Reseñas
El hotel tiene una excelente ubicación, el edificio es una maravilla. Sin embargo las habitaciones están muy anticuadas, son frías y el mobiliario es viejo no antiguo. Las camas son incómodas y la dotación deja mucho que desear, hemos tenido hasta que pedir mantas.Habitaciones: 1/5
Hemos pasado tres días muy agradables. Las habitaciones y los baños son amplios y cómodos. La ubicación inmejorable. Echamos de menos un aparcamiento cercano, personal para llevar las maletas y unos horarios de cafetería más amplios y lógicos. El personal de recepción muy amable, los camareros no tanto. En general le hace falta una remodelacion
Un palacio renacentista con una decoración obsoleta y un servicio muy amable, pero que necesita una reforma en profundidad para aprovechar todo el potencial del que dispone. Yo cambiaría la decoración, los uniformes, el ambiente, el desayuno. Excepto el impresionante edificio habría que llevar a cabo una revisión integral.Habitaciones: 2/5
El Parador es un Palacio renacentista del siglo XVI. Claro, pasas a otro siglo. La limpieza por parte del personal de 10. La restauración muy buena, los camareros muy educados y profesionales. Pero no me parece de recibo que te cobren el aceite que ponen de aperitivo , cuando no te preguntan si quieres o no. En la carta es cierto que te pone 2,30€ de gasto de pan y aceite por persona. Pero te lo sirven si o si. Tampoco me gusto que pongan una pastilla de jabón para la higiene de manos, cuando es sabido que, no es higiénico tocar más de una persona el jabon. Creo que con los Precios del Parador, se podrían estirar un poquito más y aumentar los detalles. Los enseres de aseo y baño, muy escasos. Y el cuarto de baño de la habitación 105 , que es la que nos asignaron, muy obsoleta en general. Para mí sobran alfombras que no son nada higiénicas y recomendables.
Joya arquitectónica muy bien conservada. Es un punto de interés turístico en la ciudad de Ubeda. Juan Diego el director hace un buen trabajo con todo su equipo y José el chico de mantenimiento, también cumple su función bastante bien.Aspectos destacados del hotelTranquilo
En general, al edificio como hotel, le falta una puesta al día. Desde las camas poco confortables hasta ventanas y puertas por las que se cuela el ruido. Luz pobre en la habitación. No se advierte que la llegada en coche y el estacionamiento, son difíciles. El desayuno normal. En resumen, aunque el precio y el continente son de 4 estrellas, los servicios deberían mejorarse.
Visité el restaurante del Parador porque mi amiga me regalo un almuerzo allí por mi cumpleaños. La comida 10 de 10, todo buenísimo. El lugar era muy pulcro, todas las instalaciones muy limpias y el trato de los camareros María, Daniel y Sonia fue excepcional. Lo recomiendo al 100%, es un sitio encantadorServicio: 5/5
Este parador es muy acogedor ,nosotros teníamos una Junior suite para tres adultos con una sala que dispone de sofá cama y otra sala que es la habitación con cama de matrimonio es la única pega que puedo poner aunque estábamos avisados . El desayuno magnífico como en todos los paradores . El personal de recepción, de cafetería y restaurante y el personal de limpieza son encantadores . Lo recomiendo
Parador en edificio histórico en un entorno Renacentista. Habitación amplia con artesonado de madera y bien equipada. Personal muy amable. Buen restaurante y desayuno.Habitaciones: 5/5
Toda una experiencia alojarse y vivir unas horas en el primer palacio convertido en Parador del país. El edificio fue construido en el siglo XVI por el insigne arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira, para residencia del deán Ortega, capellán de la Sacra Capilla del Salvador, que se encuentra a la derecha de este, en la misma plaza Vázquez de Molina, conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El elemento principal del palacio, es su patio porticado de dos plantas con galerías, sostenida por esbeltas columnas de mármol. Las habitaciones están bien acondicionadas y se adaptan perfectamente al uso de alojamiento, aunque es difícil compaginar el respeto del carácter histórico del edificio, con la confortabilidad que se le exige a un establecimiento hotelero. Por ello el principal inconveniente de este, es la accesibilidad desde el exterior mediante escaleras y la no disponibilidad de plazas de aparcamiento. En el restaurante se ofrece gran calidad en los productos y una atención inmejorable. Sin duda la estancia en este parador, es muy recomendable.