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Reseñas, información para Pons Minea

Dirección: Avda. Sarria, 11, 27170 Puertomarín, Galicia, Spain
Teléfono: +34610737995
Ciudad: Puertomarín
Ruta: Avda. Sarria, 11
Código postal: 27170


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Reseñas
El trato muy agradable, tanto por la tarde-noche como el otro camarero de por la mañana. Comida perfecta, buena ración y todo rico. La zona de literas cómodas y con lo necesario para descansar tras la etapa. Bastantes enchufes.
Lamentable. En enero, llego de hacer la etapa del Camino con mi perra y voy a comer a este lugar, ya que es el único abierto en el pueblo, pese a esto está VACIO. Me indican que no se puede entrar con el perro, lo entiendo ya que no en todos los lugares los aceptan. Decido comer en la terraza ya que en ese momento no llueve, pero me indican que no me atienden fuera el bar vacío. Les digo que no hay problema que entro yo a por los platos y me los saco y esto tampoco es posible. TODO ESTO DE MUY MALAS FORMAS Y EN última instancia dejándome con la palabra en la boca.
La comida de 10! El trato del camarero un chaval joven creo que era Javier genial por su parte. La ternera guisada estaba espectacular
Trato desagradable y mal educado por parte del que parecía ser el encargado. Entramos a comer siete personas, tardaron bastante en atendernos estando el restaurante vacío, después se equivocaron en el plato de tres de nosotros, aún así dijimos que no nos importaba y que nos quedábamos con lo que nos habían traído. Al terminar le preguntamos si nos invitaban a un chupito y nos dijo de muy malas formas que no, que le salen muy caros, a 2'50€ eso es lo que cobran al cliente pero al restaurante le sale más barato obviamente y por supuesto que no iba a tener el detalle en compensación por la equivocación de los platos. Al ir a pagar le dijimos que nos hiciera la cuenta por separado ya que había varios peregrinos extranjeros y funcionan así, pues también le sentó mal al encargado y volvió a sacar su mala educación y falta de profesionalidad. Para no volver nunca.
Lo mejor: Albergue limpio y barato.Literas separadas correctamente para no parecer agobiante, con sabanas de tela y limpieza aceptable.Hay 4 baños completos en la planta del albergue. Lo peor: La atención es bastante mejorable. La recepcionista parecía que la estábamos molestando poniendo mala cara a todo lo que le preguntabamos. La zona de cocina para hacernos algo de cenar estaba sucia y bastante descuidada. Durante la comida decidimos comer en el propio restaurante del albergue. Finalmente nos fuimos a otro restaurante porque esperamos 40 minutos para que nos tomaran nota. La única camarera que andaba por las mesas atendía a personas que se habían sentado después y aun así no parecía importarle. Al parecer no fuimos a los únicos que nos pasó lo mismo. Para desayunar la mañana siguiente mas de lo mismo. No había organización para despachar a la gente del propio albergue.
No está mal para parar a comer. La comida estaba buena, aunque fue realmente nauseabundo encontrar dos pelos en mi pollo con patatas. El servicio no es malo. Comida y bebida: Estaba rica
Gestión pésima, llegamos y estamos esperando más de 20 minutos. ya que el bar estaba lleno y es la misma persona, los camareros parecen sobrepasados, desconocimiento del personal, no sabe si está o no está pagado, nos indican donde dejamos las bicicletas que previamente habíamos indicado, con un literal: "abajo", cuando vamos abajo es una puerta abierta al público sin vigilancia, donde obviamente no vamos a dejar las bicicletas con cierto valor económico, lo son todo para nosotros. En la reserva nos ponen 12 camas individuales, hay 28 con un poco de descontrol, no vemos armarios. Pone también que tenemos toallas, cuando llegamos nos dicen: ¿no hay en la habitación? no hay, ya al decir que nos vamos vienen con una toalla para dos y pidiéndonos que no digamos nada, que es solo por nosotros, la verdad mala experiencia, no admiten por supuesto devolver importe...
Bastante mal. El trato del camarero muy flojo, muy poco amable. El precio exageradamente caro para las cantidades la ración de pulpo era ridícula, y la calidad de la comida también era bastante floja. La verdad, mala experiencia en general.
El camarero que nos atendió, un chico joven de pelo negro, fue muy agradable y siempre nos atendía con una sonrisa. La comida estaba bien a un precio competente. La verdad que iban hasta arriba de faena, tal vez faltaría más camareros.
La ubicación es muy buena cuándo vienes haciendo el camino de Santiago... Pero si quieres descansar y dormir tranquilamente aquí es imposible. El restaurante está justo encima de la habitación en la que estuvimos, parecía que estábamos en una fiesta flamenca. Ruido a primera hora, ruido a la siesta y ruido a la noche. Descanso imposible.
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