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Para comprender exactamente cómo se utiliza Scientology, se debería saber algo acerca de la línea de investigación que L. Ronald Hubbard siguió, así como acerca de la precursora de Scientology: Dianética.
Dianética es una metodología que puede ayudar a aliviar sensaciones y emociones indeseadas, miedos irracionales y enfermedades psicosomáticas (enfermedades causadas o agravadas por el estrés mental).
Su descripción más precisa es: lo que el alma le hace al cuerpo a través de la mente.
Antes de 1950, el pensamiento científico que prevalecía había llegado a la conclusión de que la mente del hombre era su cerebro; es decir, nada más que una agrupación de células y neuronas. No sólo se consideraba que la capacidad del hombre no podía mejorar, sino que también se creía que tras la formación de su corteza cerebral, su personalidad se había establecido irrevocablemente. Estas teorías eran, no obstante, imprecisas; y como consecuencia, la ciencia nunca había desarrollado una teoría funcional de la mente ni un medio para resolver los problemas de esta.
L. Ronald Hubbard cambió todo eso con Dianética: El Poder del Pensamiento sobre el Cuerpo. Su publicación en 1950 marca una línea divisoria en la historia de la búsqueda del hombre para lograr la verdadera comprensión de sí mismo.
Al igual que Scientology, Dianética se fundamenta en principios básicos que se aprenden con facilidad y que se puede demostrar claramente que son verdaderos, y cada parte de ella es tan válida hoy como cuando se publicó por vez primera en 1950.
¿Qué es Scientology?
Desarrollada por L. Ronald Hubbard, Scientology es una religión que ofrece una ruta precisa que conduce a una completa y certera comprensión de la verdadera naturaleza espiritual de cada uno, de la relación de uno consigo mismo, con la familia, los grupos, la humanidad, todas los seres vivos, el universo material, el universo espiritual y con el Ser Supremo.
Scientology se ocupa del espíritu; no simplemente del cuerpo o la mente, y sostiene que el hombre es mucho más que un producto de su entorno o de sus genes.
Scientology comprende un vasto cuerpo de conocimientos que se deriva de ciertas verdades fundamentales. Las más importantes son:
El hombre es un ser espiritual inmortal.
Su experiencia va mucho más allá de una sola vida.
Sus capacidades son ilimitadas, aun cuando en la actualidad no se hayan logrado.
Scientology adicionalmente sostiene que el hombre es básicamente bueno y que su salvación espiritual depende de sí mismo, de sus semejantes y de lograr hermandad con el universo.
Scientology no es una religión dogmática en la que a alguien se le pide que crea algo en virtud de la fe. Al contrario, uno descubre por si mismo que los principios de Scientology son verdaderos por el uso de sus principios y observando o experimentando los resultados.
La meta final de Scientology es una verdadera revelación espiritual y libertad.
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