Reseñas
Extraordinaria situación. Extraordinaria decoración. Mires por donde mires lo único que ves es arte. Puedes entrar por un lado o por el otro, que sólo te produce una enorme satisfacción disfrutar de la visita a este local. Se mezclan grandes, enormes cuadros, mucha pintura, fotografías, un futbolín, cañas , cafés , tostas , además de conciertos o prestación de libros. De clientela muy variada, desde familias con niños, grupos de amigos, compañeros de trabajo o parejas que desean pasar un momento tranquilo en el centro de la ciudad. A escasos metros del Orzán, de las calles San Juan y San José, de la calle de la Torre o la calle de los vinos. Un lugar que no te puedes perder. Una vez que lo visitas no dejarás nunca de volver. Recomendado 100%.
Buen sitio para ir en familia, ya que la terraza está en una plaza ideal para que los niños jueguen. En el interior hay una decoración muy original y en la que suelen exponer algunos artistas, tanto fotos como esculturas o "cosas". Cuesta coger sitio en terraza en cuanto hace bueno, y se vuelven un poco lentos para atender a tanta mesa. Precios moderados. Con la consumición te ponen unas aceitunas o unas patatillas, lo básico. Ideal para ir con críos, si no, puede ser molesto el bullicio y "movimiento" entre las mesas.
Amplia terraza maravillosa y soleada, el interior del local es muy acogedor y aceptan mascotas. El servicio y la atención inmejorable.
Nos encantó. Un sitio genial para ir a tomar un café y disfrutar de arte. La camarera fué muy simpática....
El camarero un auténtico maleducado y soberbio. Una pena porque el local esta bastante bien y acogedor.
Local muy acogedor y vistoso, tiene un montón de objetos de colección y artesanía.
Sitio estupendo para tomar algo, celebrar un evento…y la terraza es muy acogedora.
El sitio no está mal, pero la atención deja mucho que desear. Después de estar esperando en la terraza más de 20 minutos salen a atendernos una camarera con muy poca amabilidad. Se le pide la comanda, entre ella un café sin lactosa, el cual, claramente, no lo era. Todos nos podemos equivocar, pero me parece inadmisible y vergonzoso que no se atienda a las intolerancias/alergias de los clientes, poniendo en riesgo su salud.
Cafetería agradable y tranquila en la escalinata del papagayo. Nos pusieron patatas fritas con la consumición
Buen sitio para tomar algo, la camarera muy agradable,. La atención perfecta. Amplia terraza para estar y un sitio tranquilo. Recomendable. Volveré seguro