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Reseñas, información para Posada Real Castillo del Buen Amor

Posada Real Castillo del Buen Amor

Sobre Nosotros

El Castillo del Buen Amor es un precioso alojamiento rodeado de jardines y viñedos ubicado a dos horas de Madrid. Una construcción del siglo XV que hace honor a su nombre en cada detalle, en cada estancia, en cada rincón.

Historia

Habitaciones abovedadas, terrazas y torreones se convierten en el escenario ideal para una escapada en pareja donde la intimidad y el romanticismo están asegurados.
Su restaurante, situado en las antiguas caballerizas, está completamente abovedado y cuenta con una cocina castellana elaborada y muy cuidada, en la que destacan los productos regionales.
Pasear por los pasillos o por el patio gótico-renacentista, hará que te desplaces a otra época. Si lo prefieres, puedes optar por tomar una copita en sus lujosos salones, para un plan tranquilo, donde el silencio está garantizado. Su oferta de masajes y tratamientos hará que el descanso sea total.

Monumento Histórico-Artístico por Decreto de 1931 es un maravilloso Palacio donde la belleza de otros tiempos ha quedado intacta.
La más pequeña de sus 40 habitaciones tiene unos 30 m2 útiles, todas ellas equipadas con todo el comfort del siglo XXI. El Restaurante está situado en las antiguas caballerizas y podemos encontrar productos de la zona de la mejor calidad.
Para disfrutar del calor entre sus muros en Invierno, su refrescante piscina en verano y siempre de largos paseos por la finca de 116 hectáreas.

El Hotel CASTILLO DE BUEN AMOR se encuentra ubicado en la carretera que une Salamanca con Zamora, estratégicamente en la Ruta de la Plata, N-630 kilómetro 317.6: a 15 minutos del centro de Salamanca y a 25 minutos de Zamora capital.

El Castillo está ubicado en medio de una Dehesa plantada de encina, alcornoque, pino y almendros, junto al arroyo del Cañedo, totalmente aislado de edificaciones.

Dirección: Carretera Nacional N-630, Km 317, 37799 Villanueva De Cañedo, Castilla y León, Spain
Teléfono: +34 923355002
ten.romaneub@ollitsac
Ciudad: Villanueva de Cañedo
Ruta: Carretera Nacional N-630, Km 317
Código postal: 37799


Reseñas
Un lugar precioso y realmente tranquilo. El personal pone todo de su parte, excelente atención. Muy bien mantenido a pesar de su entidad y los años aunque, lógicamente, no es un sitio a estrenar, para los muy exquisitos. La calefacción excelente. Solo con el radiador del baño la habitación se mantiene a buena temperatura pero también hay bomba de calor. Las mascotas son bienvenidas en las habitaciones exteriores. El desayuno es bueno, todo de calidad y rico; apenas se echan a faltar frutos secos y alguna cosilla más, como huevos fritos. Las cenas también resultan realmente buenas. El sitio es poco apto para discapacitados pero porque la arquitectura no lo hace posible, no es culpa de nadie. Consulta primero, si tienes claustrofobia debido a la misma circunstancia. Algunas habitaciones resultan algo agobiantes por estar bajo nivel del suelo con ventana mínima o por las escaleras estrechas de acceso pero hay opciones. No falta gel hidroalcohólico en diferentes puntos para quien aún gusta de mantener prevención
Hemos ido con los niños a visitar el castillo por recomendación de la profesora del pequeño. El castillo es precioso y el personal de lo mas amable. El peque es muy curioso y habla mucho, el señor de recepción muy amable con el le explicaba todo, le preguntaba....hasta nos han dejado acceder a la torre del homenaje, un detalle que es de agradecer. En cafetería al pedir la consumición el niño comentó que tenía hambre y les han puesto unas patatas para picar....los niños han quedado encantados con la visita y nosotros también.
Pues nos ha encantado. Comimos allí el sábado y no es barato pero el precio es acorde a la calidad y al servicio, muy atentos y se come de escándalo. Decorado con gusto y muy bien cuidado, con amplio aparcamiento. Visita gratuita a buena parte del castillo aunque no todo. Por poner alguna pega el camino de acceso de tierra y bacheadoServicio: 5/5
Una bonita experiencia para relajarte y desconectar ya que apenas hay cobertura y el wifi no funciona en algunas partes del castillo. Puedes disfrutar del entorno tranquilo y en plena naturaleza. Además te permiten visitar todas las estancias del castillo y tienen un plano donde te explica cada una de ellas y algo de la historia del castillo. El personal es bastante amable y atento, te acompañan a la habitación y te ayudan con el equipaje, en nuestro caso no fue necesario, pero es de agradecer si alguien lo necesita porque no tienen ascensor. En nuestra habitación encontramos algunas telarañas con arañas, algo que se puede entender porque son estancias muy grandes y en plena naturaleza, aunque no está de más que dediquen una atención a esto especialmente a la hora de la limpieza de las habitaciones, pero al decirlo en recepción la chica vino rápidamente a limpiarlas, ya que era un poco tarde para mudarnos de habitación aunque también nos ofreció esa posibilidad y además nos obsequió con una botella de vino por las molestias. El desayuno es buffet y bastante completo. Volvería sin ninguna duda, quizás en verano para disfrutar también de la piscina.
Este magnífico castillo fue restaurado por sus actuales dueños para convertirlo en alojamiento turistico. Ofrece una gran calidad en cuanto a sus habitaciones y a su restaurante, con la posibilidad de descansar y leer en alguno de sus salones o pasear por los alrededores ¡hay un laberinto de setos de película!. También elaboran vino de distintas variedades que se puede degustar allí mismo. Por último, recientemente han ampliado su oferta con la instalación de una gran carpa en la que celebrar eventos. Por su proximidad tanto a Salamanca como a Zamora, supone un magnífico lugar desde donde planear un fantástico fin de semana.
El lugar y el castillo es magnífico. Merece la pena visitarlo. El personal muy agradable . Pero tiene detalles que tendrían que mejorar por el tipo de alojamiento. La limpieza ,en el baño en nuestra estancia no lo limpiaron bien, había pelo en la bañera en nuestra llegada y seguía cuando nos fuimos ,estando dos días,dando una oportunidad por si era una casualidad , pero no. No quiero que me cambien las toallas para dos días , pero que por lo menos las coloquen. Un olor en el baño constante a desagüe.. que me supongo tendrán ya conocimiento, por lo que podían cerrar la puerta del baño que da con la habitación para que no huela en toda la estancia. Después decepcionado con la calidad del restaurante, el pescado que cenamos Bacalao con patatas paja muy malo, aconsejó no pedir, incluso la mesa de al lado, se lo devolvieron y le volvieron a traer lo mismo, por eso decidimos ni quejarnos. El Bonito tampoco aconsejo pedirlo ,por el contrario la tabla mixta estaba bien. En el desayuno ,tenerme que poner toda la mesa , no me parece apropiado. El primer día del desayuno no había agua mineral que con la la calidad del zumo que deja mucho que desear, no fuimos los únicos que nada más probarlo se quedaba en la mesa. Bueno que son ciertos detalles que se pueden mejorar, para las magníficas instalaciones que tienen.
Castillo precioso donde puedes disfrutar de la tranquilidad ya que se encuentra en medio del campo además de que es muy muy romántico. Las instalaciones son maravillosas, y los empleados son muy agradables y profesionales. Nos ha encantado todo, el desayuno magnífico, la cena deliciosa, la habitación estupenda, el masaje maravilloso y los detalles que nos han regalado, volveremos sin dudarlo.
Estuvimos hace tiempo y todo fue estupendo. Es un lugar magnífico para desconectar y relajarte. Nos gustó tanto que lo hemos recomendado a familia y amigos y ya han pasado por allí muchos de ellos, de hecho en enero van otra vez otros amigos y todos vuelven encantadosHabitaciones: 5/5
Fuimos a comer el cocido que hacen allí, con lo que mi experiencia no abarca las habitaciones. El entorno es una maravilla. Rodeado de campo es una zona muy aislada, lo que lo hace ideal para desconectar un fin de semana. Estuvimos en febrero y la vegetación no estaba en su apogeo, pero se adivina qué en primavera tiene que ser una pasada. El castillo está muy bien ambientado, las habitaciones están distribuidas por todo él y se puede visitar sin problema, además te dan un plano que te explica cada zona. El restaurante está en los antiguos calabozos, nosotros fuimos con el menú cerrado del cocido... Y estaba espectacular . Éramos 7 personas y hubo de sobra para todos, pudimos repetir y quedamos muy bien, sin ser pesado o indigesto. Merece la pena la visita y hacer una pausa con calma, bien para comer, bien para descansar en un entorno tranquilo. Detalles importantes: Necesario el coche para moverse por los alrededores o para llegar hasta allí
Es un lugar precioso, a tan solo 30 kilómetros de Salamanca. Buena atención del personal. No está adjuntado para silla de ruedas, solo tiene un patio interior al cual se accede por unas rampas metálicas, donde puedes tomar algo.
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