toda la vida. Una buena opción para unas cañas. Tiene medias raciones, y no te puedes ir sin probar los boquerones en adobo, que son la especialidad. A mí me gusta ir porque suelen tener además, huevas aliñadas YA NO LAS SIRVEN, que no suele ser fácil de encontrar en Madrid.

Un fantastico sitio para comer/cenar/tapeo. Os cuento... -la carta: muy completa con tapas, marisco, carnes. Los postres son caseros. Especial mención la tarta de oreo. Aunque la de limón muy rica también. La porción además, muy generosa. Especialidad en boqueros adobados. - el local: está todo reformado y moderno. Las mesas muy comodas y la decoración muy chula. Hay zona de barra, mesas y terraza. - la atención: los camareros son encantadores. Te orientan muy bien y están muy pendientes de todo. Es un sitio para recomendar. Muy agradable, de buena calidad y buen precio.

Un clásico del barrio de Salamanca que ha sido recientemente reformado para actualizarlo a los tiempos que corren. Cerveza bien tirada y buenas tapas caracterizan esta castiza taberna. Fundamental los boquerones adobados probablemente los mejores de la capital

Execelente atención y la comida insuperable un 10 de 10

Este local es un clásico del barrio pero ha cambiado de dueño hace poco y su carácter castizo se ha perdido en aras de un aire más moderno. Algunos platos como los boquerones adobados son idénticos a la anterior etapa pero otros como la berenjena rebozada han empeorado. En general buen local y con buena relación calidad precio y algo muy importante: un trato muuuuuy amable

Hoy pase por aquí de casualidad me senté en barra pedimos 3 refrescos y me pareció buen aperitivo. Una ensalada campera y 3 croquetas de jamón parecían. Al hilo de esto decidimos sentarnos en una mesa en terraza. Pedimos pulpo a la gallega ensalada de pimientos asados y sepia. Y mucho, mucho que desear la ensalada es poco más grande que un plato de postre la ventresca era inexistente 2 o 3 trozos los pimientos aceptables y el aliño pobre. El pulpo no estaba mal cocinado la patata cachelo quizás un poco harinosa no estaba bien cocida y la ración más bien pobre, nada que ver con la zona. Por último la sepia era escasa trozos pequeños de sabor aceptable pero nuevamente ración íntima. Continuamos con bebida y alguno a dobles 2 para ser exactos 2 tercios y un tinto de verano. Pedimos croquetas pero no había, Y de aperitivo Si?, nos dio la sensación de que nos cerraban. Resultado rozando los 90 euros...Me da la impresión de que el precio no es acorde con las raciones. Al final acabamos "cenando" en otro sitio después del aperitivo.

Llevaba viniendo aquí 39 años. Hace dos o tres cambiaron de dueño, y al principio bien, pero desde la última vez hace unos meses a hoy, no sé si han vuelto a cambiar desde luego todos los camareros son nuevos, pero los boquerones adobados un clásico donde los haya han pasado a ser de ración escasa y no tan buena, se han vuelto lentos en servir, y las bravas están bastante flojas. Iba con mis hijos y hemos pedido unas patatas fritas para ellos y unos vinos blancos para nosotros, en otro tiempo, nos habrían puesto una tapa para los adultos pero ahora nada de nada. Una decepción, no sé si volveré.

El doble de cerveza cuesta 3 € y es raquítico, pero lo que colma el atraco a mano armada es el jamón, la ración 18€, por supuesto está bueno pero no ponen ni 50 gramos. Antes estaba genial, pero están cayendo en picado. No volveremos.

Es un restaurante un poco antiguo, lo mejor es la buena cocina. De tapas o a comer, todo exquisito. Los boquerones en vinagre como los que hacia mi madre!. Champiñón riquísimo Pimientos asados al horno, de altura Todo rico, rico Mejor en la terraza