Nuevo Pensamiento Espiritual

Sobre Nosotros

Una forma de vivir cuidando las emociones, la mente y el espíritu.

Historia

El desarrollo Integral es una forma de entender la vida que trabaja en el proceso de mejora continuada en todas las áreas de la vida, tanto de los seres humanos, como de los animales y los ecosistemas.

Comprende tanto los pequeños detalles de mejora en cada individuo como los grandes propósitos de bienestar a escala mundial en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva feliz y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses sin importar nacionalidad, raza, sexo o religión.

El Desarrollo Integral en el individuo trabaja para que logre un conocimiento más profundo de sí mismo, es decir, no tanto de forma externa, sino ya más íntima consigo mismo, en una conexión con todo lo que es. Aquí es donde entra la filosofía del Nuevo Pensamiento.

El desarrollo Integral no es un grupo social como una religión o un movimiento pacifista o naturista, aunque se están empezando a crear grupos locales de Desarrollo Integral y Nuevo Pensamiento.

El desarrollo integral es el propósito de mejorar el mundo.



El Nuevo Pensamiento Espiritual es una de las varias maneras en las que los humanos intentamos comprender el propósito de nuestra existencia, nuestra relación con Dios, con el Universo, y con nuestro entorno. Es una manera de entender la vida que busca tanto mejorar la vida presente, como comprender lo espiritual.

Creemos que estamos viviendo una nueva era o dispensación en la que hay una mayor diversidad de opiniones, muchas de ellas contradictorias entre sí, al menos en un examen literal. Pero esto tiene un propósito.

En la anterior dispensación o era, había unos libros sagrados, unos interpretadores, doctores de la Ley, pastores, padres, rabinos, imanes, y maestros a quienes se debía de obedecer. La sumisión a la interpretación oficial de los textos sagrados y a los líderes es el valor más característico de dicha era. Es la era de “los padres enseñan a los hijos y estos deben de obedecer”. Era lo correcto para la infancia y la adolescencia de la humanidad.

Ahora estamos iniciando el camino de la madurez y por eso se ha lanzado esta diversidad de interpretaciones para forzar a que cada cual piense por sí mismo y haga lo que cree que debe de hacer. Es la característica de la madurez.