Reseñas
Sitio agradable para comer pero, te recomiendo reservar si quieres mesa en " salón". Nosotros llegamos sin reserva y había sitio en la zona de " picoteo" que a diferencia de la zona de " salón" son mesas altas, pero para nosotros no fue ningun problema porque además nos tocó al lado de la ventana. La comida está bien. Sin más. Las cantidades ,sin ser generosas, son adecuadas, salvo la tarta de queso que fue lo que pedimos nosotros de postre y la porción para dos personas era bastante justa.La atención es buena y rápida. La relación calidad precio esta bien. Conclusión: De la zona, no es la primera opción pero está en la lista.
Trato inmejorable! Todo muy bueno, el pulpo a la brasa, la carne a la brasa y los canalones. Se nota la calidad del producto y muy buen servicios. El camarero que nos atendió muy atento. Por poner un pero, hacia un poco de calor en la mesa pegada a la ventana pero estamos en pleno invierno, no es lo normal.
Buen restaurante para comer entre semana alguno de los platos saludables que tienen en el menú. Hay que preguntar también qué tienen fuera de carta porque puede ser interesante. Decoración funcional un poco fría. Buen servicio. Precio correcto.
Lo mejor: Lugar agradable y la atención de los camareros. Sabor de la carne. El aperitivo de gazpacho. Lo peor: Siento decir que la "parrillada" de verduras no había pasado por ninguna parrilla. Parecían verduras cocidas a las que les habían dado una pasada por una aceitosa sartén. Puede verse en las fotos. Los buñuelos de bacalao, sin más, también algo grasientos. Como detalle, le cobraron el cubierto a una niña de dos años sin pedirlo, es el típico pan que cobran de serie. Están en su derecho, por supuesto, pero no deja de ser un detalle. En conclusión, 3 estrellas sobre 5. No es para nada un desastre, y la comida ha tenido puntos buenos, pero no volvería. Admisión de niños: Correcta. Nos dejaron una trona y fueron muy amables con la peque. Eso sí, le cobraron el cubierto a la niña 2 años, que no es algo muy habitual, aunque están en su derecho. La niña comió, también hay que decirlo.
Elegante restaurante al que merece la pena acudir por sus platos, atención, servicio y decoración. Aunque a primera vista pueda parecer un restaurante de elevado precio, los costes de cada plato no son excesivos, algo por encima de la media, pero el lugar y calidad de los mismos, lo compensa sobradamente. Restaurante muy adecuado para una cena un poco más elegante o formal, en un local perfectamente diseñado y enfocado al servicio ofrecido. Sin lugar a dudas, merece la pena probar tanto su arroz con leche cremosa, como en Asturias y su tarta de queso templada pudiendo ser una de la mejores de Madrid
Buen sitio para picar algo con buena atención y un ambiente idóneo. A mejorar el producto respecto al precio, abonamos casi 37€ por cabeza por: - Tortilla algo salada y una textura a mejorar - Steaktartar Rico aunque puedes comerte uno igual por mucho menos - Volcán de rabo de toro soso y falta de intensidad para lo que se espera se esa Carme - Pan que no pedimos y se cobró - Tarta de queso: lo que más me gustó por su sabor intenso - torrija alto densa Creo que pagando menos de 30€ hubiera sido más razonable para lo que cenamos
Un sitio la verdad que muy organizado y acogedor, destaca mucho el servicio de los camareros, muy atentos y serviciales en todo momento y referente a la comida, puedo decir que fue espectacular pedimos varias raciones para compartir y destacó mucho la ensalada de burrata, las croquetas de jamón y carabineros y la carne en su punto. Todo muy rico. Gracias y volveremos
No perderse la alcachofa y el pulpo. Gran atención y amabilidad del personal. La carne añejada agradable, pero venía un poco fría y realmente para ser uno de sus platos insignia me quedo a deber.
Nos lo recomendaron personalmente y tras ver las criticas decidimos ir. La decepción fue mayúscula, fundamentalmente por la comida. Destacar y resaltar el gran trato y amabilidad del personal, muy atentos en todo momento, pero un restaurante vende comida, y un restaurante caro, vende comida de calidad, o esa es la teoría. Pedimos dos entrantes correctos, nada fuera de lo común pan con tomate y croquetas, muy buenos. La sorpresa vino con los segundos, canelones con foie y escalope milanesa sorprendente pese a tener trona, no vimos nada en el menú, para niños, como luego nos confirmó la camarera tras preguntarla, por lo que tuvimos q pedir un plato que le gustará a nuestro pequeño intolerante al pescado, de 2.5 años. Los canelones muy muy normalitos, de comedor de colegio aun me pregunto donde esta el foie, pero aun peor fue el escalope milanesa de 19 euros; para echarse a llorar, carne mala fria, tiesa y rebozado de colegio. Hasta las patatas estaban zapateras, no las quiso ni el niño. No pedimos ni vino, ni postre ni café. 35 por persona, nada recomendable. Nos sentimos un tanto estafados, pues salimos hambrientos, los 3. Una pena, pues el personal es de 10! Admisión de niños: No tienen comida para niños
Una sorpresa muy agradable. No conocía este sitio pero sin duda repetiré pronto. Alcachofas tiernas, el pulpo a la brasa, los torreznos y el logo de carne roja no pueden estar mejor. Los camareros nos atendieron genial y pasamos una noche muy agradable. Fuimos un martes que siempre ayuda a estar más tranquilos...