Naguar

Sobre Nosotros

NAGUAR es un punto de encuentro gastronómico en Ribadesella donde se marida tradición y vanguardia.

Historia

NAGUAR es un punto de encuentro gastronómico en el centro de Oviedo, al lado de la Plaza América, que trata de maridar tradición y vanguardia en un local que rememora aquellos viejos cafetones y restaurantes de las primeras décadas del siglo XX. Los que invitan a disfrutar del tiempo, la comida, la buena tertulia y el placer.

Inspiración art- decó, años 20, Bauhaus, jazz primigenio... Un minimalismo amable, que no distraiga de la mesa, de la copa, del plato.

Pedro Martino y su equipo elaboran una gastronomía que busca la excelencia en la sencillez. Una gastronomía amena y festiva que da forma y fondo a la informalidad, abierta a las influencias y técnicas de la nueva cocina, sin perder pie en la tradición.

Abierto a los sabores de otros países sin olvidar el recetario asturiano. Una carta donde se encuentran una hamburguesa y unos callos, unas croquetas o un menú degustación que da rienda suelta a la creatividad, la técnica y la sensibilidad de Martino. Una gastronomía que busca una experiencia sensorial completa, la armonía de texturas, colores, formas, el juego, la memoria... Una carta abierta al cambio de las estaciones y del mercado, que siempre tendrá fueras de carta. Un lugar donde manifestamos pasión por el sabor y el producto, sin prejuicios ni cortapisas: preferimos un buen chicharro a una mala lubina.

NAGUAR es un lugar ecléctico, donde los platos no son primeros ni segundos (o sí), donde disfrutar de la mesa o de la barra. En NAGUAR damos protagonismo a lo secundario: el pan, el café, una infusión, un chocolate, un pincho... También son gastronomía. Por ello gozamos con el reconocimiento, en nuestra corta existencia, de varios premios en concursos de pinchos (“Concurso de pinchos de Asturias”, “Vetusta de Oro de Oviedo”).

NAGUAR propone una selección de vinos que supongan una aventura, un viaje a través uvas y regiones, una experiencia memorable. Seleccionamos a los productores que sepan transmitir pasión , expresar un terroir, un paisaje único, un ser vivo.

En definitiva, un lugar de acogida. Un rincón urbano donde hacer disfrutar a los sentidos y al corazón.